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NSO que lo produjo, lo ha comercializado, para escuchar las conversaciones telefónicas y “activar el micrófono, la cámara, aspirar el carnet de direcciones, leer todos los mensajes de intercambio, por email o los mensajes más seguros”, informó el periodista Clément Baudet en el diario francés Le Monde del 21 de julio de 2021.
Interviene en la esfera de los gobiernos, con grave injerencia en los asuntos y secretos de Estado, lo que ha creado una gran alarma por la inestabilidad y crisis que crea. Se cree que el presidente francés, Emmanuel Macron, figura entre los objetivos del espionaje, originados en los servicios de información de Marruecos.
La injerencia informática de Marruecos en Francia, antigua colonia francesa, se explicaría porque las relaciones entre los dos países han pasado por épocas de crisis, de tensiones, esta vez en la órbita de Pegaso.
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Ante la gravedad de la situación, Amnistía Internacional, entidad defensora de los derechos humanos, ha pedido una moratoria en la utilización de las tecnologías de la supervigilancia, y exige que se tomen medidas de control para impedir abusos.
Pegaso casi sobrepasa los límites de la legalidad por lo que deber ser estrechamente controlada. Opera en un teléfono móvil y está en capacidad de recuperar mensajes, fotos, contactos para utilizarlos con propósitos oscuros. 180 periodistas, 600 hombres y mujeres dedicados a la política, 85 defensores de los derechos humanos, 60 directores de empresas, han sido objeto de espionaje y vigilancia.
Amnistía Internacional espera que la peligrosidad de Pegaso alerte a los gobiernos del mundo para que se pongan de acuerdo en reglamentar y controlar sus actividades.
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Edward Snowden, consultor en informática, uno de los pioneros de la sustracción informática, que trabajó con la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional, en 2013 reveló documentos secretos de la Agencia, publicados por los periódicos The Guardian y Washington Post que incluían programas de vigilancia masiva que el Departamento de justicia de Estados Unidos calificó como actividad criminal obligando a Snowden a pedir asilo en varios países y a refugiarse finalmente en Rusia.