
Guillermo Cano Isaza asumió la dirección de El Espectador en 1952, cuando tenía 27 años. / Archivo
Sentados en un sofá aparecen Guillermo Cano a la izquierda hablando y observando a su derecha a Gabriel García Márquez, que con un vaso de agua en la mano lo escuchaba atentamente por ser su jefe y amigo por muchos años. Hay complicidad, pero también la solemnidad de dos referentes que se interesaron y preocuparon siempre por promover la cultura en una Colombia que se fue extraviando entre las balas, las bombas y el miedo que estas despertaban.
Además de haber alentado la aparición de García Márquez como cronista y de haberlo elegido para...
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