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Más de 700 personas —entre ellas varios premios Nobel e intelectuales— han suscrito una petición para cancelar el concierto que el director ruso Valeri Guérguiyev tiene previsto el 27 de julio en el Palacio Real de Caserta, en el sur de Italia, debido a su cercanía con el presidente Vladimir Putin.
La iniciativa fue impulsada por Memorial Italia, filial de la emblemática organización rusa dedicada a preservar la memoria de las víctimas de los gulags y a denunciar el autoritarismo del régimen de Putin. La asociación ha presentado dos cartas con el mismo propósito.
La primera carta, dirigida a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y a Vincenzo De Luca, presidente de la región italiana de Campania, no solo solicita la cancelación del concierto, sino que también exige investigar el uso de fondos públicos para eventos que podrían promover propaganda rusa dentro de la Unión Europea (UE).
Entre los firmantes más destacados se encuentran Oleksandra Matviichuk, directora del Centro para las Libertades Civiles de Kiev y Premio Nobel de la Paz 2022; Oleg Orlov, Svetlana Gannushkina e Irina Shcherbakova, miembros de Memorial y también galardonados con el Nobel de la Paz 2022; los escritores Herta Müller (Premio Nobel de Literatura 2009), Jonathan Littell (Premio Goncourt 2006) y Mikhail Shishkin (Premio Booker Ruso 2000); el coreógrafo Alexei Ratmansky, del Ballet de Nueva York; la historiadora Anna Foa; y la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Pina Picierno.
La segunda misiva está dirigida a los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado italianos, donde se solicita la creación de un organismo parlamentario específico para supervisar y contrarrestar la propaganda rusa en Italia, país donde se han denunciado casos de apoyo a Putin entre políticos y figuras públicas.
Además, el caso está siendo objeto de un seguimiento especial por la Policía de Caserta ante el temor de que la protesta, promovida por asociaciones ucranianas pero también por disidentes rusos, pueda llegar dentro del Palacio Real, pues muchas entradas de las primeras filas, que ya se han agotado, han sido compradas por miembros de las asociaciones ucranianas, según medios locales.
El pasado martes, Julija Navalnaja, la viuda del fallecido opositor ruso Alexéi Navalni, pidió públicamente a las autoridades italianas que impidieran la participación de Guérguiyev en Caserta por considerarlo “cómplice de los peores crímenes” de Putin.
La presencia de Guérguiyev en Italia “sería un regalo para el dictador” ruso, escribió en una carta abierta publicada por el diario “Repubblica”, en la que recordaba que el músico ha respaldado públicamente, durante más de una década, las políticas del Kremlin, incluida la anexión de Crimea en 2014 y la invasión de Ucrania en 2022.
La polémica ha generado reacciones encontradas en Italia. Algunos representantes institucionales, como Picierno, del opositor Partido Demócrata, han criticado la invitación al director, mientras que otros, como el subsecretario de Exteriores Ivan Scalfarotto, advirtieron contra el “riesgo de censura cultural”.
Por su parte, el ministro de Cultura de Italia, Alessandro Giuli ha señalado que el concierto de Guérguiyev “puede convertir un acontecimiento musical de alto nivel” en “una caja de resonancia de la propaganda rusa”, algo que ha tildado de “deplorable”, aunque “el arte es libre y no puede censurarse”.
El festival “Un’estate da Re” (“Un verano de reyes”) se celebra cada año con fondos públicos de la región Campania (Nápoles) y está dedicado a grandes nombres de la música clásica internacional.