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Este viernes, al caer la tarde, los líderes y sus acompañantes asistirán a un espectáculo cultural en el teatro Colón, inaugurado en 1908 en plena Belle Epoque porteña y restaurado en 2010. Por sus condiciones acústicas y arquitectónicas excepcionales, es comparable a la Scala de Milán o la Ópera de París.
La sala principal -una de las más grandes del mundo- combina el neorrenacentismo italiano y el barroco francés. Allí, los invitados verán un espectáculo que sintetiza la identidad local en un recorrido de música y danzas tradicionales.
Seguirá una cena en el Salón Dorado del teatro, que imita el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles. También el menú hará gala de lo local: un roll de centolla de Tierra del Fuego de entrada, lomo -el corte argentino más cotizado- como plato principal, todo regado con buenos vinos nacionales.
Este primer día de la cumbre también comienza el programa de la primera dama anfitriona, Juliana Awada, que recibirá a los acompañantes de los presidentes en un almuerzo en Villa Ocampo, una imponente casona donada por la escritora Victoria Ocampo a la Unesco. San Isidro, donde se ubica, era el lugar elegido por los aristócratas porteños en tiempos pasados para escaparse los fines de semana.
Otro de los lugares protagónicos del G20 es el CCK (Centro Cultural Kirchner). Allí, el presidente Mauricio Macri se reunirá el sábado con su par japonés, Shinzo Abe. Se trata del antiguo edificio del Correo Central, a metros de la Casa Rosada, que cobró nueva vida como centro cultural en 2015 y albergó numerosas reuniones este año.
El palacio elegido por Trump
Al pie de un jardín de perfecta simetría, se impone la fachada del palacio Duhau, reflejo del Chateau du Marais, un castillo francés de la era de Luis XVI cerca de París. En el interior, un piso de mármol replica el diseño del Petit Trianon de Versalles. Las lámparas con gotas de cristal se repiten en las habitaciones.
Esta residencia de la década de 1930 devenida el hotel Park Hyatt, es el lugar elegido por Donald Trump para su estadía en Buenos Aires.
La construcción sobre la lujosa avenida Alvear es uno de muchos exponentes de la riqueza que el puerto generaba a algunas familias en Buenos Aires a principios del siglo XX. En total, hay entre 30 y 40 palacios desperdigados en los barrios de Retiro y Recoleta, según el Ministerio de Cultura de la capital.
Si está interesado en este tema, ingrese acá: El circo del G20
Esta residencia perteneció a Luis Duhau, ministro de Agricultura y Ganadería entre 1933 y 1935, que replicó el estilo neoclásico academicista francés sin escatimar detalles. Las paredes de su escritorio, por ejemplo, estaban cubiertas con paneles de roble traídos de Normandía que se estiman de los años 1500-1600.
Ya en otras manos, un hotel abrió las puertas del Duhau en 2006 a visitantes dispuestos a gastar en confort: una suite ejecutiva en temporada alta puede costar 1500 dólares la noche.
Macron, en la librería más glamorosa
Buenos Aires es conocida por sus librerías. Entre ellas, el presidente francés Emmanuel Macron eligió El Ateneo Grand Splendid para reunirse con un grupo de escritores el jueves.
Inaugurada en 2000, es la más grande de América Latina, con 90.000 títulos y más de 200.000 libros, distribuidos en sus tres pisos y subsuelo.
El Grand Splendid, construido para ser un teatro en 1903, es desde su creación una casa de innovación. Allí se hicieron las primeras audiciones de radio en la década de 1920, y poco después sumó un sello discográfico que inmortalizaba a artistas que brillaban sobre el escenario.
El famoso cantante de tango Carlos Gardel, así como artistas y escritores de la talla de Ernesto Sábato, Paul Auster y Mario Vargas Llosa, dejaron su huella en el lugar que hoy sigue impulsando la literatura y la cultura desde sus estantes y su escenario.
Más allá de Buenos Aires, 60 reuniones del G20 durante la presidencia argentina del foro tuvieron distintas sedes en el interior, luciendo una amplia variedad de destinos que en 2017 atrajeron a 6,7 millones de turistas. Camino a la cumbre, más de 4.000 delegados e invitados participaron en encuentros en la región vitivinícola de Mendoza; la patagónica Bariloche; Ushuaia, la más austral del mundo; Iguazú, conocida por sus cataratas, y otros destinos del centro y norte argentino.