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Ministro de Cultura de Israel criticó el Óscar ganado por el documental palestino

El documental palestino-israelí No Other Land ganó el Óscar a Mejor película documental, destacando la lucha de Basel Adra contra la expulsión de su comunidad en Cisjordania. Sin embargo, la victoria ha generado controversia en Israel.

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04 de marzo de 2025 - 11:06 p. m.
(De izquierda a derecha) Basel Adra, Rachel Szor, Hamdan Ballal y Yuval Abraham, ganadores del premio al mejor largometraje documental por "No Other Land".
(De izquierda a derecha) Basel Adra, Rachel Szor, Hamdan Ballal y Yuval Abraham, ganadores del premio al mejor largometraje documental por "No Other Land".
Foto: EFE - CAROLINE BREHMAN
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Uno de los momentos destacados de la edición número 97 de Premios Óscar fue la victoria de “No other land” en la categoría de Mejor película documental. Este cinta, realizada por un colectivo palestino-israelí, cuenta la historia de Basel Adra, un joven activista palestino de Masafer Yatta, en Cisjordania, quien lucha desde su infancia contra la expulsión masiva de su comunidad por las autoridades israelíes.

Adra, quien es uno de los directores, documenta la erradicación a cámara lenta de los pueblos de su región natal, donde los soldados desplegados por el gobierno israelí derriban poco a poco las casas y expulsan a sus habitantes. En un momento dado, conoce a Yuval Abraham, un periodista israelí, que le apoya en sus esfuerzos. Surge así una improbable alianza. Pero la relación entre ambos se tensa por la enorme desigualdad que los separa: Basel vive bajo ocupación militar, mientras que Yuval vive libremente y sin restricciones.

Al momento de recibir el premio. Ambos hombres pidieron que se trabaje en una solución conjunta para poner fin al conflicto en Palestina. ”Nuestras voces unidas son más fuertes. Cuando miro a Basel (Adra), veo a mi hermano, pero somos desiguales”, agregó el periodista, haciendo alusiones a las diferencias sociales y políticas que persisten entre ambos por el hecho de ser uno palestino y otro israelí.

”Hay un camino diferente, una solución política sin ninguna supremacía de los derechos nacionales para ambos pueblos” y la política exterior de EE.UU. “está ayudando a bloquear el camino” hacia la solución de los dos Estados, afirmó Abraham.

Adra, por su parte, que se convirtió en padre hace dos meses, desea que su hija no tenga que vivir la misma vida que le tocó a él, “sintiendo siempre la violencia sutil, las demoliciones de viviendas y el desplazamiento espiritual” de su comunidad, Massafer Yatta, donde se rodó el documental.

”Ninguna otra tierra refleja la dura realidad que hemos estado soportando durante décadas y aún resistimos, mientras hacemos un llamado al mundo para que tome acciones serias para detener la injusticia y detener la limpieza étnica del pueblo palestino”, sentenció.

Y aunque su victoria fue celebrada por muchos, el gobierno israelí no dudo tampoco en mostrar su desacuerdo con el premio otorgado por la Academia. Uno de sus representantes, el ministro de Cultura israelí, Miki Zohar, criticó en su cuenta de X que el Óscar a mejor documental se lo llevara “No Other Land”.

“La victoria del Óscar por el documental ‘No Other Land’ es un momento triste para el mundo del cine: en lugar de presentar la complejidad de nuestra realidad, los cineastas eligieron hacerse eco de narrativas que distorsionan la imagen de Israel en el mundo”, escribió.

“La libertad de expresión es un valor importante, pero convertir la calumnia de Israel en una herramienta de promoción internacional no es creatividad: es sabotaje al Estado de Israel y, después de la masacre del 7 de octubre y la guerra en curso, duele doblemente”, agregó el ministro Zohar.

La producción palestina no solo ha tenido que enfrentar sin éxito a la batalla de encontrar una gran distribuidora en Estados Unidos. Los expertos atribuyen este escaso interés en adquirir el largometraje, en el que el israelí Abraham y el palestino Adra debutan como directores, a cuestiones políticas por el apoyo de EE.UU. a Israel y las tensiones en el orden mundial tras el proyecto del presidente Donald Trump de convertir Gaza en la “Riviera de Oriente Medio”.

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Felipe(dw15k)05 de marzo de 2025 - 12:31 a. m.
No es mucha la complejidad de esta situación donde una nación con una de las economías más boyantes lleva casi 80 años ocupando otra, somete a sus habitantes a todos los vejámenes posibles y al ser atacada, difícil decir que por sorpresa dado el nivel de penetración sobre su enemigo, contesta lanzando toneladas de explosivos, quitándoles los suministros vitales y asesinando a decenas de miles de civiles. Las víctimas no solo son los 1200 civiles israelíes, lo son 2 millones de palestinos.
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