Esta semana, el presidente Gustavo Petro propuso hacer una réplica del Tesoro Quimbaya, cuya devolución se reclama a España, con 42 kilos de oro que fueron incautados por las autoridades en el departamento del Huila.
“Unos 42 kilos de oro incautado. Esto debería pasar al Banco de la República, pero queremos que se haga la réplica del tesoro Quimbaya, para traer su réplica a Colombia”, escribió Petro en su cuenta de X.
Los lingotes de oro fueron hallados en el tanque de gasolina de un vehículo en una zona rural del municipio de Pitalito, según informó el Comando General de las Fuerzas Militares, información reposteada por el presidente.
Según la información, el oro supuestamente pertenecía al grupo armado ilegal Comandos de Frontera, que hace parte de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, una disidencia de las FARC que está en un proceso de paz con el Gobierno.
La recuperación del Tesoro Quimbaya
El Tesoro Quimbaya al que aludió el presidente se encuentra en su mayor parte en el Museo de América de Madrid y consta de 122 piezas precolombinas halladas a finales del siglo XIX en el departamento del Quindío. Otra parte del mismo tesoro, compuesta por más de 90 piezas, se encuentra en un museo en Chicago (Estados Unidos).
La colección fue obsequiada en 1893 por el entonces presidente colombiano Carlos Holguín Mallarino a la reina española María Cristina de Habsburgo en agradecimiento por la ayuda de la Corona en una disputa limítrofe con Venezuela.
Sin embargo, en 2017 la Corte Constitucional determinó que se trató de una donación ilegal. Esto debido a que, en su momento, no contó con la aprobación del Congreso de la República, por lo que era labor del gobierno de turno adelantar las gestiones que permitieran su repatriación.
En mayo de 2024 el Gobierno colombiano pidió oficialmente a España la devolución del tesoro mediante una carta dirigida a los ministerios de Asuntos Exteriores y de Cultura. Y, ante la falta de respuesta, se envió una segunda solicitud siete meses después, pero el proceso permanece estancado.
Juan David Correa, entonces ministro de las Culturas, argumentaba que se trataba de un acto de reparación con la cultura con el país que no había consentido que el presidente Olguín entregara estas piezas a la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena. Pero, por otro lado, España parece firme en su posición de que la donación fue legítima.
Solo queda esperar si se materializa primero la propuesta de réplica del presidente Petro o si se logra concretar un acuerdo para recuperar este tesoro invaluable de las culturas precolombinas.