Publicidad

“La vida del músico es difícil e irregular”: César Seppey, de Rayos Láser

Después de una primera visita, la banda argentina Rayos Láser regresa a Colombia con una única fecha en Bogotá. Lo hacen con “Ya no estoy aquí”, un disco atravesado por el desapego, las crisis personales y la necesidad vital de seguir haciendo música. El bajista de la banda habló para El Espectador.

23 de mayo de 2025 - 01:02 p. m.
César Seppey estudió Licenciatura en Composición Musical.
César Seppey estudió Licenciatura en Composición Musical.
Foto: Cortesía César Seppey
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Hablemos sobre su gira y la única presentación que tendrán en Bogotá...

Fuimos a Bogotá en 2023, también estuvimos en Medellín durante esa misma gira. Fue un público que nos sorprendió muy gratamente, y desde ese momento teníamos la inquietud de volver al país, por lo que ocurrió en ese recital y también por todo lo que nos llega a través de las redes sociales del público colombiano. Por eso estamos muy ansiosos de regresar. Claro, no es nada fácil organizar giras tan lejos de Argentina, tan lejos de casa. Pero creo que, si pudiéramos, lo haríamos todos los años. Quizá suceda más adelante. Por lo pronto, vamos a estar ahí en septiembre.

Esta gira es parte de “Ya no estoy aquí”, su último álbum. Cuéntenos la historia detrás de este disco.

“Ya no estoy aquí” parece una contradicción, como si no tuviera sentido: ¿estás o no estás? Pero en realidad habla de cuando uno visualiza el futuro que desea y decide ir hacia ese lugar. Eso puede aplicarse a cosas simples, como estar en una fiesta y querer estar en casa, o a decisiones más grandes, como un proyecto de vida. Es esa sensación de que ya no estás en el presente porque tu mente y deseo están puestos en el futuro. El disco lo hicimos con Mariano Otero, un productor con mucha musicalidad y visión. No solemos trabajar con productores, y fue una experiencia linda. Nos sentimos cómodos y contenidos; entendió bien a la banda. El resultado nos encanta. Y no me pasa siempre: muchas veces, después de sacar un disco, no tengo ganas de escucharlo, pero con este me pasa algo distinto, lo vuelvo a escuchar y le tengo mucho cariño.

El álbum también habla del desapego. ¿De qué se ha tenido que desapegar o cuál lugar ha deseado abandonar?

He tenido que desapegarme de cierta estabilidad, tanto emocional como económica, porque la vida del músico —y del artista en general— es difícil e irregular. Hay momentos en los que nos va bien y otros en los que no tanto. Priorizar la música y el proyecto por encima de una estabilidad económica o emocional no es fácil. Es un proceso que lleva tiempo, que se construye, que no es para cualquiera, y que requiere, sin duda, cierto desapego.

¿Esa inestabilidad lo ha hecho querer renunciar a ser artista?

Sí, totalmente. Es algo de lo que no tengo problema en hablar, y entiendo que les pasa a muchos músicos. Llega un momento en el que uno se pregunta si debe seguir con esto, o si es mejor dedicarse a otra cosa. A mí me ha pasado muchas veces, y no lo veo como algo malo. Porque, en todo caso, mi respuesta siempre ha sido: no, quiero seguir haciendo música. Y en esa respuesta hay algo muy curioso: una parte de mí siente que, en realidad, no tengo otra opción. Es como si no pudiera hacer otra cosa, porque tengo una necesidad real de hacer música y de seguir con este proyecto. Entonces, en el fondo, no es solo una elección: es lo que tengo que hacer.

¿Considera que tener a sus dos colegas al lado también lo ha contenido de desistir? 

Sí, con Tomás y Gustavo somos amigos, además de compañeros de banda y de proyecto. Son un sostén, un ancla. Cuando surgen problemas, los hablamos. También hemos pasado por momentos de crisis grupal, pero supimos resolverlos. Tener un proyecto durante tantos años implica una maduración y una estructura que, en cierto punto, hace que todo sea más fácil, porque ya sabes en qué terrenos el proyecto se mueve mejor. Es muy loco lo que pasa después de los diez años de carrera. Cuando pasamos ese checkpoint, pensé: “Wow, diez años suena a mucho”. Pero al llegar ahí entiendes que es necesario; que un proyecto, al menos uno musical, necesita ese tiempo, porque después de ese recorrido empiezan a pasar otras cosas.  

Su trayectoria revierte esa idea de que en este oficio no se pueden hacer amigos... 

La convivencia es difícil, esa es la realidad. Ya es complicado convivir con una pareja, y estar tantos días compartiendo todo con otras personas se parece bastante a eso. Ser amigos no garantiza una buena convivencia. Por suerte la nuestra es buena, pero lo que realmente lo hace posible es hablar, decir lo que nos gusta y lo que no, expresar incomodidades y reconocimientos. También es clave conocernos, saber qué le molesta o le hace bien al otro, cuándo necesita espacio. Abrirse, respetar y darle lugar al otro. Esa dinámica, basada en el cuidado y el afecto, es lo que permite que esto funcione. 

¿Y no ha sido complejo ponerse de acuerdo, teniendo en cuenta las diferencias de ideas y visiones? 

Con este disco, trabajar con un productor nos permitió delegar decisiones y alivianar tensiones dentro de la banda. También ayudó a evitar roces, porque ya sabemos dónde brilla cada uno y nos damos espacio. Con el tiempo aprendes a soltar ideas propias. A veces te aferras a un arreglo creyendo que es genial, pero los demás no lo ven igual. Confiar en ellos es fundamental. Después, al escuchar con distancia, te das cuenta de que tenían razón. Eso también es madurar como banda. 

¿Usted siempre soñó con hacer parte de una banda, o planeaba otras cosas para su vida? 

Desde que empecé a tocar la guitarra y a formarme musicalmente, siempre me imaginé como solista o liderando un proyecto. También tengo inquietudes musicales que no encajan del todo con el estilo de Rayos Láser, y está bueno poder explorarlas. No con la misma intensidad, pero son caminos que me enriquecen por otros lados. Cuando puedo, las desarrollo, y eso hace que, al volver a Rayos Láser, esté más enfocado y sin la necesidad de buscar otras sonoridades dentro del proyecto. 

¿Cómo es para ustedes hacer música en un país con un legado tan fuerte en el rock y el pop como Argentina? ¿Lo sienten como una motivación, una presión por destacarse, o no es algo que pese tanto en el camino?

La herencia musical y cultural de Argentina no es algo que nos pese; no la sentimos como una presión. Al contrario, está en nuestro ADN y se manifiesta naturalmente en nuestra música. La usamos a nuestro favor, porque hubo artistas antes que nosotros —bandas, proyectos— que abrieron el camino. Una de las razones por las que hoy podemos ir a tocar a México, Colombia o distintos lugares de Latinoamérica y ser bien recibidos, es porque hubo quienes hicieron muy bien su trabajo y dejaron una huella. Gracias a ellos, ahora esos espacios también están abiertos para nosotros.

¿Y cómo ese lugar del que vienen ha influido en su sonido?

Apenas hicimos nuestro primer disco, tuvimos la opción de mudarnos a Buenos Aires. En ese momento vivíamos en Córdoba, en Villa María, donde nos conocimos con los chicos. Decidimos quedarnos porque era el lugar donde nos sentíamos cómodos haciendo música, grabando, cerca de nuestros afectos, la familia, los amigos. Después, yo me mudé a Buenos Aires hace tres años, pero en aquel entonces elegimos mantenernos conectados con nuestro origen, con un entorno más tranquilo, que sentíamos que nos influía muy positivamente en lo musical.

¿Cambiaría algo de la trayectoria de Rayos Láser?

Es algo que mencioné antes. A veces me arrepiento de ciertas decisiones musicales, pero creo que es algo común entre los músicos. Es parte del aprendizaje y la madurez: cometer errores, especialmente al principio. Tener más de diez años de experiencia nos ha dado una estructura y una claridad sobre lo que nos gusta y lo que no. Eso nos permite equivocarnos menos y hacer una música cada vez mejor, que es, en definitiva, lo que buscamos.

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar