Las obras Primer amor y La última cita de Krapp, de Samuel Beckett, serán interpretadas por Broderick, que comenzó en las artes escénicas recitando fragmentos de William Shakespeare. A sus 85 años, Broderick completa una larga lista de oficios entre los que se encuentran el sacerdocio, la escritura, la traducción de libros, la investigación y la dramaturgia.
Desde que Broderick llegó a Colombia, en 1968, ha publicado la biografía de Camilo Torres "Camilo, el cura guerrillero", y el libro El guerrillero invisible, biografía de Manuel Pérez “El Cura” del ELN. También ha traducido al español las obras de poetas como Walt Whitman. En los últimos años ha dedicado su vida al montaje de obras de Shakespeare y Samuel Beckett, a quien ha investigado desde hace más de 20 años. Por esta razón este 2020 las dos obras que inauguran la temporada de El anhelo del Salmón serán de Beckett y la pasión de Borderick por su obra:
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Primer amor de Samuel Beckett
Originalmente Primer amor es un cuento. El texto fue escrito por Samuel Beckett y narra la historia de un anciano habitante de calle que recorre las calles atormentado por los recuerdos de la vida que tuvo a sus veinte años. Durante esa época, el protagonista de la historia tuvo una intensa relación con una mujer, a quien él denomina su “primer amor”. La obra muestra cómo el amor se puede convertir en una tragedia y ridiculiza los momentos, ingredientes, sensaciones y acciones que un ser humano lleva a cabo cuando está enamorado.
Dirigido por Manuel Orjuela
Fechas: 24, 25, 26 y 31 de enero. 1 y 2 de febrero.
Hora: 7:30 P.M
Valor: 25.000
La última cinta de Krapp, de Samuel Beckett
Dirigido por Camilo Carvajal
Fechas: 07, 08, 09, 14, 15 y 16 de febrero
Hora: 7:30 PM
Valor: 25.000
Krapp es un viejo que acostumbraba grabar su diario en un magnetófono. De repente encuentra una cinta con una grabación antigua donde puede escuchar un “yo” (él en el pasado) más joven narrando historias de sus días anteriores. A Krapp le desagrada lo que fue. Lo que escucha le hace concluir que solo era un ególatra desorientado. Le resulta particularmente duro escuchar a su “yo” más joven hablando del encuentro con una mujer en aquellos años. En la obra se muestra cómo Krapp terminará grabando una nueva cinta en la que narrará la experiencia de haber escuchado a su “yo” del pasado.
Camilo Carvajal, director de la obra, escribió un texto publicado en este diario sobre la puesta en escena y la interpretación de Broderick: “Es muy complejo hacer recomendaciones odiosas o autoelogios publicitarios en mi calidad de director, pero, aun así, y al margen de los gustos y criterios, creo que ver a Joe Broderick en el escenario es un ritual. Es una consagración de la vida ser testigo de la forma que él encuentra para mirarnos a los ojos y decirnos: “Sí se puede… y siempre se puede”. (Si está interesado en leer el texto completo ingrese a este enlace: De Krapp para Joe Broderick).