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La idea del viaje de aprendizaje a veces resulta un tanto trillada, con una fórmula que ya conocemos: joven emprende aventura, vence obstáculos, consigue objeto valioso. Pero en este libro dicha idea tiene un vuelco total: quien inicia la aventura es un viejo y, a su alrededor, se materializan historias evocadoras y nostálgicas, reflejo del más puro recuerdo.
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El nombre del protagonista es Mateo, quien ha decidido emprender lo que llama “un viaje de regreso”, que en realidad es su último viaje, el viaje hacia la muerte (un tema tabú en la literatura infantil y juvenil), acompañado por Aristóbulo, su fiel gato y su único compañero permanente en esas riberas que evocan zonas selváticas de los ríos colombianos. Dicha aventura la emprenden en una balsa que transportará Eliador, su río, su amigo.
Pero este río no es un personaje inanimado, por el contrario, tiene una interacción con Mateo; si bien al comienzo puede parecer extraño este diálogo, se entiende que la narración se circunscribe en una visión animista de la naturaleza, donde todo aparece personificado, como los árboles y los animales, pero no a través de una mirada condescendiente o ingenua, sino más bien holística, donde la naturaleza está tan viva como los seres que la recorren.
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Mientras se desplazan, Mateo recuerda diferentes historias y personajes que marcaron su vida, pero no los ve como si fuera el protagonista, sino a través de los ojos del río o de las poderosas evocaciones de otros personajes, lo que en esta edición se hace de manera muy inteligente a través de juegos tipográficos y cambios de color.
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Así, se narran principalmente tres historias: en la primera, Mateo niño se enfrenta a unos buscadores de oro que la selva termina devorando; en la segunda, la protagonista es la negra Francisca, una mujer que cuida un rincón especial del río, donde habitan diferentes animales de tonos azules; en la última, el niño busca y encuentra a Safir, un hombre que lo lleva a un lugar mágico donde una pequeña comunidad se dedica a cuidar animales heridos; finalmente, recuerda junto con Eliador su viaje al mar, que también marcó su paso a la adolescencia: “Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar”, como dice el poema de Jorge Manrique.
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Pero el viaje no termina allí y ni siquiera la muerte detendrá la leyenda de Eliador, el niño de bronce y un gato que parece un puma.
La narración es perfecta: la autora usa la palabra precisa, el adjetivo adecuado. Es en este aspecto donde se evidencia la experiencia de Gloria Cecilia Díaz (Premio Iberoamericano de Literatura Infantil y Juvenil), pues un lector desprevenido puede notar la experticia y el cuidado sin saber siquiera quién escribió el libro. Además, se destacan las ilustraciones de Carlos Manuel Díaz, que, por medio de diferentes técnicas artísticas, logra plasmar la suavidad, el ensueño y la nostalgia de este libro que, a su vez, nos habla de cambio, renovación y la comprensión acerca de nuestra propia existencia.
Eventos:
FIL Cali
Martes, 26 de octubre
Presentación de Eliador y el viaje de regreso.
La escritora Gloria Cecilia Díaz conversa con la periodista Lala Ocampo.
Hora: 11:00 a.m. (Hora Colombia)
Vía: Youtube FIL Cali
Festival LIJ 2021
Jueves, 28 de octubre
¿Cómo hablar con los niños acerca de la muerte?
Las escritoras Gloria Cecilia Díaz, Olga Lucía Jiménez conversan con el editor Fernando Rojas.
Hora: 10:00 a.m. (Hora Colombia)
Vía: Facebook Live Librería Lerner