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El teatro pospandemia visto “Desde adentro”

Reseña sobre la reciente temporada de esta obra de VB Ingeniería Teatral, que recrea el impacto de los confinamientos producto de la pandemia.

Carlos Gutiérrez Cuevas * / Especial para El Espectador
07 de abril de 2022 - 02:45 p. m.
"Desde adentro" finalizó su exitosa temporada el pasado 2 de abril en el centro de Bogotá, pero se podrá ver una vez el próximo 12 de abril, dentro del FESTA, Festival de Teatro Alternativo organizado por la Corporacion Colombiana de Teatro.
"Desde adentro" finalizó su exitosa temporada el pasado 2 de abril en el centro de Bogotá, pero se podrá ver una vez el próximo 12 de abril, dentro del FESTA, Festival de Teatro Alternativo organizado por la Corporacion Colombiana de Teatro.
Foto: Cortesía de la producción

Bien visto “Desde Adentro” el encierro no ha terminado, la pandemia del Covid 19 sigue teniendo lugar en todo el mundo, los contagios se siguen presentando, los Estados Unidos superó a comienzos de marzo de 2022 el millón de muertos, encabeza la lista de fallecidos por causa del Covid. En este momento, a fines de marzo de 2022, en Shanghái, el principal centro financiero de la China, uno de los principales centros económicos urbanos del mundo, acaba de decretar un nuevo periodo de confinamiento, más cerrado que el de hace dos años en la población de Wuhan, donde comenzó la pandemia actual.

Pero “Desde Adentro” la obra de teatro de VB Ingeniería Teatral, narra una parte del confinamiento vivido por 7 personas 7 en la sala de la casa que ocupan como núcleo familiar o como lo que se podría llamar el hogar, subtítulo “Hotel Mamá”. Unas personas comunes y corrientes, la clásica formación: padre, madre, hijos, sobrino, abuela y tía quedada del avión, rumbo a Italia, a donde ha debido volar dos días antes del decreto oficial del confinamiento obligatorio, prohibido salir, no pase, stop, por su seguridad, orden perentoria y punto. (Recomendamos: Otro artículo sobre obras de VB Ingeniería Teatral).

Y lo que nunca debe faltar, el Alma, el Alma de la familia, mayúscula presencia que al final no es más que una palabra vacía de significado o de pronto llena de contenidos que se van a un antes de que termine la pandemia. El padre es por supuesto el jefe de la familia, así se comporta durante casi todo el tiempo que dura el encierro, atado a ejercer la autoridad, amedrantado por la amenaza que está allá afuera, al otro lado de la frontera, pasando las paredes que resguardan su casa de habitación, su residencia, se ve impelido a elevar las defensas de su propiedad. Por eso, para eso, fumiga todo el tiempo a los demás.

Uno de mi calle me dijo conocer un tipo que tiene un amigo que dice tener un pariente así, que le encanta fumigar a los demás. El primer objetivo fumigar es, en este caso y por obvias razones machistas, la madre, una mujer cuya presencia es sempiterna, está sometida a pasar la vida entre la cocina y el lavadero, ida y vuelta, regreso, 24 por 7, todos los 365 días, incluidos domingos y fiestas de guardar, todas las semanas, muchos años sin siquiera preguntarse suspirando, por qué por qué y por qué le toca cumplir ese extenso servicio a esos mequetrefes mezquinos, buenos para nada de sus hijos, por no hablar del sobrino político abusivo, lambón del jefe del hogar, del patrón, “pa’las que mande”, entiende dentro de la propia casa habrá espacios privados, íntimos, donde cada persona vive sus momentos de encierro voluntario y se olvidan dentro de los mismos de la congregación, sin embargo en la casa como en todo conjunto residencial, hay espacios, las llamadas áreas comunes, la sala, el comedor por ejemplo, aquellas partes del edificio donde es posible el encuentro. Y es allí, en este espacio común en el que transcurre la obra teatral “Desde Adentro”, subtítulo: ‘Sin nada en común”.

De VB Ingeniería Teatral, de Fanny, Fabio y sus hijos, de su grupo familiar, de su experiencia, de la necesidad que todos sentimos de narrar la experiencia por la que estamos todavía pasando, la amenaza del Covid 19, de allí salió una obra de arte completa y compleja, para nada aburrida, vibrante emocionante, con bailes, música, una coreografía armónica, a ratos de vodevil, otras veces grácil como un tango.

La experiencia con el virus causante de la pandemia, es también la causante de esta obra, de este trabajo artístico colectivo “Desde Adentro”, donde se registran los momentos que tales personas comparten en ese espacio común o área social. Los personajes se comportan en consecuencia dentro del confinamiento que opera en este caso como una especie de retorno al hogar y no a cualquier hogar, este es completo, tiene comodidad, sus integrantes parecen normales, de buena salud, sin muchas ínfulas, con las desavenencias alimentadas por los sentimientos cruzados en la rutina de los días, la sala de las celebraciones familiares convertida por circunstancias obligantes en sitio diario de reuniones ya no festivas ni por el momento lúgubres pero sin duda obligadas, convertido el hogar en ágora, en el que se establece, en lugar de un intercambio saludable, de personas que comparten la misma cultura, la misma sangre y sentimientos afines, sino un intercambio que está lejos de fortalecer al grupo amenazado por el virus.

Se relacionan mediante una serie de disputas discursivas, que si no llevan antes a la confrontación física o al menos a su conato, son disputas asimétricas sin propósitos persuasivos, que no buscan el entendimiento como una serie deshilvanada de peroratas, en un parlamento con la televisión de fondo e internet, para que los muchachos ejerzan con habitual destreza sus habilidades. La niña, el genio de las matemáticas, algo autista, sensible, acosada por el primo bribonzuelo, lameculos del jefe del hogar, más bajo que alto, este autoritario, alambicado y solemne.

El hijo por el contrario es un apocado vicioso jugador de video y quizás más casero que el resto de la familia, parece ser el preferido de la abuela que pasa con ella más tiempo, la abuela caduca, lenguaraz, humillada, perdida en esa guerra de sentimientos. Hastiados de no oírse en reyertas de ciegos y para no caer en el aburrimiento no hay entre los siete quién tome la iniciativa, quién oriente la exploración, la curiosidad hacia otras formas de relación, excepto la tía, de larga estancia en las Europas, la hermana de mamá vino ojalá a llevársela, ella que sí ha leído, viajado, visto cultura, otros países, “tía: vámonos de paseo” “pero cómo en confinamiento?”, los lleva al museo, vamos allá a ver el arte que vive confinado en esas paredes, la escena de los siete visitando el museo con la ayuda de la tía, en una soberbia interpretación de Inés Prieto, impecable vuelve al escenario, esta actriz de primera; es esta visita al museo el momento culminante que señala antes que la puerta, de vuelta señala la posibilidad de superar la incomunicación producida por el encierro prolongado. Los siete son una serie, no un grupo, y mucho menos una comunidad, son una serie de individuos segmentados, ensimismados, comprimidos y balbuceantes. Para que esos siete se comporten como equipo, es preciso que abandonen los prejuicios, las sospechas y escuchen a los otros, suspendan el silencio.

La coreografía de la obra se despliega versátil y colorida, acompañando las recitaciones de impecable dicción, con unas actrices magníficas y unos actores soberbios, gran trabajo el del maestro Fabio Velasco, en el montaje de esa coreografía que se despliega a ratos como una comedia musical, como un rap, como un ballet urbano, de corte santoríl. La danza, el canto, la música, el arte para la fuga virtual del pavoroso confinamiento universal y en especial para afianzar los nexos, las relaciones, ha construir realmente comunidad a partir de emociones que se comparten, de sentimientos que se confrontan, de palabras que se expresan.

“Desde Adentro, intensa como un carrusel de ocho lados, gravita en torno a un eje dramatúrgico ensamblado con destreza por la maestra Fanny Baena, formada en la escuela de La Candelaria, juiciosa discípula del maestro Santiago García, Fanny dirige el montaje y es autora de un texto poético que impresiona.

* Si se perdió la obra en la temporada, la podrá ver dentro del FESTA, Festival de Teatro Alternativo organizado por la Corporacion Colombiana de Teatro el 12 de abril en la Sala Teatrova Calle 24 # 4 A 16 . A las 8 p.m.

* Carlos Gutiérrez Cuevas es investigador académico y ensayista. Magíster en Ciencias Políticas de la Universidad Paul Valery-Montpellier 3 y especialista en sociología de la cultura, información y comunicación.

Por Carlos Gutiérrez Cuevas * / Especial para El Espectador

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