Bajar de la montaña y escribir la historia: memorias de un escritor en el conflicto
“Teófilo Gonzáles”, quien fue jefe de seguridad de "Alfonso Cano" durante su época de combatiente de las Farc, habla de la necesidad de escribir y cómo ese hábito pasó de ser una orden de guerra a un placer necesario. "Si nosotros mismos no escribimos la historia, otros van a escribirla por nosotros y van a decir lo que se les da la gana”, dice.
Joseph Casañas - @joseph_casanas
Y entonces hacen una mueca de desaprobación porque ya perdieron la cuenta de las historias que leyeron (o que creen haber leído) sobre el conflicto y sus protagonistas.
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Y entonces hacen una mueca de desaprobación porque ya perdieron la cuenta de las historias que leyeron (o que creen haber leído) sobre el conflicto y sus protagonistas.
El tema, dicen, se volvió paisaje y perdió el atractivo “periodístico” que tuvo cuando el país entero volteaba su mirada para ver a esos hombres y mujeres que iniciaban su tránsito a la vida civil, luego de haber hecho parte de la guerrilla más antigua de América Latina.
Claro, en medio hubo (sigue habiendo y habrá) unas heridas abiertas que quizá no se cerrarán. Porque la guerra fue despiadada, dio pocas treguas y dejó ver la cara más siniestra de los soldados de uno y otro bando, aunque nos acostumbraron (nos acostumbramos) a ver por televisión y a leer en los periódicos lo que hacía y dejaba de hacer solo uno de ellos.
Es que mire, dice “Teófilo Gonzáles” luego de tomar aliento y respirar, como quien busca en el aire la paciencia para explicar algo que su interlocutor no entiende. “Nunca hubo dos bandos. Era solo uno: gente pobre matándose entre sí”.
Lo invitamos a leer: “La niebla de la paz”, entre la caleta y las memorias de las Farc
Y bueno, la historia de Gonzáles sí es parecida en este sentido. Dice que ingresó a la guerrilla porque el Estado lo obligó hacerlo. Dice que entró a las Farc, por allá a principios de los años 80, porque luego de intentar hacer política desde la Juventud Comunista (JUCO), el Ejército lo persiguió y hostigó. “Increíblemente fue el mismo Estado el que me empujó a meterme las Farc. Y lo hice no por gusto, sino para defender mi vida”. Eso dice la gran mayoría de excombatientes de las Farc. Lo dijeron cuando tenía un fusil terciado y estaban ataviados con un uniforme camuflado, y lo dicen ahora que están intentando mimetizarse en una sociedad de la que nunca se sintieron parte.
Durante diez de los 19 años que Teófilo Gonzáles estuvo con Alfonso Cano (máximo líder de las Farc 2008 y 2011), tuvo que cumplir una orden sagradamente cada ocho días.
“Me pedía registrar y pasarle por escrito todas las novedades habidas y por hare. Entonces yo escribía, por ejemplo, ‘anoche pasó un avión de norte a sur. Se asomó por la vereda tal y dejó de sobrevolar la zona a las 00 horas’, ‘tal día los habitantes de la vereda tal hicieron un basar que se acabó a X hora’ o ‘a la compañía Y le hacen falta víveres y no se han podido conseguir porque el enemigo está en el camino’. Todos los detallitos debían ser consignados y pasárselos por escrito al comandante. Él me corregía cositas de ortografía y de redacción”. De esa orden, cuenta el excombatiente, surgió el hábito de escribir.
Con el tiempo, los escritos se fueron transformando. Ya no escribía solo los reportes y novedades. A sus ocupaciones agregó una más: entrevistar a los guerrilleros con los que compartía la misión de cuidar al máximo jefe de la guerrilla.
Esas anotaciones las transformó en tres libros. “Uno que ya publiqué y otros dos que tengo en remojo. Listo para ser publicados. El que ya publiqué se llama ‘Adiós a las armas’. Allí cuento cómo y porqué entre a las Farc, hablo de la vida en la guerrilla y de ese proceso de transformación hasta que con los acuerdos de La Habana, Cuba, dejamos las armas”.
El segundo libro, “Ellos también tienen su propia historia”, no ha podido ser publicado porque luego de que se firmó el acuerdo entre las Farc y el gobierno de Juan Manuel Santos, en septiembre de 2016. “Teófilo Gonzáles” solo ha tenido tiempo para lo urgente, pero no para lo importante.
En este libro, que espero publicar pronto, habló de los niños que fueron creciendo en medio de la guerra y que cuando tenían 17 años ingresaron a la guerrilla. Cuento la historia de cómo se fueron convirtiendo en guerrilleros valientes y cómo, con el paso de los años, murieron al lado mío (…) es un libro para hablar de los guerrilleros de base, porque sí, las cámaras enfocan siempre a los comandantes, pero sin los guerrilleros de base, ellos no existen”, dice “Teófilo Gonzáles”.
Escribir la historia
“Después de la firma de los acuerdos de La Habana, Cuba, estuve año y medio trabajando en el mecanismo de monitoreo y verificación y soy socio fundador de la empresa de desminado. En ese tiempo uno ve mucho intelectual y mucha gente que escribe sobre las Farc, pero que nunca han estado en la montaña. Nunca han escuchado una bala que le pase a dos centímetros por de cabeza, nunca han escuchado un avión echando bombas de 250 o mil libras. Y escriben con sentido propio como sí hubieran estado en la guerra.
Sería bueno, que la gente que sí ha estado en la guerra, y que vivió la guerra, escriba. Yo escribo y no soy escritor, pero me gusta escribir no como lo hace la gente intelectual, sino que uso un lenguaje para la gente del común me pueda entender. Si nosotros mismos no escribimos la historia, otros van a escribirla por nosotros y van a decir lo que se les da la gana”.
En las montañas nos movemos como pez en el agua. La vida guerrillera nos convirtió en una cultura. Vivimos en la niebla de la guerra.
¿Valió la pena el esfuerzo?
El 80 % de la negociación fue excelente, pero hubo cosas que no tuvieron en cuenta. Más de 13.800 guerrilleros salimos cruzados de brazos. En la guerrilla yo tenía dos uniformes, una sudadera, tres interiores, una cobija. Y todo lo cargábamos en un morral.
Cuando salimos de la montaña no tenemos nada más. Fuera de eso, imagínese a unos 5 mil excombatientes lisados por la guerra. Eso se negoció en La Habana. No tenemos casa, a la mayoría no nos dan trabajo. La reincorporación de los guerrilleros no la negociaron. Eso fue un error catastrófico que se les pasó a todos.
¿Qué dicen en el partido?
No dicen nada. Me imagino que en su interior dicen “la cagamos”. Había una presión para negociar, un afán y negociaron. Me imagino que ellos se imaginaban que el Estado les iba a cumplir, pero yo creo que la misma dirigencia de la Farc, era consciente de que la oligarquía no les iba a cumplir, porque es lo que ha pasado a lo largo de la historia.
Texto “Teófilo Gonzáles”
Algunas que jamás se podrán rescatar. Otras, que de alguna manera se encontrarán.
La montaña ha sido testigo silencioso. En ella están encaletadas las memorias del pasado.
Con el tiempo se va borrando el trillo, se enrastrojan se van quedando en el olvido.
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Teófilo Gonzáles es uno de los protagonistas de “La niebla de la paz”, un documental dirigido por el estadounidense Joel Stängle. "Boris Guevara", quien lideró el equipo de comunicaciones de las Farc en los diálogos de La Habana, es el otro excombatiente que protagoniza el documental.