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La Sinfonía de la Naturaleza no solo da frutos musicales. Además de los conciertos de orquestas y solistas, el Cartagena Festival de Música ha estructurado una serie de actividades académicas y pedagógicas en diferentes niveles, desde la reparación de instrumentos hasta la formación de músicos colombianos. Es así como, por ejemplo, a comienzos de este año se graduará la primera cohorte del programa de Tecnología en Construcción y Reparación de Instrumentos de Cuerda Frotada del Conservatorio del Tolima.
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Con el apoyo de la Fundación Salvi, el Conservatorio del Tolima se convirtió en la primera institución colombiana en ofrecer un programa tecnológico especializado en lutería, el tradicional oficio italiano que se especializa en la reparación y el cuidado de los instrumentos. Como una celebración de la primera promoción del programa, en el marco del XVIII Cartagena Festival de Música se realizará la exposición “Lutería clásica en Colombia”, que estará compuesta por quince violines construidos por estos lutieres colombianos que están finalizando su ciclo de formación de tres años.
De esta manera, los visitantes de la exposición, que estará abierta del 11 al 13 de enero en el Palacio de la Proclamación, podrán recorrer la historia de la lutería que se está escribiendo en Colombia.
La apuesta académica del Cartagena Festival de Música y la Fundación Salvi también incluye la realización de la segunda edición del Seminario Internacional de Lutería de Cremona, gracias al cual estudiantes del Conservatorio del Tolima recibirán clases de maestros italianos de la Escuela Internacional de Lutería de Cremona. Esta ciudad del noroeste italiano es la cuna de este oficio, pues allí nació Antonio Stradivari. Los famosos violines Stradivarius aún sobreviven y, de hecho, hace un par de años en Nueva York se subastó uno de estos instrumentos por 14,5 millones de euros.
La presencia de los maestros de la Escuela de Cremona en Cartagena es un ejemplo de la relación de colaboración interinstitucional que el Festival ha desarrollado con Italia. “Casi toda la actividad didáctica está estructurada con instituciones italianas. En todos estos años, el Festival ha tenido actividades como las coproducciones de ópera, la promoción en el exterior de músicos colombianos y, ahora, toda la parte académica”, explica Antonio Miscenà, director general del Cartagena Festival de Música.
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Ese vínculo entre Italia y Colombia también se refleja en el diplomado en Interpretación de Música de Cámara, que este año realiza su segunda edición, que tendrá énfasis en viento, cuerda, piano acompañante y canto.
En el diplomado participan alrededor de 80 músicos, entre cantantes, grupos de cámara de piano acompañante y cuartetos de cuerda, de ciudades como Ibagué, Pereira, Bogotá, Cali y Cartagena.
Los participantes recibirán clases de cuatro maestros italianos —Guido Corti (corno), Antonello Farulli (viola), Stefano Malferrari (piano) y Maurizio Leoni (barítono)—, quienes plantearán un itinerario musical que va desde el barroco hasta inicios del siglo XX.
“Este curso es un recorrido general que permite a los estudiantes tener una visión global de los cuatro períodos más importantes: clásico, romántico, moderno y contemporáneo”, explica Miscenà sobre este diplomado, que se organiza gracias a la unión de la Fundación Salvi, la Institución Universitaria Bellas Artes y Ciencias de Bolívar (Unibac) y el Conservatorio di Musica Giovan Battista Martini de Bolonia (Italia).
La apuesta académica se complementa con el trabajo de la Orquesta Sinfónica de Cartagena, que está conformada por 42 jóvenes músicos, entre los 14 y 24 años, de 33 barrios de la ciudad, como Torices, Amberes, Blas de Lezo, Ciudad Jardín, El Bosque, El Gallo y Fredonia, entre otros. La Orquesta cerrará el Festival con un concierto en el Auditorio Getsemaní del Centro de Convenciones el sábado 13 de enero.
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