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(Opinión) Asesinos canallas...

...es la expresión que alcanza a definir la categoría de personas que enfundadas en uniformes de las fuerzas del orden de un estado matan a un ser humano para complacer la diabólica contabilidad de un tendero llevado a ministro de guerra, (porque, matar con alevosía y ventaja, de defensa no tiene nada).

Mauricio Navas Talero

07 de junio de 2019 - 04:50 p. m.
Cortesía
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Lo que alienta a escribir esta columna no son los hechos macabros de militares matando indefensos para sumar a la tabla del debe y el haber de sus jefes,  esos son materia de otras autoridades que no sirven para un carajo como  el senado de este país, al que de república le falta mucho.

El motor para teclear este escrito es la perversión del lenguaje de la cual todos los periodistas son cómplices ya sea por acción, por inconciencia o por estupidez.  Llamar a un asesinato “falso positivo” es un acto degenerado del lenguaje y del redactor, y para entenderlo basta con ponerse en la piel de un padre al que la fuerza pública le ha secuestrado un hijo, lo ha asesinado a sangre fría, lo hace aparecer como guerrillero y  como clímax del  crimen la prensa bautiza el hecho como “Falso Positivo”. 

Si desea leer otra columna de Mauricio Navas Talero, ingrese acá: Escribir para la paz o escribir para la guerra

La palabra “positivo” tiene una carga sonora y energética favorable.  Nada puede haber positivo en un asesinato cobarde ejecutado con el amparo de las autoridades, investidas como tal por la ciudadanía. “Falso Positivo” confunde y no suena a delito, suena a algo que salió mal y punto. Imagino que para ser un poco más puntuales, algunos periodistas y funcionarios que quieren acercarse a la realidad de los términos usan entonces, “ejecución extrajudicial”, y los colombianos a los que, no importa en qué colegio estuvieron, son educados en el limbo cívico, se comen la expresión con la misma borrachera con la  que digieren el “falso positivo” sin reparar en algo tan básico como que en Colombia no existen las “ejecuciones judiciales” porque, al menos en la constitución, en este país no hay pena de muerte, luego ¿cómo puede existir una ejecución extrajudicial, si no hay ejecución judicial?, lógica formal de grado 10 o de quinto de bachillerato según la edad del lector.

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Si le interesa leer otra columna de Mauricio Navas Talero, ingrese acá: Con licencia para matar o los James Bond del trópico (Opinión)

El código penal colombiano no referencia el asesinato, se queda en homicidio, eso indica el buen gusto del legislador, no solamente se insensibiliza a la muerte sino que quiere que suene bonito! Y no, qué hacemos, pero no!, lo que han hecho las fuerzas armadas colombianas con los hombres que “no estaban recogiendo café” se llama ASESINATO CANALLA y lo que hizo el senado de la  NO REPUBLICA, se llama BELLAQUERIA!

Por Mauricio Navas Talero

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