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El documental que dobla “El rey león” al quechua como acto de resistencia indígena

Un gesto que busca reivindicar y dar visibilidad a una lengua que corre el riesgo de desaparecer en la sociedad moderna.

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Lucía Alfonso - EFE
11 de agosto de 2025 - 12:40 p. m.
Fotograma de "Runa Simi", el documental que se adentra en el esfuerzo de un padre y su hijo por doblar "El Rey León" al quechua.
Fotograma de "Runa Simi", el documental que se adentra en el esfuerzo de un padre y su hijo por doblar "El Rey León" al quechua.
Foto: EFE - Runa Simi
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“Runa Simi”, el documental peruano que narra los esfuerzos de dos actores de doblaje de Cusco por traducir el clásico de Disney “El rey león” al quechua, busca reivindicar la lengua indígena más hablada de América como “un acto de resistencia” de sus creadores para reclamar su presencia en varios países de Suramérica.

La cinta, dirigida por Augusto Zegarra y protagonizada por Fernando Valencia y su hijo Dylan, se estrena este domingo en Perú, en el Festival de Cine de Lima, después de haber logrado distinciones en otros festivales internacionales fuera del país, como el de Tribeca (Nueva York).

“Cuando empezamos el proyecto, conocimos a distintos artistas que hacían cosas en quechua. Pienso que hacer rap en quechua es un acto de resistencia y lo que hemos hecho con la película también lo es”, aseveró Zegarra. El filme es, para él, una inspiradora respuesta a la comunidad indígena frente a las promesas que “a veces no se cumplen”, una forma de “tomar las cosas por sus propias manos”.

“Yo conocí a Fernando a través de su trabajo. Una amiga documentalista me mostró un video en YouTube, lo puso en pantalla completa, le dio play y era la canción de ‘Hakuna Matata’, pero en quechua: ‘Hakuchu Munayta’.” Así, Augusto descubrió los “Quechua Clips” de Fernando: pequeños doblajes caseros de clásicos que, desde un estudio improvisado, trataban de acercar el entretenimiento a la comunidad quechuahablante. Lejos de ser solo cuentos para niños, estos clips contaban historias de justicia social y sentimiento genuino.

Runa Simi, el idioma de la gente

“Una acción genuina, que salga de un sentimiento profundo, va a transgredir de forma transversal todos los conceptos humanos”, explicó Valencia. Lo que nació de “una idea muy pequeñita por dar una alegría a los niños”, responde ahora a la voz de más de 10 millones de hablantes del runa simi, que significa “el idioma de la gente” en quechua, y que gracias a ellos pueden reconocerse en este filme, aunque las cifras no responden a la realidad de la lengua.

“Hay una brecha enorme entre hablarlo y no hablarlo. Las personas de mi edad todavía lo hablan o al menos lo saben”, pero las siguientes generaciones, dijo Valencia, parecen haberlo olvidado. Un problema que no es de lengua, sino de clase. “Al quechua no se le discrimina por ser un idioma, se discrimina a sus hablantes. Si vivieran aquí, sería un idioma posicionado”, comentó, señalando las torres de viviendas y oficinas de Lima.

Apoyado por el constante asentir de Augusto y la mirada seria de su hijo, Fernando señaló al estatus como el espacio insalvable entre el valor real del idioma y su reconocimiento. “Estamos viviendo en un mundo donde el individualismo crece a un nivel alarmante”, dijo. “Pero el quechua te enseña lo opuesto: desde un saludo, no existe el ‘hola’, se dice ‘Allinllachu’, que quiere decir ‘¿está todo bien?’”.

Para Valencia, la lección aprendida reside en la muestra de fe del proyecto, y Zegarra lo ve como un acto de resistencia frente a quienes anticipan el final de su lengua.

Un punto de inicio para la conversación

“Runa Simi” se llevó el premio Albert Maysles en el Festival de Tribeca y el premio del Jurado Joven del Sheffield Doc Fest, además de la selección a mejor documental iberoamericano en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (México), traspasando la barrera del idioma, la cultura y la geografía, demostrando que el mensaje va más allá de la lengua.

“Hemos mostrado la película en Inglaterra”, contó el director. “La vio un irlandés y me comentó, conmovido, lo que significaba para él ver una película que hable de la lengua, porque también le pasa a él en Irlanda con el idioma de sus abuelos”, explicó Zegarra. También recuerda a alguien que, avergonzado, le admitió no haber pensado nunca en la posibilidad de un mundo “en el que no entendiera nada”.

“Runa Simi” responde a la idea del sueño andino de filmar en quechua, algo que proviene de los orígenes de Augusto y “Fercho”, y resuena en Dylan, quien, con las mangas arremangadas, dijo temer perderse a sí mismo entre la dualidad del progreso y la identidad de su cultura. Agradece al quechua por su cultura, a la película por haberlo reconectado con la vida lejos de la ciudad, y a la casualidad, ya que, pese a que había niños quechuahablantes que daban el perfil para el doblaje, a todos les dio vergüenza, y él, sin entender del todo el idioma, tuvo que ser quien ayudara a su padre.

Por Lucía Alfonso - EFE

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