Mirar a Colombia con un ‘rojo’ en la boca

“La pelea es la misma. David contra Goliat. Solo que, en este caso, el pueblo es Goliat y hay mil Davides”. *

Hay días, más frecuentes de lo que se quisiera, que encender la radio, la televisión o asomarse a las redes sociales es encontrarse con una pálida noticia sobre el asesinato de un líder o de una lideresa social en el país, una impotencia que se traduce en silencio, una mueca o un suspiro inmediato, un momento que es devorado por los quehaceres citadinos, pero que pareciera forjar una muerte lenta en el alma.

Le sugerimos leer: Adriana Montes: “A raíz de la tragedia se da la poesía”

¿Cómo sacudir la mente de los compatriotas cuando el año cierra con casi 170 líderes asesinados, una realidad que pareciera casi irrevocable y hasta amañada?

“-La guaracha la escucho para desestresarme o cuando quiero ruido de fondo. Pero el vallenato es sublime. Sobre todo el de Diomedes. Ese es un dios. Diosmedes”.*

Javier Gámez ha sabido cómo hacerlo con su novela corta A Godzilla le gusta la salsa, publicada y editada este año por Escarabajo Editorial. Esta narración de 125 páginas, y con capítulos que llevan por nombre canciones de artistas como Héctor Lavoe, Guns N’ Roses, Queen, Metallica, Lalo Rodríguez y Joe Arroyo, componen la banda sonora de esta trama visual que te muestra cosas que tal vez no querías ver, y leerla es toda una experiencia, su narración evoca sonidos, texturas, olores, suspenso y hasta alucinaciones. Es aquí donde su forma de abordar esa sombría realidad del país se salta la lógica, sin obviarla, para burlase de ella. La complejidad de sus personajes y el juego incesante entre morir y el volver a la vida parecieran dejar al lector sacar la cabeza del ahogo, al parecer inminente, entre página y página.

“El dueño del bajo mundo tenía comprado a la mayoría de los políticos, policías y periodistas de la ciudad. Los que no estaban a su favor estaban bajo tierra o se llamaban Henry”.*

La lucha de un periodista, con un salario paupérrimo, por contar la verdad y desentrañarla, que a su vez es víctima de la mafia de su pueblo; un villano que burla su nombre con su estatura, pero que es la sombra para algunos habitantes de la zona que no volvieron a ver a sus seres queridos; los pactos sin abogados, las traiciones sin responsables, la moral sin morada, la locura suelta, la vida sin muerte y la muerte viva, y el acento costeño entre diálogos son los que desdibujan un encuentro con esa cara del país que tanto parece evadirse, y que a través de sus letras se hace más palpable sin dejar de ser “incómoda” y dolorosa.

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“Angélica me miró como cuando miras hacia el cielo en pleno mediodía y vives en Fundación”.*

Este joven escritor de 29 años, que además de haber publicado en antologías y revistas literarias, publicó un libro de cuentos llamado Cazadores de nubes (Ed. Unimagdalena, 2020), es quien ahora con una narración fluida, sin pretensiones ni poses, con juego y ritmo, presenta una forma fresca de narrar el dolor, la permanencia añeja de las mafias en el país y la importancia del periodismo para una democracia, haciendo de esta publicación una lectura necesaria y urgente. Su voz espera seguirse abriendo paso por los caminos literarios que desde Aracataca inició también Gabriel García Márquez, un municipio del Magdalena que fue uno con Fundación, de donde es oriundo Gámez.

“Saqué el paquete de rojo del bolsillo y me llevé un cigarro a la boca. El conductor estaba sentado en el carro del periódico. Me senté al lado y le ofrecí uno que rechazó”.*

Javier Gámez y su camino literario

Javier Gámez es un joven escritor y fotógrafo, oriundo de Fundación (Magdalena), quien actualmente vive en Medellín. Ha publicado en diversas revistas y antologías literarias: Erótica - IV Concurso Internacional de Microrrelatos (2016); Cuentos del campus (2018), 66 días de dibujos vol. 3: Dibujando historias (2018), Antología de cuentos, del Taller Literario de la Universidad del Magdalena - Talium (2019), En tiempos de pandemia (2020) y en la revista Leukemia Literaria, donde publicó su último cuento, La chica que se fue con el hombre pez (2020).

Le sugerimos leer: Anton Chéjov, un hombre de cuento (II)

Además, ha sido ganador del segundo puesto en la modalidad de Cuento en el Primer Festival Regional de Literatura y Narración Oral Ascun (2014) y del estímulo Macondo Cultural (2020) con el cuento infantil Este pueblo está lleno de monstruos. También publicó su primer libro de cuentos: Cazadores de nubes, con la Editorial Unimagdalena el año pasado.

De profesión es un negociador internacional de la Universidad del Magdalena y un magíster en negocios electrónicos y mercadeo digital de la Universidad Internacional Helénica de Salónica, en Grecia, que ha dado rienda suelta al espíritu creador y lector que dice habitar en él. Un joven que pese a sus viajes y vivencias en otras latitudes ha querido volver a su país para conectarse con él desde la creación.

* Fragmentos del libro “A Godzilla le gusta la salsa”, de Javier Gámez, el cual se encuentra a la venta en las librerías Nacional y Lerner.

“La pelea es la misma. David contra Goliat. Solo que, en este caso, el pueblo es Goliat y hay mil Davides”. *

Hay días, más frecuentes de lo que se quisiera, que encender la radio, la televisión o asomarse a las redes sociales es encontrarse con una pálida noticia sobre el asesinato de un líder o de una lideresa social en el país, una impotencia que se traduce en silencio, una mueca o un suspiro inmediato, un momento que es devorado por los quehaceres citadinos, pero que pareciera forjar una muerte lenta en el alma.

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Javier Gámez ha sabido cómo hacerlo con su novela corta A Godzilla le gusta la salsa, publicada y editada este año por Escarabajo Editorial. Esta narración de 125 páginas, y con capítulos que llevan por nombre canciones de artistas como Héctor Lavoe, Guns N’ Roses, Queen, Metallica, Lalo Rodríguez y Joe Arroyo, componen la banda sonora de esta trama visual que te muestra cosas que tal vez no querías ver, y leerla es toda una experiencia, su narración evoca sonidos, texturas, olores, suspenso y hasta alucinaciones. Es aquí donde su forma de abordar esa sombría realidad del país se salta la lógica, sin obviarla, para burlase de ella. La complejidad de sus personajes y el juego incesante entre morir y el volver a la vida parecieran dejar al lector sacar la cabeza del ahogo, al parecer inminente, entre página y página.

“El dueño del bajo mundo tenía comprado a la mayoría de los políticos, policías y periodistas de la ciudad. Los que no estaban a su favor estaban bajo tierra o se llamaban Henry”.*

La lucha de un periodista, con un salario paupérrimo, por contar la verdad y desentrañarla, que a su vez es víctima de la mafia de su pueblo; un villano que burla su nombre con su estatura, pero que es la sombra para algunos habitantes de la zona que no volvieron a ver a sus seres queridos; los pactos sin abogados, las traiciones sin responsables, la moral sin morada, la locura suelta, la vida sin muerte y la muerte viva, y el acento costeño entre diálogos son los que desdibujan un encuentro con esa cara del país que tanto parece evadirse, y que a través de sus letras se hace más palpable sin dejar de ser “incómoda” y dolorosa.

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Este joven escritor de 29 años, que además de haber publicado en antologías y revistas literarias, publicó un libro de cuentos llamado Cazadores de nubes (Ed. Unimagdalena, 2020), es quien ahora con una narración fluida, sin pretensiones ni poses, con juego y ritmo, presenta una forma fresca de narrar el dolor, la permanencia añeja de las mafias en el país y la importancia del periodismo para una democracia, haciendo de esta publicación una lectura necesaria y urgente. Su voz espera seguirse abriendo paso por los caminos literarios que desde Aracataca inició también Gabriel García Márquez, un municipio del Magdalena que fue uno con Fundación, de donde es oriundo Gámez.

“Saqué el paquete de rojo del bolsillo y me llevé un cigarro a la boca. El conductor estaba sentado en el carro del periódico. Me senté al lado y le ofrecí uno que rechazó”.*

Javier Gámez y su camino literario

Javier Gámez es un joven escritor y fotógrafo, oriundo de Fundación (Magdalena), quien actualmente vive en Medellín. Ha publicado en diversas revistas y antologías literarias: Erótica - IV Concurso Internacional de Microrrelatos (2016); Cuentos del campus (2018), 66 días de dibujos vol. 3: Dibujando historias (2018), Antología de cuentos, del Taller Literario de la Universidad del Magdalena - Talium (2019), En tiempos de pandemia (2020) y en la revista Leukemia Literaria, donde publicó su último cuento, La chica que se fue con el hombre pez (2020).

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De profesión es un negociador internacional de la Universidad del Magdalena y un magíster en negocios electrónicos y mercadeo digital de la Universidad Internacional Helénica de Salónica, en Grecia, que ha dado rienda suelta al espíritu creador y lector que dice habitar en él. Un joven que pese a sus viajes y vivencias en otras latitudes ha querido volver a su país para conectarse con él desde la creación.

* Fragmentos del libro “A Godzilla le gusta la salsa”, de Javier Gámez, el cual se encuentra a la venta en las librerías Nacional y Lerner.