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Entre natilla, buñuelos y villancicos, millones de colombianos, venezolanos y ecuatorianos se reúnen durante nueve días para dar inicio a la preparación para navidad. La tradición de la novena de aguinaldos, que en México y América Central se conoce como “Posadas”, trae sonrisas y alegría año tras año. Esta típica celebración tiene un fuerte arraigo católico y con el tiempo se ha convertido en una ocasión más para celebrar.
Corría el año de 1743 cuando le encargaron al fray Juan de Jesús Larrea escribir lo que sería la primera novena. Doña Clemencia Gertrudis de Jesús Caycedo Vélez, creadora del Colegio La Enseñanza en Bogotá, le pidió al religioso escribir un libro que contara la historia del nacimiento, según algunas versiones. El colegio se fundó oficialmente en 1783, cinco años después de la muerte de doña Clemencia.
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Otras versiones dicen que el origen de este rito se dio en 1725, cuando el fray quiteño recién se había ordenado y tenía 25 años, mientras que otras afirman que el ecuatoriano la escribió durante la década de 1770 como regalo a una de sus alumnas, la fundadora de la institución educativa de la capital, y se publicó en 1784. De acuerdo con esta versión, la primera edición tuvo 52 páginas y la imprimió Antonio Espíndola. Fray Juan de Jesús Larrea había muerto nueve años antes.
Según la Conferencia Episcopal de Colombia, el documento original se encuentra perdido, por lo que dar una fecha al regalo del fray a doña Clemencia es difícil. Sin embargo, el texto más antiguo del que se tiene registro data de 1778, y fue encontrado en Lima.
A pesar de las diferentes historias de origen de los cánticos y oraciones que hasta hoy repetimos, pasaría más tiempo para que la novena que hoy conocemos llegara a ver la luz. El regalo o encargo de doña Clemencia pasó por muchas manos como una muestra de devoción. Apenas por estos días muchos devotos, como las alumnas del Colegio La Enseñanza en Medellín, conocen la historia de la mujer que dio inicio a esta historia y que lo hizo para motivar a sus alumnas a rezar. En 1886 se haría la primera reescritura del texto. La madre María Ignacia (conocida originalmente como Bertilda Samper Acosta) agregó lo que ahora conocemos como los gozos.
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Sin embargo, la versión más conocida y aceptada es la que publicó el arzobispo de Bogotá, Bernardo Herrera Restrepo, en noviembre de 1910, con el nombre “Novena del Niño Dios”. Con los años se han hecho más modificaciones y cambios. Uno de ellos fue realizado por el escritor Jairo Aníbal Niño, quien en 2001 publicó una versión en la que añadía un día al tradicional texto.
El rito que data del siglo XVIII se celebra en Colombia, Venezuela y Ecuador, principalmente. Una versión similar se realiza en México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Panamá, y se conoce como “Posadas”. El origen de la celebración centroamericana dista de la conocida en Colombia, pues antes de la colonia, los aztecas festejaban en honor del dios de la guerra, Huitzilopochtli, en las fechas que coincidían con las celebraciones navideñas en Europa. Con la evangelización fue cambiando hasta convertirse en la celebración para María y José.
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El festejo previo a la Navidad hace que el ambiente en Colombia se llene de alegría en preparación de una de las fechas más celebradas. Los nueve días de preparación seguirán siendo parte de las tradiciones navideñas del país junto con los aguinaldos, buñuelos, natillas y otros eventos que forman parte de la celebración.
Por Andrea Jaramillo Caro
