¿Cómo nació el FOTOMUSEO - Museo Nacional de la Fotografía?
Se me ocurrió crear el Museo Nacional de la Fotografía de Colombia porque no existía un espacio dedicado a esto en el país. A las galerías no les interesaba exponer fotografía porque eran muy comerciales, y los museos, en los años 90, le daban muy poca importancia al tema. Regresé a Colombia después de una estadía bastante larga en París, donde tenía quien expusiera y vendiera mis obras. Pero al volver, me encontré con un ambiente en el que no había posibilidades. Pensé que había que hacer algo. Mi trabajo era hacer fotografía, así que me dediqué a buscar la forma de crear una propuesta donde los fotógrafos tuviéramos un espacio para exponer, y en agosto de 1998 se registró el FOTOMUSEO. Nuestra primera exposición salió a las calles de Bogotá el 6 de agosto del año 2000, en el cumpleaños de la ciudad.
¿Cómo se ha transformado su labor con el museo?
Cuando pensé en crear un sitio para exposiciones, lo hice pensando en mí, porque no tenía dónde exponer; me preguntaba de qué iba a vivir. Pero, curiosamente, terminé castigándome: me he dedicado a revelar el trabajo de los demás, pero yo ya no tengo tiempo para exponerme en el Museo Nacional de la Fotografía de Colombia. Tampoco tengo cara para hacerlo: no quisiera que nunca dijeran que me estoy aprovechando. Cuando me vaya mis amigos harán una exposición sobre mi obra.
¿Qué era lo que más le gustaba fotografiar?
Me gustaba mucho hacer retratos, y en París fotografiaba mucho. Pero a lo que más valor le di fue a una serie que comencé sobre museos; me interesaba la relación del espectador con la obra de arte. Es por ese trabajo que destaqué entre quienes conocen mi trayectoria fotográfica. Ha sido un proyecto muy importante para mí y también para las personas que conocen mi vida.
En el FOTOMUSEO realizan diferentes actividades; una de ellas es la Fotomaratón. ¿En qué consiste?
La Fotomaratón es el concurso de fotografía más grande e importante que existe en el país, no solo por los premios que ofrece, sino por la cantidad de personas que participan. Pueden participar fotógrafos profesionales, aficionados y adolescentes amantes de la fotografía. El año pasado la retomamos después de la pandemia y de una crisis muy fuerte que casi nos obliga a cerrar el FOTOMUSEO. Desde entonces, hemos tenido que raspar las piedras y tocar muchísimas puertas para seguir adelante y poder realizar más eventos como este.
¿Qué impacto ha tenido la Bienal Internacional de Fotografía en el reconocimiento del arte fotográfico en Colombia y el mundo?
La Bienal Internacional de Fotografía le ha dado al país mucha visibilidad, especialmente para los amantes de la fotografía. Nosotros fuimos pioneros en el mundo en esta forma de llevar el arte a la calle. Grandes exposiciones en otros países nos han copiado, pero fuimos los primeros en crear un museo sin paredes, un museo de la inclusión, donde todas las personas, sin importar su condición social o económica, pueden acceder y admirar obras fotográficas. Son exposiciones que se encuentran con el público. Las personas van caminando por la calle y, de pronto, se detienen a mirar estas obras magníficas que les estamos presentando.
Siempre hay un país invitado de honor y un tema específico. En ese sentido, estos países se encargan de traer un curador especializado en fotografía. ¿Por qué pensaron en Palestina para ser invitado de honor?
Estamos anestesiados. Ya no nos caben más imágenes de la masacre, del genocidio que se está viviendo en Palestina. Entonces, ¿por qué no presentar la cultura palestina, el arte palestino? Esta región nos ha brindado cultura, arte y ciencia. Es un país donde la tragedia no da tiempo de respirar y a los artistas se les dificulta llegar a Colombia. Ha sido bastante difícil; una de las personas que estaba seleccionada para venir ya falleció. Cada día estoy más convencida de que debemos hacer gestos de solidaridad a través del arte y la cultura.
¿Qué les recomienda a las personas que desean exponer su obra en el FOTOMUSEO?
En primer lugar, ser muy autocríticos. Siempre aconsejo que presenten series; es fundamental crear un cuerpo de trabajo con un hilo conductor entre las fotografías. Eso revela la mirada del fotógrafo. También es importante saber escuchar y estar abiertos a diferentes puntos de vista. Saber cuándo cambiar de opinión me parece algo muy importante.