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Las tablillas y los 60 sellos que encontraron en el sitio de excavación en Tello, Irak, corresponden a los archivos gubernamentales del primer imperio registrado en la historia. Los documentos, de acuerdo con el director del Proyecto Girsu del Museo Británico, Sebastién Rey, “son las hojas de cálculo del imperio, la primera evidencia material del primer imperio del mundo: la verdadera evidencia del control imperial y de cómo funcionaba en realidad”, apuntó para The Guardian.
Estos registros, que datan del periodo acadio de Mesopotamia —entre los años 2300 y 2150 a.C.—, incluyen textos académicos, raciones de cebada, negociaciones de ganado y registros a detalle, como la muerte de una oveja en los confines del imperio.
Los investigadores encontraron, además, registros de mujeres ocupando cargos gubernamentales, siendo algunas nombradas como “alta sacerdotisa”, que, de acuerdo con el medio Art News, es algo inusual en sociedades antiguas.
Este descubrimiento tuvo lugar en un edificio de paredes de adobe, que correspondía a una sede estatal, y los sellos que pudieron reconstruir indican la dominación total del imperio a manos de Naram-Sin, el cuarto rey de la dinastía acadia. Se hallaron, además, representaciones visuales de este monarca portando una corona con cuernos y un sistema métrico estándar.
El sitio arqueológico de Girsu fue una ciudad sumeria consagrada al dios Ningirsu, y fue conquistada, como muchas otras, por Sargón, un rey mesopotámico que provino de Akkad, una metrópoli que estaba cerca de la actual Bagdad.
Entre los siglos XIX y XX, Girsu fue excavada por arqueólogos franceses y posteriormente fue blanco de saqueadores durante la guerra del Golfo. Esto, de acuerdo con la página oficial del Proyecto Girsu, “carecieron de un enfoque metodológico para el trabajo de campo”, por lo que varios de los descubrimientos realizados en esas épocas no tienen contexto arqueológico.
Las piezas recientemente descubiertas se mantendrán en el Museo Iraquí de Bagdad, donde se continuará su estudio y puede considerarse un futuro préstamo al Museo Británico, reportó The Guardian.