Se cumplen 427 años del nacimiento de la pintora Artemisia Gentileschi
La artista fue revolucionaria en su época, pues su visión de mujer encontró un nicho propio en un oficio que era considerado exclusivo para los hombres.
Gentileschi nació en 1593 y fue la única mujer entre cuatro hermanos. Su pasión por la pintura fue inherente a su existencia y su destreza en el oficio la adquirió gracias a los años que vivió dentro del estudio de arte de su papá, el pintor Orazio Gentileschi. La vena artística la tenía. Sin embargo, la pintora se caracterizó por crear su propio estilo a partir de la exaltación de las mujeres y de su visión como tal.
Según se lee en un artículo de la BBC, la pintora se caracterizó por visibilizar en su arte a mujeres fuertes y sufridas, heroínas y víctimas, suicidas y guerreras. Según Roland Barthes, citado en el portal británico, Gentileschi rompió con los esquemas tradicionales y promovió “una nueva ideología que nosotros modernos leemos claramente: la reivindicación femenina”. Precisamente, este es el valor histórico de la artista italiana: el haber logrado, a través del arte, mostrar que las mujeres son más que unas musas o diosas para los pintores.
“A pesar de la perfección de los artistas del siglo XVII en los desnudos de sus Venus y Dianas, los desnudos de Artemisia captan con una veracidad no alcanzada por los hombres el cuerpo de la mujer y sus emociones”, se lee en El País de España. Gracias a esto, la pintora logró mostrar en sus obras la fortaleza de las mujeres y la apropiación del cuerpo femenino, a partir de la estética de una de ellas. Su sello artístico, incluso, la llevó a conquistar escenarios artísticos reservados exclusivamente para los hombres. Este es el caso de la Academia de las Artes y del Diseño de Florencia, que recibió por primera vez, y con la admisión de Gentileschi, a una mujer, informa el diario español.
Una sociedad italiana cerrada, en la que las mujeres no tenían espacio de expresión, fue el escenario de surgimiento y consolidación de una artista libre, independiente y autosuficiente. Incluso, según se lee en el diario español, se dice que ella misma negociaba la venta de sus cuadros. “Los compradores de arte, conscientes de ello, solían encargarle temas que representaban heroínas del pasado [como Catalina, Diana o Cleopatra]. Ellos querían tener un cuadro de mujer fuerte pintado por otra mujer fuerte”, afirmó Francesca Cappelletti, historiadora de arte, a El País. De ahí se entiende que Artemisia Gentileschi sea considerada a la fecha como un referente del feminismo.
Gentileschi nació en 1593 y fue la única mujer entre cuatro hermanos. Su pasión por la pintura fue inherente a su existencia y su destreza en el oficio la adquirió gracias a los años que vivió dentro del estudio de arte de su papá, el pintor Orazio Gentileschi. La vena artística la tenía. Sin embargo, la pintora se caracterizó por crear su propio estilo a partir de la exaltación de las mujeres y de su visión como tal.
Según se lee en un artículo de la BBC, la pintora se caracterizó por visibilizar en su arte a mujeres fuertes y sufridas, heroínas y víctimas, suicidas y guerreras. Según Roland Barthes, citado en el portal británico, Gentileschi rompió con los esquemas tradicionales y promovió “una nueva ideología que nosotros modernos leemos claramente: la reivindicación femenina”. Precisamente, este es el valor histórico de la artista italiana: el haber logrado, a través del arte, mostrar que las mujeres son más que unas musas o diosas para los pintores.
“A pesar de la perfección de los artistas del siglo XVII en los desnudos de sus Venus y Dianas, los desnudos de Artemisia captan con una veracidad no alcanzada por los hombres el cuerpo de la mujer y sus emociones”, se lee en El País de España. Gracias a esto, la pintora logró mostrar en sus obras la fortaleza de las mujeres y la apropiación del cuerpo femenino, a partir de la estética de una de ellas. Su sello artístico, incluso, la llevó a conquistar escenarios artísticos reservados exclusivamente para los hombres. Este es el caso de la Academia de las Artes y del Diseño de Florencia, que recibió por primera vez, y con la admisión de Gentileschi, a una mujer, informa el diario español.
Una sociedad italiana cerrada, en la que las mujeres no tenían espacio de expresión, fue el escenario de surgimiento y consolidación de una artista libre, independiente y autosuficiente. Incluso, según se lee en el diario español, se dice que ella misma negociaba la venta de sus cuadros. “Los compradores de arte, conscientes de ello, solían encargarle temas que representaban heroínas del pasado [como Catalina, Diana o Cleopatra]. Ellos querían tener un cuadro de mujer fuerte pintado por otra mujer fuerte”, afirmó Francesca Cappelletti, historiadora de arte, a El País. De ahí se entiende que Artemisia Gentileschi sea considerada a la fecha como un referente del feminismo.