Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              26 de octubre de 2020 - 04:53 p. m.

                                                                                                                              Mis días con COVID-19

                                                                                                                              El primer día emerge la fatalidad: fiebre alta, tos, dolor de garganta, debilidad; la más irrefutable atonía. Y encima la pesadez moral: ¿quién me contagió? ¿A quién contagié? ¿Por qué no me quedé en casa? ¿Por qué a mí? (Mi materia de estudio es el dolor…Pero a nivel metafísico).

                                                                                                                              Jaír Villano* / @VillanoJair

                                                                                                                              Hay que tenerle respeto a la COVID-19. Yo era de los que andaba con tapabocas y alcohol (antiséptico, se entiende). Pero a ese inhumano no le interesa eso. Él es. Y su ser es protervo, su ser es deleznable, su ser es nefando. Él no se pregunta nada: él es. Le basta con ser.
                                                                                                                              Foto: Archivo Particular

                                                                                                                              Jehová surge como posibilidad, pero entonces uno se acuerda de Mainländer, y de aquello del suicidio de él y del super ser y del universo. (La nada, esa bella tentación). Y el ateísmo se queda en un interrogante que no viene al caso, pues el pragmatismo es crudo: COVID-19, una enfermedad que ha paralizado al mundo, que ha fenecido muchas existencias, que ha puesto a padecer a tantos. (Con un elemento positivo: la fragilidad del ser humano posmoderno, que hasta antes de esto se creía infalible).

                                                                                                                              Le sugerimos leer Ruth Bader Ginsburg: “Estamos pidiendo que protejan el derecho que tiene el país de cambiar”

                                                                                                                              Bueno, pero antes de seguir tengo que aclarar que no soy un ciudadano altruista: me la he pasado aislado, en soledad, pero no necesariamente por un acto de benevolencia, sino porque es mi estado permanente. Extraño, eso sí, pasar por libros a las bibliotecas; saludar a mis amigos libreros (al Abuelo en El Dinosaurio); a unos cuantos interlocutores del bar al que voy. En casa tengo algunos libros, estoy escribiendo una tesis sobre el dolor, y la sensación es extraña: la metafísica queda anulada. Esto es real. Padezco la enfermedad. Las palabras de un amor de antaño se hicieron premonitorias: todo lo que yo toque involucra peligro, riesgo, virus. Un abrazo mío -quién lo iba a pensar- puede ser mortal. Así que mejor me cuido, te cuido, nos cuidamos. ¡Esto es de todos, compañero!

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Vienen las dudas: ¿qué hice? ¿Dónde? ¿En qué momento? Viene la honestidad: restaurantes, cafés, bares, fiestas privadas (pero fiestas), amoríos nocturnos (pero amoríos). Viene la autocomplacencia: pero llevaba mucho tiempo encerrado, pero no me veía desde hacía tanto con, pero un abrazo no se le niega a nadie. Viene la reflexión: a la COVID, ese bicho malvado y odioso, no le importa si poseo todos los argumentos del mundo para salir. Él -a diferencia de Heidegger- no se complica con la pregunta por el ser: porque él es, él contagia, él arruina, él devasta, él acaba con todo. ¡Dasein!

                                                                                                                              Hay que tenerle respeto. Yo era de los que andaba con tapabocas y alcohol (antiséptico, se entiende). Pero a ese inhumano no le interesa eso. Él es. Y su ser es protervo, su ser es deleznable, su ser es nefando. Él no se pregunta nada: él es. Le basta con ser. Nos tiene jodidos.

                                                                                                                              Si le interesa leer más de Cultura, le sugerimos: Beatriz en retrospectiva

                                                                                                                              Viene la aceptación, la confesión, la resignación. Vienen las reacciones: el amigo neumólogo (cincuentón): “A su edad no pasa nada, pero cuídese; procure no salir de casa”; el amigo librero (sesentón): “Eso solo mata a viejos y a pobres; ni a Trump, ni a Bolsonaro les pasó nada. Si sale positivo hasta mejor, pues queda inmune”; el amigo escritor (cuarentón): “¡No jodás! ¿A nombre de quién están tus libros?”; el amigo filósofo (cuarentón): “¡No me jodas, loco! Pero ¿tienes fiebre, puedes respirar bien, loco? Tantas salidas, boludo”…

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Las teorías divergen entre sí. Los amigos sugieren y sugieren. El más sensato es el neumólogo, que me incentiva al reposo, al encierro, al aplomo. A un modo que a Proust le hubiera conmovido: estar en cama. (Proust se la pasaba en cama, pero no todos los que nos la pasamos en cama somos Proust).

                                                                                                                              Llevo varios días de aislamiento, pero solo hace unos pocos me diagnosticaron. Es increíble que uno tenga que hacer maromas para saber si es positivo. Escribo esto cuatro días después de la prueba. Me enteré por internet del mal.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Le sugerimos leer Leer para dejar de temerle a la muerte

                                                                                                                              Intento despreciar al bicho, defenestrarlo, desdeñarlo: Te aborrezco, desgraciado. Pero uno escucha las noticias y la preocupación renace. Ya no tanto por mí, sino por la gente que me rodea. Vivo con alguien que podría ser infectada, y esa persona, a diferencia del suscrito, sale muy poco de casa. Nos une el silencio.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              También aparece la idea egoísta: al menos estoy solo, me las he visto solo, los primeros días -que estuve tan mal- me tocó hacer todo solo, sin auxilio alguno; los viejos se enteraron después, no los quería preocupar. Quiero decir con esto que al menos no estoy cerca de ningún miembro de mi familia. Es una satisfacción odiosa y egoísta. Qué le puedo hacer.

                                                                                                                              Así es esta enfermedad: lo colectivo y lo privado se cruzan. Unos momentos me siento mohíno por ser un posible transmisor del virus; y otros momentos pienso en mis viejos, mi familia. Y me digo: qué bien que esté por acá, sin ellos.

                                                                                                                              Si le interesa leer más de Cultura, le sugerimos: Woody Allen y aquellas mujeres

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Unos días amanezco menos pesimista que otros. Una amiga me decía que era sugestión. Pero lo hacía para salvarse a sí misma, pues nos vimos en varias ocasiones. Ahora que lo pienso mejor, le asiste parcialmente la razón. Hay lapsos en que me concentro en otras cosas (las lecturas, la tesis, el taller que doy), y me olvido por completo. Y hay otros donde la ansiedad me invade, y sin gotas sería imposible conciliar el sueño.

                                                                                                                              No tengo permiso para dar sugerencias. (Ese primer fin de semana, ya un poco recuperado, me mandé un whisky en honor a lo cerca que parecía estar de la nada). No me gustan las cantaletas, ni los consejos, ni nada que implique moralidad o esa vaina tan manipulada y promiscua: la ética.

                                                                                                                              Dejo mi testimonio para que el lector recapacite. O mejor: reflexione. O aún más: se cuide. O simplemente, se tome en serio lo nefasto que es un virus que, si no lo mata a usted (a mí), sí a otros.

                                                                                                                              Hay que tenerle respeto a la COVID-19. Yo era de los que andaba con tapabocas y alcohol (antiséptico, se entiende). Pero a ese inhumano no le interesa eso. Él es. Y su ser es protervo, su ser es deleznable, su ser es nefando. Él no se pregunta nada: él es. Le basta con ser.
                                                                                                                              Foto: Archivo Particular

                                                                                                                              Jehová surge como posibilidad, pero entonces uno se acuerda de Mainländer, y de aquello del suicidio de él y del super ser y del universo. (La nada, esa bella tentación). Y el ateísmo se queda en un interrogante que no viene al caso, pues el pragmatismo es crudo: COVID-19, una enfermedad que ha paralizado al mundo, que ha fenecido muchas existencias, que ha puesto a padecer a tantos. (Con un elemento positivo: la fragilidad del ser humano posmoderno, que hasta antes de esto se creía infalible).

                                                                                                                              Le sugerimos leer Ruth Bader Ginsburg: “Estamos pidiendo que protejan el derecho que tiene el país de cambiar”

                                                                                                                              Bueno, pero antes de seguir tengo que aclarar que no soy un ciudadano altruista: me la he pasado aislado, en soledad, pero no necesariamente por un acto de benevolencia, sino porque es mi estado permanente. Extraño, eso sí, pasar por libros a las bibliotecas; saludar a mis amigos libreros (al Abuelo en El Dinosaurio); a unos cuantos interlocutores del bar al que voy. En casa tengo algunos libros, estoy escribiendo una tesis sobre el dolor, y la sensación es extraña: la metafísica queda anulada. Esto es real. Padezco la enfermedad. Las palabras de un amor de antaño se hicieron premonitorias: todo lo que yo toque involucra peligro, riesgo, virus. Un abrazo mío -quién lo iba a pensar- puede ser mortal. Así que mejor me cuido, te cuido, nos cuidamos. ¡Esto es de todos, compañero!

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Vienen las dudas: ¿qué hice? ¿Dónde? ¿En qué momento? Viene la honestidad: restaurantes, cafés, bares, fiestas privadas (pero fiestas), amoríos nocturnos (pero amoríos). Viene la autocomplacencia: pero llevaba mucho tiempo encerrado, pero no me veía desde hacía tanto con, pero un abrazo no se le niega a nadie. Viene la reflexión: a la COVID, ese bicho malvado y odioso, no le importa si poseo todos los argumentos del mundo para salir. Él -a diferencia de Heidegger- no se complica con la pregunta por el ser: porque él es, él contagia, él arruina, él devasta, él acaba con todo. ¡Dasein!

                                                                                                                              Hay que tenerle respeto. Yo era de los que andaba con tapabocas y alcohol (antiséptico, se entiende). Pero a ese inhumano no le interesa eso. Él es. Y su ser es protervo, su ser es deleznable, su ser es nefando. Él no se pregunta nada: él es. Le basta con ser. Nos tiene jodidos.

                                                                                                                              Si le interesa leer más de Cultura, le sugerimos: Beatriz en retrospectiva

                                                                                                                              Viene la aceptación, la confesión, la resignación. Vienen las reacciones: el amigo neumólogo (cincuentón): “A su edad no pasa nada, pero cuídese; procure no salir de casa”; el amigo librero (sesentón): “Eso solo mata a viejos y a pobres; ni a Trump, ni a Bolsonaro les pasó nada. Si sale positivo hasta mejor, pues queda inmune”; el amigo escritor (cuarentón): “¡No jodás! ¿A nombre de quién están tus libros?”; el amigo filósofo (cuarentón): “¡No me jodas, loco! Pero ¿tienes fiebre, puedes respirar bien, loco? Tantas salidas, boludo”…

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Las teorías divergen entre sí. Los amigos sugieren y sugieren. El más sensato es el neumólogo, que me incentiva al reposo, al encierro, al aplomo. A un modo que a Proust le hubiera conmovido: estar en cama. (Proust se la pasaba en cama, pero no todos los que nos la pasamos en cama somos Proust).

                                                                                                                              Llevo varios días de aislamiento, pero solo hace unos pocos me diagnosticaron. Es increíble que uno tenga que hacer maromas para saber si es positivo. Escribo esto cuatro días después de la prueba. Me enteré por internet del mal.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Le sugerimos leer Leer para dejar de temerle a la muerte

                                                                                                                              Intento despreciar al bicho, defenestrarlo, desdeñarlo: Te aborrezco, desgraciado. Pero uno escucha las noticias y la preocupación renace. Ya no tanto por mí, sino por la gente que me rodea. Vivo con alguien que podría ser infectada, y esa persona, a diferencia del suscrito, sale muy poco de casa. Nos une el silencio.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              También aparece la idea egoísta: al menos estoy solo, me las he visto solo, los primeros días -que estuve tan mal- me tocó hacer todo solo, sin auxilio alguno; los viejos se enteraron después, no los quería preocupar. Quiero decir con esto que al menos no estoy cerca de ningún miembro de mi familia. Es una satisfacción odiosa y egoísta. Qué le puedo hacer.

                                                                                                                              Así es esta enfermedad: lo colectivo y lo privado se cruzan. Unos momentos me siento mohíno por ser un posible transmisor del virus; y otros momentos pienso en mis viejos, mi familia. Y me digo: qué bien que esté por acá, sin ellos.

                                                                                                                              Si le interesa leer más de Cultura, le sugerimos: Woody Allen y aquellas mujeres

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Unos días amanezco menos pesimista que otros. Una amiga me decía que era sugestión. Pero lo hacía para salvarse a sí misma, pues nos vimos en varias ocasiones. Ahora que lo pienso mejor, le asiste parcialmente la razón. Hay lapsos en que me concentro en otras cosas (las lecturas, la tesis, el taller que doy), y me olvido por completo. Y hay otros donde la ansiedad me invade, y sin gotas sería imposible conciliar el sueño.

                                                                                                                              No tengo permiso para dar sugerencias. (Ese primer fin de semana, ya un poco recuperado, me mandé un whisky en honor a lo cerca que parecía estar de la nada). No me gustan las cantaletas, ni los consejos, ni nada que implique moralidad o esa vaina tan manipulada y promiscua: la ética.

                                                                                                                              Dejo mi testimonio para que el lector recapacite. O mejor: reflexione. O aún más: se cuide. O simplemente, se tome en serio lo nefasto que es un virus que, si no lo mata a usted (a mí), sí a otros.

                                                                                                                              Por Jaír Villano* / @VillanoJair

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar