El Magazín Cultural
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El único despertar indeseable (Verso a verso)

Presentamos un poema de la sección Verso a verso de El Magazín de El Espectador.

Luis Carlos Muñoz Sarmiento*
03 de septiembre de 2020 - 07:33 p. m.
Fotografía de Valentina Muñoz Calvo.
Fotografía de Valentina Muñoz Calvo.
Foto: Archivo personal del autor

Il y a ceux qui meurent pour être aimés.

Hay quien muere para ser amado.

GUILLAUME APOLLINAIRE

Siempre recibí con estoicismo los despertares

incluso soporté con agrado algunos de ellos:

el que sentí al cambiar zootecnia por periodismo

el que debí padecer cuando la primera novia me dejó

el que acepté al poder resistir la tentación de un soborno.

El despertar causado por golpes sucesivos

que me llevó a crecer por dentro

a no dejar obnubilarme por fuera

a no sentirme superior ni inferior a nadie

a no caer en la vanidad ni en la estupidez.

Le sugerimos leer Mercedes Barcha le cumplió a Gabo: “En agosto nos vemos”

El único despertar que nunca podré aceptar

el único intolerable que hasta hoy he vivido

me asaltó por sorpresa el 14 de julio de 2006:

nada me gustaría más ni me haría menos daño

excepto sí que tuviera su propio antídoto.

Que jamás la invasión me sorprendiera.

Que pudiera ser algo olvidable

que me permitiera sin estarlo seguir vivo

que me dejara estando muerto vivir de verdad.

Pero no: es el único despertar indeseable.

Porque, ¿cómo hace uno para acostumbrarse

al dolor que lo calcina día tras día

que lo abrasa sin clemencia… y sin estar

consciente del crematorio que lo consume?

Por fortuna me salvan las palabras del poema.

Las que de momento me permiten respirar

seguir en apariencia sin penas ni fardos

por el camino del bienestar y del placer

resistiendo con anorexia, candor y sencillez

los sacudones del viento en contravía.

Aunque dejando atrás la utopía del idilio

del sueño que solo libera por la abstracción

digo con franqueza que no hay nada que hacer

pese a lo que escrito está no hay nada escrito

nada borra lo indeseable de este despertar.

Para Valentina, este poema que tenía que escribir, para quedar tranquilo con lo que no me deja tranquilo.

Para Santiago, adorado hermano e hijo, con el anhelo irreprimible de que lo logre.

Igual deseo va para Marthica y María del Rosario, quienes tanto me han ayudado.

Bogotá, 4 septiembre 2020

* (Bogotá, Colombia, 1957) Padre de Santiago & Valentina. Escritor, periodista, crítico literario, de cine y de jazz, catedrático, conferencista, corrector de estilo, traductor y, por encima de todo, lector. Colaborador de El Magazín, desde 2012, y columnista de EE, desde el 23/mar/2018. Corresponsal de revista Matérika, Costa Rica. Su libro Ocho minutos y otros cuentos, Colección 50 libros de Cuento Colombiano Contemporáneo, fue lanzado en la XXX FILBO (Pijao, 2017). Mención de Honor por Martin Luther King: Todo cambio personal/interior hace progresar al mundo, en el XV Premio Int. de Ensayo Pensar a Contracorriente, La Habana, Cuba (2018). Invitado por UFES, Vitória, Brasil, al III Congreso Int. Literatura y Revolución – El estatuto (contra)colonial de la Humanidad (29-30/oct/2019). Autor, traductor y coautor, con Luis Eustáquio Soares, en portal Rebelión. E-mail: lucasmusar@yahoo.com

Por Luis Carlos Muñoz Sarmiento*

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