El Magazín Cultural
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Acción de duelo por las vidas robadas

Con la curaduría de la artista Doris Salcedo y de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional, se inaugura una acción de memoria por las personas asesinadas durante las protestas civiles en Colombia 2019-2021.

30 de mayo de 2021 - 01:58 a. m.
En los muros de Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria están, bajo el nombre de "Vidas robadas", los rostros y nombres de víctimas del paro nacional, como el estudiante Lucas Villa, asesinado en Pereira, y Jesús Alberto Solano, capitán de la Policía muerto en Soacha. Un memorial para reflexionar sobre el valor de la vida.
En los muros de Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria están, bajo el nombre de "Vidas robadas", los rostros y nombres de víctimas del paro nacional, como el estudiante Lucas Villa, asesinado en Pereira, y Jesús Alberto Solano, capitán de la Policía muerto en Soacha. Un memorial para reflexionar sobre el valor de la vida.
Foto: El Espectador - Óscar Pérez

“Con ‘Vidas robadas’ dejamos constancia de la huella trágica e imborrable que la muerte violenta y arbitraria de nuestros jóvenes deja sobre la conciencia nacional”. Con este espíritu, según dijo a El Espectador la artista Doris Salcedo, se pensó y construyó la acción de memoria a través de la que, desde el próximo martes, cualquier colombiano podrá rendirles homenaje a las cerca de cincuenta víctimas mortales que han dejado en el último mes los enfrentamientos producto del paro nacional.

La exposición quedará abierta al público de manera gratuita y previa inscripción en la sede de Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria, en la carrera 7 n.° 6B-30, centro de Bogotá. Está basada en la investigación de los casos hecha por el medio de periodismo independiente Cuestión Pública, que destaca que hasta el 25 de mayo la organización Temblores reportó 1.388 detenciones arbitrarias, 22 víctimas de violencia sexual y 46 víctimas de agresión en los ojos. Además, la Fiscalía había reportado investigaciones sobre 129 personas desaparecidas. (Recomendamos: Doris Salcedo protestó contra el presidente Iván Duque por mal uso del espacio de arte y memoria Fragmentos).

El homenaje incluye fotografías y perfiles tanto de civiles víctimas como de policías. También a las catorce víctimas fatales de las manifestaciones de noviembre de 2019 y septiembre 9 de 2020. “Lamentablemente, la violencia política define el ethos de nuestra sociedad, ya que en Colombia se ha borrado la diferencia entre combatientes y población civil”, advierte Salcedo, quien destaca que de esta manera Fragmentos asume un compromiso con la memoria de tales vidas perdidas. “Nos corresponde visibilizar la experiencia de las víctimas más vulnerables y más anónimas de la violencia política. Consideramos que para lograr que estas experiencias trágicas no queden reducidas al lamento, el silencio y la soledad de los dolientes, esta experiencia singular debe ser inscrita en una acción de memoria pública”.

Como ha sido la constante en la obra de la artista, reconocida a escala nacional e internacional y ganadora de premios como el europeo Velázquez de las Artes, se trata de un memorial con nombres propios, en el que se podrá reflexionar sobre la violencia nacional. Esto mientras se camina sobre el piso que la propia Doris Salcedo construyó con el material fundido producto de los fusiles entregados por la guerrilla de las Farc durante el proceso de paz y marcado a golpes por mujeres sobrevivientes del conflicto, espacio que ahora está al servicio del arte y el pensamiento como un contramonumento. “Las víctimas que han muerto durante estas protestas tienen rostros que debemos reconocer y nombres que debemos nombrar como una manera de hacer el duelo por su irreparable ausencia. Fragmentos demarca un lugar en el que los ausentes se pueden hacer presentes”.

E insiste en llamar la atención sobre el valor de la vida, tan refundido en la historia de Colombia. “‘Vidas robadas’ es una muestra que busca materializar, hacer real, el acto de nombrar sus nombres, como un intento de suspender —aun cuando solo sea temporalmente— la ignorancia intencional con la que rodeamos estas dolorosas muertes, hoy por hoy tan cotidianas. Nombrar los nombres de estas víctimas es una forma de reconocer la inmensidad de la pérdida que han sufrido no solo sus familias, sino todos nosotros, colectivamente, como sociedad. La muerte de cada persona genera una ausencia y cada ausencia requiere que nos responsabilicemos por los que ya no están, pues la única forma en la que las personas —asesinadas durante estas semanas caóticas y violentas— pueden existir es dentro de nosotros. ‘Vidas robadas’ es una muestra austera, solemne; presenta la desolación en la que habitan los dolientes y también el resplandor y significado que cada nombre y cada rostro tiene para sus familias”. (Recomendamos: Lea una entrevista a Doris Salcedo, hecha por Nelson Fredy Padilla, en la que explica el proceso de construcción y el sentido de Fragmentos).

En la curaduría también trabajo la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia, en cabeza de su directora María Belén Sáez de Ibarra, que explica que se trata de un lamento desesperado por la pérdida innecesaria de vidas, que nos obliga a reflexionar, a repensarnos como sociedad. “A estas personas que caen asesinadas cuando desesperadamente gritan clamando justicia ya se les había robado antes la vida. Porque han estado ausentes del proyecto humano, porque han sido despreciadas y rechazadas por quienes se reparten el botín que deja esta violencia incesante del conflicto colombiano”.

En el lugar están representadas las organizaciones sociales y el periodismo. Diana Salinas, periodista y cofundadora de Cuestión Pública, agradeció la oportunidad de que “nuestras investigaciones” hagan parte del evento, “porque sentimos que el periodismo que aporta verdad también aporta memoria, aun en los momentos más oscuros en los que la democracia muere”.

La música y la poesía completarán un espacio donde confluyen la estética, la ética y la conciencia de un momento histórico. Igualmente, se incluyen las obras de dos artistas que asumieron su trabajo desde una inmersión radical en sus momentos históricos, quebrados y sin sentido, en un contexto fascista y represivo. “Mandelshtam y Ligeti representan el espíritu de la libertad que resiste a la opresión como la única forma plena de existir, ello es: pensar, comprender y actuar en conformidad con ese pensamiento y ese sentimiento, en defensa de la dignidad de la vida”, afirma Sáez de Ibarra. Así se oirá el Réquiem IV Lacrimosa, del compositor húngaro György Ligeti, víctima de la persecución nazi y del aislamiento de su país en los años 40, y se podrá leer el poema El siglo (leerlo arriba), del poeta polaco Ósip Mandelshtam, quien murió en 1938 reprimido por el régimen de Stalin.

La interpretación musical estará a cargo de 35 músicos del Conjunto de Estudiantes del Conservatorio de Música de la Universidad Nacional de Colombia y las voces de la mezzosoprano Valeria Bibliowicz y la soprano María Paula Gómez, bajo la dirección musical de Guerassim Voronkov. El acto de inauguración será transmitido vía streaming el martes 1° de junio, a las 6:00 p.m.

* La acción será transmitida vía streaming el próximo martes 1 de junio, a las 6:00 p.m., desde el FacebookLive de Fragmentos, el Facebook de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia y el Facebook e Instagram de Cuestión Pública, además de otras plataformas y redes de medios aliados

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