Publicidad

Semana Santa hace décadas, según mi abuela

Nos recordábamos de madrugada, en esos días había que mañaniar [sic] mucho. Jueves y Viernes Santo era pecado bañarse, mi mamá decía que uno se volvía pescado. Esa semana era como de tristeza más bien, le tocaba a uno guardar luto todos esos días.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Mauricio Fuentes Mayorga
03 de abril de 2021 - 05:00 p. m.
"El Viernes Santo la vigilia se hacía en nombre de nuestro Señor y el sábado en nombre de María Santísima"
"El Viernes Santo la vigilia se hacía en nombre de nuestro Señor y el sábado en nombre de María Santísima"
Foto: Pixabay
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Todos los días bajábamos a misa, pero en esa semana no se hacían sonar las campanas, endenantes tapaban las campanas como con una tela morada, el cura mandaba un chino sacristán con una matraca haciendo bochinche para llamar a misa.

En la casa mi papá no dejaba ni que garláramos nada entre nosotros.

En las misas de Semana Santa mi mamá tenía la costumbre de confesarse y comulgar todos los días.

Mi abuela cogía y tapaba las imágenes que hubiera en la casa desde el Miércoles de Ceniza y el día de resurrección las destapaba.

El Domingo de Ramos tocaba llevar el ramo y hacer procesión por todo el pueblo, elegían un chino chiquito que fuera bien bonito y lo vestían a la antigua, como en la época de nuestro señor y lo montaban en un burro.

En el pueblo el cura solo hacía lavatorio de pies a los hombres, entonces mis hermanos pasaban obligados por mi papá, las mujeres nos pasaban por allá pa’tras y a nosotras nos tocaba cantar mientras hacían el rito.

Lo invitamos a leer la reflexión A propósito de los Simpson: ¿la filosofía puede explicar el comportamiento autodestructivo?

El Jueves Santo se sudaba pescado seco y el Viernes Santo se hacía la sopa de pan, a nosotras las chinas y a mamá nos gustaba hacer colaciones, también amasábamos harta harina pa’ hacer el pan pa’ las sopas.

Cuando yo taba pura china chiquita me asustaba la misa porque el cura no hablaba sino que cantaba y la decía de espaldas y en latín, esas romerías a las procesiones era de mucha gente; Jueves y Viernes Santo no se podía hacer nada, no se trabajaba, no se hacía nada, ni siquiera a los animales de la casa se ponían a trabajar ni ordeñar o recoger huevos.

El Viernes Santo la vigilia se hacía en nombre de nuestro Señor y el sábado en nombre de María Santísima.

Puay cerca, había unos vecinos que le daban rejo a los hijos y nietos en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, quizque pa’ ayudar a Jesús en la cruz. Había unas beatas que ayunaban todo el Viernes Santo, ni un tinto se jartaban.

Los que tenían radio solo lo prendían pa oyir el sermón, en la emisora no pasaban música, los hombres no podían beber guarapo ni chicha ni nada de nada. Y mucho menos las parejas de casados se podían poner a «hacer groserías» porque ahí mismo quizque quedaban pegados.

Por Mauricio Fuentes Mayorga

Conoce más

Temas recomendados:

 

Ernesto(fn1cz)03 de abril de 2021 - 09:19 p. m.
Eran medidas coercitivas, pero servían para alivianar la mente, el espíritu y el organismo; alcanzo a recordar que las emisoras cambiaban su programación habitual de música "pagana" y radionovelas, por una emisión de conciertos de música clásica y religiosa y la alimentación bastante frugal, basada en agua, pan ácimo, pescado y caldos depurativos. Lógico, el cuerpo, era el más beneficiado.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.