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El sentido del por qué y el para qué estamos en este mundo, es una de las incógnitas que el ser humano se ha cuestionado durante siglos. ¿Qué hay más allá? ¿Es la existencia humana la consecuencia de algún propósito de un ser supremo? O ¿es solo una casualidad más del universo que crea vida en esta tierra con una existencia lineal y limitada en la creación? Estos, entre otros cuestionamientos, son los que se plantea Jeb Pyre (Andrew Gierfield), el personaje principal de ‘Por mandato del cielo’, una serie basada en el libro de Jon Krakauer, ‘Under the Banner of Heaven’ (2003).
Tomando como referencia a los mormones y un hecho de la vida real, esta serie plantea una cuestión que va más allá de una sola religión: las creencias. A través de siete capítulos, nos cuentan cómo fue el asesinato de Brenda Wright Lafferty y las razones que llevaron a él. Brenda es una joven carismática y con ganas de entender el mundo más allá de lo que ha aprendido en su niñez, pero en el transcurso de la serie se va convirtiendo en una constante incomodidad para los hermanos Lafferty, la familia de su esposo, Allen Lafertty.
La familia política de Brenda tiene una relevancia social importante en una pequeña comunidad mormona de Utah, Estados Unidos, siendo una familia numerosa y tradicional de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD). La narrativa se entreteje en tres hilos conductores. Por un lado, nos presentan el caso del asesinato de Brenda y su bebé de 15 meses, que tiene que ver con cuestiones de creencias, y, por otra parte, usan el recurso cinematográfico de los flashbacks para contar los comienzos de la iglesia mormona y su creador Joseph Smith en 1820.
Todo esto, hilado a través de la vida y el trabajo de Jeb Pyre, un detective mormón, entregado a su creencia y su familia, quien entra en una crisis de fe debido al caso que le fue asignado.
La construcción de Jeb Pyre
Aunque la historia está basada en hechos reales, el personaje de Jeb Pyre fue creado para la narrativa de los sucesos presentados. Así lo explicó el guionista Dustin Lance Black.
Andrew Garfield, quien fue nominado a varios premios cinematográficos por su papel en la serie —entre esos un Emmy—, nos muestra a un hombre devoto, que sigue los principios y las normas de su comunidad, pero que se enfrenta con una dicotomía emocional cuando el caso lo obliga a enfrentarse con su religión y la Iglesia. Pyre explora lo que el ser humano llega a replantearse cuando los pilares que considera parte de su identidad se ven confrontados con sus creencias, la institución que las representa y lo que él debería ser en términos morales.
Así inicia la historia de Pyre, quien intenta resolver el crimen de Brenda y su hija junto a su compañero detective Bill Taba, descendiente de los ‘Paiute’ (una tribu indígena antigua). Si bien esta es una historia de crimen policial, las escenas del asesinato no son explícitas desde el inicio, algo que plantean diferente a otros títulos del género, dando desde el inicio lugar a la intriga sobre los detalles del asesinato que se van develando a través de los capítulos.
Las reacciones del detective Pyre en la escena nos revelan la atrocidad del crimen. Allen Lafferty, el esposo de Brenda, decide entregarse para esclarecer el asesinato de su familia y es por medio de sus declaraciones que se inicia la trama, pues asegura que su esposa fue asesinada por hombres de barba larga, puristas y extremistas mormones. Este es el primer acercamiento del caso con las creencias de Pyre, quien inicialmente muestra su repudio y desacuerdo a las palabras de Allen.
A medida que avanzan las escenas y la investigación policial, Pyre descubre un pasado que desconoce sobre su religión y se enfrenta a la agobiante posición a la que muchos creyentes, sin importar la religión, llegan en algún momento: ¿es la duda y los cuestionamientos una muestra de debilidad espiritual o falta de fe? ¿Acaso las interrogantes sobre nuestra fe nos hacen menos creyentes? ¿Está traicionando sus principios o su fe? Y, del otro lado, ¿cómo enfrentar el rechazo y los prejuicios de la comunidad de la que hace parte?
El asesinato de Brenda Wright Lafferty
Los hermanos mayores de la familia Lafferty tienen que hacerse cargo del negocio familiar y la familia misma cuando sus padres deciden irse en una especie de voluntariado. Este es el inicio de una cadena de sucesos desastrosos protagonizados por los hermanos Dan y Ron Lafferty, los principales actores del crimen en cuestión y fundamentalistas mormones, pero, ¿qué los lleva a cometer este crimen?
Como en muchas doctrinas religiosas, se plantea que llegará ese alguien escogido por Dios que redimirá y cambiará la iglesia, quien bajo la bandera de Dios guiará a sus seguidores por el camino correcto y verdadero. Un discurso que, cuando es interpretado literalmente, puede ser tan peligroso como extremista. Este es el caso de Ron y Dan, quienes creen ser ‘los elegidos’ por Dios para llevar a su comunidad a la redención y que bajo esa premisa crean una lista de expiación luego de rebelarse contra la iglesia de la comunidad y alegar que la verdad está en volver a los inicios fundamentalistas de su religión.
Luego de verse en medio de una situación económica poco favorecedora, Ron decide no pagar impuestos al Estado y crear una “Escuela de profetas”, como él lo llama, que es un grupo de mormones que se reúnen a estudiar las escrituras y que van en contra de ciertas normas y leyes, como el pago de impuestos. En medio de este discurso entra el personaje principal, Brenda, quien cuestiona las decisiones de los hermanos y evita que Allen, el hermano menor y su esposo entre en este nuevo régimen de fe, algo que a los hermanos Lafferty no les hace gracia.
La comunidad de la que hace parte Brenda es pequeña y conservadora, donde el papel de la mujer, como en muchas doctrinas, tiene un rol de soporte al esposo y no de liderazgo. Esto hace que ella sea una mujer más liberal y rebelde a los ojos de algunas personas de la comunidad y, por supuesto, ante la familia Lafferty. Siendo fiel a sus convicciones y sin dejar de lado su fe, Brenda intenta ayudar y aconsejar a la esposa de Dan, una de sus ‘hermanas mormonas’, como ellas se llaman. Esto le costaría la vida.
Convencido de que es el elegido, Dan escribe una revelación ordenada por Dios en donde busca hacer una limpieza a iglesia, haciendo lo necesario para detener a aquellos que él considera se oponen a volver a los inicios de su credo. Es por eso que inicia la ‘expiación de sangre’, una doctrina antigua en la cual sus seguidores creen que los pecados eternos deben ser limpiados a través de la sangre del pecador y no de Jesucristo, así pues, la sangre de esa persona debe ser derramada sobre la tierra como sacrificio por sus pecados. Esta fue la creencia de la que Brenda y su bebé fueron víctimas. Dicha lista incluía otras personas de la comunidad luego de que Dan y Ron fueran excomulgados por su iglesia debido a la rebeldía y comportamientos inadecuados de Ron, al justificar sus acciones y comportamientos en las escrituras antiguas, como el incesto.
El descubrimiento de estos sucesos hace que el detective Pyre se sienta cada vez más dividido en lo que considera correcto y lo que la iglesia le dice que es el deber ser por respeto a la iglesia y su fe, pues buscan minimizar los hechos sobreponiendo la importancia de la reputación de la institución y la doctrina de su religión, presionando así Pyre a no investigar de más.
La presión social que recae en una persona cuando se entra en una reflexión personal sobre las creencias y el porqué de ciertas doctrinas, juega un papel importante en la serie, casi como si fuera una reflexión sobre la necesidad del ser humano de sentirnos parte de y no decepcionar a aquellos que rodean el contexto social en donde nos desarrollamos y crecemos. Pyre ve cómo esas estructuras sociales, con las que se identificaba con fervor empiezan a ser contradictorias, al conocer la motivación detrás del asesinato de Brenda y la reacción de los superiores en su iglesia frente al caso, enfrentándose a los cuestionamientos de la comunidad SUD de su pueblo, e incluso al de su propia familia.
Es así como ‘Por mandato del cielo’ nos cuenta la historia del brutal asesinato cometido contra Brenda Wright Lafferty y nos envuelve en una reflexión de cómo el fanatismo puede cegar al ser humano por convicción de fe. Un claro ejemplo de que los extremos, en cualquier tipo de campo social, pueden ser muy dañinos. Dan y Ron Lafferty fueron condenados en la vida real por asesinato en 1985. Ron Lafferty fue condenado a muerte, aunque murió en 2019 de muerte natural antes de su ejecución, y Dan Lafferty aún cumple su condena a cadena perpetua.