Las maneras de reconocer el periodismo cultural y la comunicación comunitaria

La comunicación comunitaria se ha convertido en uno de los temas de discusión y acción para el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes. A través de acciones como el Reconocimiento Guillermo Cano a la labor periodística en la cultura, el Ministerio destacó el trabajo de ocho organizaciones de comunicación comunitaria como parte del Programa Nacional de Estímulos. Sin embargo, más allá de los estímulos para apoyar estos proyectos, una forma en la que se pretende fortalecer este tipo de iniciativas es desde la infancia.

En colegios y radios comunitarias está pasando algo que a veces no se ve en los grandes titulares: niñas, niños y jóvenes están aprendiendo a contar sus propias historias con cámaras, micrófonos y celulares. Todo esto sucede en el marco de la Red de Comunicación para la Vida y del programa Artes para la paz, desde donde se impulsa también la red de maestras y maestros creadores, docentes que, desde sus aulas, ponen en marcha proyectos audiovisuales, sonoros y transmediales y se reconocen entre sí como comunidad.

Cabe recordar que Artes para la paz se trazó la meta de beneficiar a 500.000 niñas, niños y jóvenes entre los 6 y 17 años en 2.616 establecimientos educativos públicos y otros espacios, con una inversión de más de 50.000 millones de pesos, y que solo en 2025 planeó vincular a 4.000 artistas formadores y sabedores, con la meta de llegar a 8.000 en el cuatrienio.

Juntas, la Red de Comunicación para la Vida, la red de maestras y maestros creadores y la iniciativa radial Territorios al Aire, de los ministerios TIC y de las Culturas, muestran por qué Artes para la paz es tan importante para Minculturas: convierte la comunicación —en la escuela y en la radio— en una herramienta para cuidar la vida y fortalece la identidad y la diversidad étnica y territorial. Además, cuenta el país desde las voces de sus propias comunidades a través de series, crónicas y programas hechos desde veredas y barrios.

La comunicación comunitaria y un reconocimiento a su labor

Noviembre culminó para ocho organizaciones y colectivos de comunicación comunitaria con la noticia de que habían sido los ganadores del Reconocimiento Guillermo Cano a la labor periodística en el campo cultural, otorgado por el Programa Nacional de Estímulos del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes. El 27 de noviembre los galardonados se reunieron en la Biblioteca Nacional para asistir al evento en el que fue anunciado su reconocimiento, al mismo tiempo que se presentaba la colección “El país de Guillermo Cano”.

Para este año, se recibieron 15 propuestas, entre fundaciones, organizaciones, colectivos y medios comunitarios que fueron evaluados por Gustavo Adolfo Montenegro, Tatiana Duplat y Lucía Camargo Rojas en las categorías de Periodismo escrito en formato digital o impreso y Formatos innovadores de periodismo cultural, otorgando cuatro reconocimientos en cada una. Proyectos de Nariño, Cauca, Cundinamarca, Bogotá, entre otros, fueron resaltados por su aporte al campo cultural desde el periodismo, bajo criterios como trayectoria, aporte a sus comunidades, calidad, pertinencia narrativa y alcance de los contenidos para identificar las propuestas que “fortalecen la comunicación cultural desde los territorios”, según Liliana Camargo, coordinadora del Grupo de Convocatorias y Estímulos del ministerio.

La iniciativa estuvo a cargo de la Dirección de Audiovisuales, Cine y Medios Interactivos (DACMI) y se articuló con medios comunitarios y procesos de comunicación vinculados a apuestas ciudadanas y territoriales. “Desde este enfoque comunitario, el reconocimiento adquiere un alto valor, no solo por su aporte al impulso del periodismo cultural en el país, sino por su contribución al fortalecimiento de narrativas comunitarias que visibilizan problemáticas, prácticas culturales y dinámicas locales que, en muchos casos, permanecen fuera de los circuitos tradicionales de información”, comentó en entrevista para El Espectador.

Jaime Conrado, coordinador del Grupo Comunicación, Culturas y Territorios, afirmó que se centraron en el periodismo cultural, ya que lo consideran “un aspecto muy importante para la democracia, para visibilizar las identidades diversas y para la defensa de los derechos culturales de la comunidad. Varios de los procesos que se han reconocido tienen un diálogo profundo con lo local, que fortalecen ese diálogo social que es muy importante en este momento que vive el país”.

La idea se comenzó a gestar en medio de la declaratoria y realización del homenaje a Guillermo Cano por el cumplimiento de su natalicio. De acuerdo con Camargo, “desde esa fecha, el Ministerio quiso resaltar a quienes, desde los territorios, ejercen un periodismo cultural que dialoga con las comunidades, documenta memorias y contribuye a la construcción de paz”. La inspiración llegó desde dos ángulos: “conmemorar a una figura fundamental del periodismo colombiano, cuya vida estuvo marcada por la defensa de la expresión libre y el compromiso ético; reconocer la importancia de la comunicación en la cultura, especialmente en contextos locales donde los medios comunitarios cumplen un rol central en la participación ciudadana, la reconstrucción de relatos y la visibilización de diversidades”.

Para Conrado, se pretendía “reconocer el periodismo cultural comunitario como una herramienta para el encuentro, la paz y el cuidado de los territorios. También homenajear a quienes han partido y, de alguna manera, expresar la admiración y el reconocimiento por todo lo que se ha construido en Colombia, desde la comunicación y el periodismo”.

Esta iniciativa se integró como parte del Programa Nacional de Estímulos 2025 e hizo parte de las convocatorias que tenían el objetivo de fortalecer las iniciativas culturales en el país. Además, de acuerdo con Camargo, se articuló con el “Campo Estratégico de Fomento de las artes: procesos y prácticas creativas, que impulsan propuestas que amplían las narrativas culturales, potencian los lenguajes y saberes de quienes crean y gestionan contenidos culturales y fortalecen la circulación de expresiones que nacen en los territorios”.

Al haber sido reconocidos dentro de este programa, los proyectos ganadores no solamente reciben el incentivo económico para su funcionamiento, sino que pueden entrar a hacer parte de las acciones del ministerio y grupos como la DACMI. “Desde el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes continuamos comprometidos con el fortalecimiento de procesos comunitarios y participativos de comunicación en todo el territorio nacional. Por otra parte, además del portafolio de Estímulos, vale la pena destacar que desde la Dirección de Audiovisuales, Cine y Medios Interactivos se trabaja en el fortalecimiento de la comunicación y los medios comunitarios a través de otros mecanismos y estrategias que promueven el intercambio de experiencias, el trabajo en red, la formación y la circulación de contenidos, entre otras acciones”, aseguró Camargo.

Por su parte, Conrado destacó que la comunicación comunitaria cumple un rol central en la participación ciudadana, la reconstrucción de relatos, la visibilización de diversidades y el diálogo social. “Es una labor fundamental en este momento que tenemos como país”.

Una integración llevada hacia la descentralización

Con la intención de hacer más accesible las convocatorias, becas, residencias y estímulos, el Ministerio de las Culturas lanzó el Sistema Nacional de Convocatorias Públicas, Artísticas y Culturales, bajo el cual se reúnen las diferentes oportunidades para que cualquier persona u organización cultural, sin importar el territorio, pueda tener claras las normativas de participación, el acceso e inscripción a las convocatorias y que estas no operen con distintas reglas cada una.

Dentro de este abanico de oportunidades fue integrado el Programa Nacional de Estímulos con becas, residencias, pasantías, premios y reconocimientos; el Programa Nacional de Concertación Cultural, en sus líneas departamental y nacional; la convocatoria Trayectorias para artistas, gestores y gestoras que han contribuido al desarrollo del sector; Jóvenes por el Cambio; Centros de Danza y Movimiento; CLANES; el Banco de Iniciativas y Orquestas Vivas, entre otras, que amplían las oportunidades para el sector. A esto se suma el Portafolio Internacional Colombia en el Mundo, que apoya la movilidad, proyectos de la diáspora y alianzas con instituciones culturales de otros países.

Durante el 2025, el Sistema Nacional de Convocatorias tuvo 27.046 participantes entre artistas, sabedores, gestores, colectivos y organizaciones culturales de todo el país. De ellos, 5.463 recibieron algún tipo de estímulo: recursos para crear nuevas obras, investigar, circular procesos artísticos, sostener proyectos comunitarios o reconocer trayectorias de personas mayores de 70 años y organizaciones con más de 25 años de trabajo ininterrumpido en la cultura. De esta manera se alcanzó una inversión de COP 161.378 millones.

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