Prográmese para el documental “Munch, la retrospectiva”, en Cine Colombia

El Museo de Munch y el Museo Nacional de Noruega, ambos en Oslo, realizaron una retrospectiva sobre la obra del maestro Edvard Munch, reuniendo 220 de sus pinturas. El nombre de la exposición fue “Munch 150” y fue catalogada como un espectáculo único en la vida”. Llamó la atención del mundo, que se impulsó también por el récord de subasta de uno de sus cuadros de la serie “El grito”, que para entonces logró un valor de $120 millones de dólares.

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El documental que podrá verse en Cine Colombia fue dirigido por Phil Grabsky, que con el equipo de Seventh Art Production viajó Olso para registrar cada uno de los pasos que tuvieron que seguirse para la construcción de este evento. Además del seguimiento a “Munch 150”, el filme también narra la historia de vida de un artista que reflejó en su obra las ansiedades psicológicas, políticas, ambientales y económicas de la segunda mitad del siglo XIX; imágenes de la ocupación alemana de Noruega en la Segunda Guerra Mundial, y los testimonios de historiadores y curadores especializados en Munch.

Edvard Munch nació en Loten, Noruega (1863- 1944). Su vida transcurrió entre pérdidas, primero la de su madre, que murió de tuberculosis cuando él tenía 5 años, y después la de su hermana, que falleció poco tiempo después a causa de la misma enfermedad. Su infancia quedó a cargo de su padre, quien lo crio bajo las imposiciones del fanatismo religioso y con el que más adelante tendría que enfrentar la reclusión de su otra hermana en una institución mental. Para Munch, el estado de calma era lejano. Su personalidad se forjó bajo los sobresaltos que generan la muerte, la ausencia, la soledad, los límites y la resignación: las sensaciones en las que basó su talento y obra.

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“El grito”, “La niña enferma”, “El beso”, “Melancolía”, “Noche”, “El Vampiro”, “Muchachas en el muelle”, “Madonna”, “Pubertad”, “Muerte en la alcoba”, y “La danza de la vida”, fueron algunas de sus obras más importantes, cuadros que pintó interesado en captar el espíritu y las emociones humanas, además de exponer sus más profundos tormentos. En 1880, Munch abandonó sus estudios de arquitectura para dedicarse a la pintura. Vivió y estudió becado en París, donde conoció el impresionismo y el post-impresionismo, conocimientos que más adelante le ayudarían a convertirse en el precursor fundamental del expresionismo alemán: un movimiento que transformó el arte al darle voz a las pasiones más íntimas de los individuos.

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El Museo de Munch y el Museo Nacional de Noruega, ambos en Oslo, realizaron una retrospectiva sobre la obra del maestro Edvard Munch, reuniendo 220 de sus pinturas. El nombre de la exposición fue “Munch 150” y fue catalogada como un espectáculo único en la vida”. Llamó la atención del mundo, que se impulsó también por el récord de subasta de uno de sus cuadros de la serie “El grito”, que para entonces logró un valor de $120 millones de dólares.

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Edvard Munch nació en Loten, Noruega (1863- 1944). Su vida transcurrió entre pérdidas, primero la de su madre, que murió de tuberculosis cuando él tenía 5 años, y después la de su hermana, que falleció poco tiempo después a causa de la misma enfermedad. Su infancia quedó a cargo de su padre, quien lo crio bajo las imposiciones del fanatismo religioso y con el que más adelante tendría que enfrentar la reclusión de su otra hermana en una institución mental. Para Munch, el estado de calma era lejano. Su personalidad se forjó bajo los sobresaltos que generan la muerte, la ausencia, la soledad, los límites y la resignación: las sensaciones en las que basó su talento y obra.

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