Existen deseos, culpas y pasiones que pueden causar más estragos que una avalancha. En la Yerta, una pequeña población como muchas en nuestro país, incrustada en lo alto de una montaña, olvidada por el Estado y víctima de la inclemencia de la naturaleza, se centra la historia de esta pieza teatral, La Virgen del Mercedes, que llega en temporada de estreno a la Casa del Teatro Nacional con funciones de jueves a sábado.
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Un escenario vacío y oscuro da paso a lamentos, sollozos y gritos de desesperación: la montaña se ha caído, el alud de tierra y polvo se ha llevado casas, amores y hasta perros. Pero los sobrevivientes, interpretados por los actores Laura Nepta, David Osorio, Ángela González, Pablo Restrepo, María Adelaida Palacio, Catalina Botero, Juan Combariza, Nury Márquez, Carlos Ramírez y Francisco Aldana, no saben si permanecer allí o salir a buscar a sus desaparecidos, y ahora deben encontrar nuevos motivos para seguir adelante.
Aunque están cercados por la niebla del páramo y los estragos del derrumbe, como un milagro, enviada por cielo y de copiloto en un Mercedes azul celeste modelo 87, llega la Virgen para solucionar problemas y hacerse cargo de pecados que no son suyos. Para algunos será el milagro de salvación y de adoración, para otros, el carro representa la única forma de salir de ese purgatorio, cueste lo que cueste. Aunque sus vidas aparentemente van regresando a la cotidianidad, la avalancha ya no es de tierra sino de culpas.
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Esta historia surgió en el marco de la Clínica de Dramaturgia de Bogotá 2016, de la pluma de Nicolás y Ricardo Dávila, dos jóvenes promesas del teatro colombiano. El primero, director de cine con énfasis en producción de guiones y quien también ha realizado estudios en México, y el segundo, estudiante de literatura y teatro con énfasis en producción de textos dramáticos en la Universidad de los Andes. La Virgen del Mercedes es la historia sobre cómo los colombianos solemos descargar nuestras responsabilidades en los otros, bien sea, como en este caso, en la imagen de una Virgen de yeso, en políticos o mesías. Es la historia de cómo se pierde la fe, de cómo nos comportamos en situaciones extremas, de cómo nos enfrascamos en un eterno ciclo de ir y venir sobre el mismo tema, afirma Rafael Sánchez, recordado por obras como Las siete vidas de Belgrado o Noche de perros.