El Magazín Cultural

Libros que cuestan menos que una cerveza en la Filbo 2019

Textos de ciencia ficción, literatura, arquitectura, clásicos, cartillas infantiles, entre los libros más económicos. Se pueden conseguir libros desde $200.

Joseph Casañas / @joseph_casanas
26 de abril de 2019 - 02:38 a. m.
Libros desde $5.000 en el stand de la librería Bibliofilos - Car. / Joseph Casañas - El Espectador
Libros desde $5.000 en el stand de la librería Bibliofilos - Car. / Joseph Casañas - El Espectador

Hojas amarillentas, olor a libro guardado, apuntes en desorden al borde de las páginas, pastas duras en colores ocre, imágenes de personas que algún día consiguieron eso a lo que llaman fama, biografías de escritores, políticos y uno que otro ‘Don nadie’. Textos que hablan de revolución, de muerte, de armas, de celos, de sexo, de vida y de vidas, todos libros que ya pasaron por las manos y por los ojos de alguien o de muchos alguien.  Todos libros que cuestan menos que una botella de cerveza.

Es el pabellón 20 de la Corferias. Allí, en medio de los stands más elaborados, se ubica el puesto de Bibliofilos - Car, una librería que comercializa con libros antiguos, raros, curiosos, clásicos, de lujo, leídos y desgastados. A Orlando Guevara, se le ve corriendo desde muy temprano por todo el lugar. Asesora a potenciales compradores, acomoda libros, busca otros, arregla unos más. Se sienta solo para ajustar con pegamento la pasta desvencijada de un libro. Hay una isla repleta de libros sobre la que se agolpan los compradores. El precio ($5.000) los atrae.

“Aquí hay de todos los temas. Literatura infantil y universal, toros, derecho, publicidad, arquitectura, ciencia ficción, sicología”.

Por allí hay un libro. El pensamiento vivo de Freud, escrito por Robert Waelder. “El nombre de Sigmund Freud está indisolublemente ligado con el descubrimiento del psicoanálisis constituye un resumen de sus hallazgos y teorías, pero solo rara vez tiene en cuenta los difíciles caminos que conducido a tales hallazgos”, dice la introducción.

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El periodista lo hojea. El texto tiene notas escritas con lápiz y en desorden. Es la anarquía de la lectura. Es la muestra del alegato que algún lector tuvo con el texto. Hay algo que llama la atención. Página 35. “No importa lo que diga el viejo. La fuerza de los celos pudo con ella y la mató”.

También hay libros de viajes. La ruta de los Panamás, memorias de un viajero andino de Tom Milller. De 2003. El escritor trabajó para The New York Times y de Eesquire. La introducción es un jab al lector que lo somete a seguir leyendo.

“¿De dónde vienen los sombreros de Panamá? Es como preguntar de qué color es el caballo blanco, pero la respuesta no resulta evidente. Los sombreros de Panamá vienen de Ecuador.

En el siglo XIX y principios del XX, el mayor centro de distribución de productos sudamericanos estaba en el istmo de Panamá, donde partía la ruta marítima más rápida y segura hacia Europa y Norteamérica. En su camino hacia el mercado, por istmo de Panamá, pasaban cargamentos de azúcar, frutas, minerales, tejidos y muchos otros productos, incluyendo sombreros de paja ecuatorianos. Además: Prográmese con los conversatorios que tiene El Espectador en la Feria del Libro 2019

A mediados del siclo XIX, muchos buscadores de oro que se dirigían a California adoptaron el sombrero de paja en su ruta hacia el Oeste. En un famoso grabado que data de 1850 se pueden ver siete enjutos buscadores de oro recién llegados al Este de Estados Unidos desde California, vía Panamá. Están sentados frente a la Casa de la Moneda de Filadelfia; cada uno de ellos aferra una bolsa rebosante de oro en polvo, y todos se cubren con sombreros de Panamá”.

“¿Cinco mil pesos?”, pregunta sorprendido una joven universitaria. Esculca su mochila terciada y por allá en el fondo encuentra una billetera morada. De allí saca un billete arrugado y sucio. Es el único que le queda. Lo entrega para llevarse “La Revuelta Ssurrealista”. El respaldo del texto tiene un mensaje poderoso.

“Libros para nada: De nada. Con nada. En nada. Por Nada. Tras nada.

Libros para nada: No para hacer deberes. No para llenar bibliotecas o recibir títulos, honores, premios o diplomas.

Libros para nada: Para perder tiempo en un viaje en colectivo. En el baño o en la cama. Solos o acompañados. Para un amigo o amiga.

Libros para nada: Solo sirven para ser leído”.

Cinco mil pesos por esta joya. Los Libertadores. USAS,  de Carlos Ma Ydigoras. “Clara y valiosa aportación de lo que fueron y son actualmente los Estados Unidos de Norteamérica”, dice la tapa.

“Sobre la Unión hay escritos, al igual que sobre muchas otras naciones, multitud de libros. Lo que en este sentido distingue a tal país, es que la obra tendente a glorificarle excede en modo radical a la escrita con planteamiento crítico.

El propósito de este libro es ofrecer algunos aspectos de la "Historia omitida", de la historia silenciada, y con el presentar al lector "talares" desconocidos que permitirán luces nuevas con las que enjuiciar con más criterio y objetividad la acción política de un país, hoy poderoso miembro de la comunidad internacional”, se lee en la página uno.

El vendedor dijo que había libros raros. El periodista encuentra uno que al menos para él, es bastante extraño. Un reglamento de espec´taculos taurinos escrito por el municipio de Santiago de Cali.

Un vistazo rápido, sin mucho interés. El pulgar derecho se detiene en cualquier página.

“Artículo 22: La plaza debe disponer de un reloj de tamaño conveniente, que tendrá en perfecto estado de mantenimiento. Fácilmente visible para la Presidencia de la Corrida y el público.

Artículo 24: Durante la lidia habrá seis agentes de policía en el callejón, convenientemente distribuidos, quienes seguirán las indicaciones del jefe de Callejón”.

Libros. Títulos. Temas. Juan Domingue Mesquida - Historia del Arte de la Alta Edad Media; Javier de Montepín Paris - Lyon -  Mediterráneo, traducción de José Pérez Mauras; Delmar Jackson, El corte del hacha: Un pueblo donde la violencia y las pasiones se desatan; Una semana pintada de Negro de Alberto Miralles, León Trotsky Mi Vida 4to tomo; Platón en 90 minutos de Paul Strather

Libros que cuestan cinco mil miserables pesos. Libros que cuestan menos que una botella de cerveza.

Hay textos más económicos. Allí mismo en el pabellón 20, se encuentra el stand de Mundo Litográfico, es la editorial que suministra los libros a los asesores editoriales de las busetas en Bogotá. Esas cartillas de sopas de letras, crucigramas, manuales de medicina alternativa, el poder de la sábila, de los frutos verdes, rojos, azules. Todos esos.

 

“Hay libros desde $200 o $500. También hay cartillas educativas, con nuestra marca registrada que es Cheito. Son 40 referencias. Trazos, inglés, matemáticas, religión. Esos cuestan $5.000. Tenemos más de 200 referencias, entre ellas, las representaciones de mitos y leyendas ilustradas de Colombia: El Carrao, La Patasola, El Mohan, La Madre Monte, Las Brujas, El Tunjo”, explicó Darwin Moncada, director de Marketing de la editorial.

En el pabellón 17, destinado para las editoriales independientes, la Editorial Rey Naranjo ofrece libros desde $5.000. Son, principalmente, libros de comic francés: El equipaje volador de Sardom & Baraou, Reflexión de Guy  Deslisle, Omelete de  J.C. Menu, Nadie sabe que voy a morir, de Matthias Lehmann, La Llave de Killoffer y Laberintun de Marc- Antoine Mathieu.

“Esta propuesta está para que los colombianos conozcamos algo más allá del comic americano. Para difundir el genero de la novela gráfica”, dice Alejandra Méndez, de Rey Naranjo.

En un rincón de la Editorial Taller de Edición Roca, se ve la figura de un marrano gigante. Es una alcancía. “Lucho tiene hambre…aliméntalo y llévate un libro”, se lee en una pared que sostiene al chancho.

Alcancía en la editorial Taller Roca. El lector deposita en el marranito el dinero que puede pagar por el libro que considere.

Allí, el lector deja la plata que considere y se lleva el libro que quiera y que haga parte de esta iniciativa.

“La idea es que la gente tenga un libro y que ponga el valor que considere. Hay gente que se ha llevado libros en 2 mil pesos, principalmente jóvenes de colegio. idea no es mirar, ni cuestionar el presupuesto de cada quien. Lo importante es que se lleven un libro que de verdad valoren”, dice Marcela Sánchez, vocera de la editorial.

“La idea surgió porque queríamos presentar una propuesta al alcance de la gente. Hay mucha necesidad de lectura y poco presupuesto”.

Por Joseph Casañas / @joseph_casanas

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