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Es difícil resumir en una palabra a qué se dedicó en vida Dan Graham. Quizás la palabra que abarque sus múltiples pasiones y proyectos sea ‘artista’. Graham fue cineasta, escritor, escultor, crítico de arte, galerista. Tras ser, según algunos medios, una de las figuras más relevantes en la escena artística durante los últimos cincuentavos, Graham falleció el pasado 19 de febrero a los 79 años.
El artista nació en Illinois y creció en Nueva Jersey en compañía de su madre, quien, de acuerdo con la información compartida con The Art Newspaper, se desempeñaba como psicóloga y gracias a la cual quedó plantada una semilla de curiosidad en la mente de Graham. Debido a su complicada infancia, con un padre abusivo, dejó su hogar a los 13 años, soñando con convertirse en escritor.
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Sin saber nada de arte, Graham se aventuró como curador y director de la Galería John Daniels en 1964. Tras esta experiencia, empezó a demostrar un interés más evidente en la arquitectura. Su obra Homes for America retrata los hogares de los suburbios en Nueva Jersey y, hoy en día, hace parte de la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Con el tiempo, el artista comenzó a explorar aún más los temas relacionados con la arquitectura. De acuerdo con la Galería Lisson, Graham exploró la simbiosis entre los entornos arquitectónicos y sus habitantes. Sus instalaciones con espejos y cristales han sido expuestas en museos como el Reina Sofía, en Madrid, donde sus obras “ponen en claro los conceptos esenciales de su trabajo relacionados estrechamente con un enfoque psico-social de la percepción del espacio”.
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Como cineasta, se destaca su documental Rock My Religion, producido en 1984, en el que se explora la relación entre la religión y el rock.
El anuncio de su muerte fue hecho en un comunicado en conjunto entre la Galería Lisson, la Galería Marian Goodman, la Galería 303 y Regen Projects.
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