Medellín fue sede, los días 17 y 18 de octubre, de Brujería, la feria cultural organizada por Comfama en el Claustro San Ignacio. El evento conmemoró los 50 años del Primer Congreso Mundial de Brujería, realizado en Bogotá en 1975, y propuso una mirada contemporánea sobre los imaginarios sociales vinculados a prácticas espirituales, memoria y conocimientos ancestrales.
No obstante, antes, durante y después de su realización, la iniciativa enfrentó duras críticas por parte de la ciudadanía, incluyendo sectores religiosos y políticos.
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Hoy, 21 de octubre, Comfama respondió a la controversia generada luego del evento mediante una carta oficial enviada por su director, David Escobar Arango. En el documento, la entidad ofreció disculpas por la utilización de términos como “brujería”, “brujas” y “amuletos”, los cuales, según la institución, no fueron comprendidos de la misma manera por todos los sectores del público y generaron polémica en medios de comunicación y redes sociales.
El director explicó que la intención del encuentro fue estrictamente cultural y educativa, y que el enfoque estuvo en la diversidad, la historia, la espiritualidad y la ancestralidad. Según el comunicado, la programación incluyó presentaciones musicales del Pacífico colombiano, cantautores y el coro polifónico de Medellín interpretando música sacra, además de conferencias sobre la cocina como ritual familiar y comunitario, las prácticas espirituales de comunidades afrocolombianas e indígenas y el papel de las mujeres en sociedades tradicionales.
Escobar Arango señaló también que la denominación del evento podría haberse presentado de manera distinta, por ejemplo como “Espiritualidad, naturaleza y ancestralidad”. Sin embargo, la carta sostiene que el encuentro no tuvo relación alguna con prácticas dañinas o de maldad, y que el espacio fue una feria cultural abierta al público, con actividades artísticas, conversaciones y talleres.
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El director también hizo un llamado a la reflexión sobre la importancia de la cultura para construir confianza ciudadana y fortalecer la democracia: Colombia, por su diversidad natural y cultural, requiere de espacios educativos y culturales amplios e incluyentes, que permitan reconocer al otro, comprender diferentes perspectivas y fortalecer la cohesión social. Según la institución, proyectos como este contribuyen a que los ciudadanos aprendan sobre su identidad, su historia y la de los demás.
El director agradeció tanto a quienes criticaron el evento como a los aliados y colegas que apoyaron su realización. Subrayó que las críticas permiten aprender y mejorar la forma en que se comunican y gestionan los proyectos culturales, y la importancia de elegir cuidadosamente el lenguaje para evitar malentendidos.