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Solo quedan las palabras

Breve semblanza del poeta y gestor cultural Giovanny Gómez Gil (1979- 2021), director del «Festival Internacional de Poesía Luna de locos», quien murió en Pereira el 7 de agosto.

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Édison Marulanda Peña*
09 de agosto de 2021 - 05:03 p. m.
Giovanny Gómez nació en Bogotá, pero desde 1992 residió en Pereira.
Giovanny Gómez nació en Bogotá, pero desde 1992 residió en Pereira.
Foto: Archivo particular
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«La poesía me salvó de llegar a ser un malevo», me dijo Giovanny Gómez una noche en el Teatro Municipal Santiago Londoño, evocando momentos difíciles que vivió en Bogotá junto a su madre Luz Dary, sus hermanos menores que él: Andrés y Luis Carlos. Fue antes de elegir a Pereira como la tierra que le daría todas las oportunidades.

Para empezar este duelo, déjenme recordar al poeta precoz, el gestor cultural, al esposo de Diana Trujillo, de quien se enamoró en el colegio donde ambos estudiaron la secundaria y él iba dos grados adelante; a los hijos que tuvieron, Juan Felipe y Luciana.

Giovanny fue integrante aventajado del Taller literario La Fragua, que fundó y dirigía el profesor de español y poeta Rubén Darío Sierra, en el colegio Rafael Uribe Uribe, (cl 14 con cra 13, donde empieza la Avda Circunvalar; fue demolido). Él y otros más no pretendían emular con Rimbaud, solo eran jóvenes tocados por el misterio de la palabra que recrea mundos y seres. Gracias al respaldo de un rector sensible, Humberto Bustamante, la institución publicaba antologías de esos trabajos cada año.

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Aquel muchacho de voz suave, tenía 16 años cuando lo conocí. Él cursaba grado 10º, cuando yo era director de la Biblioteca Pública Ramón Correa Mejía; no pasaba inadvertido para el bardo y humanista Eduardo López Jaramillo, el fundador de la revista Pereira cultural, el que nos aproximó a Alejandría con sus versiones libres de los poemas canónicos de Constantin Cavafy.

Se me ocurrió en 1996 promover las letras juveniles –solo existían convocatorias para la Colección de Escritores Pereiranos y el Concurso Nacional de Novela Aniversario Ciudad de Pereira–, creando el Concurso intercolegiado de poesía Luis Fernando Mejía, en aquel momento un nombre proscrito por una necedad política de los años 80, quien en todo caso había obtenido reconocimiento con premios en España.

El joven Giovanny participó en el certamen con dos poemas, uno de estos llevaba el nombre Canto de guerra, ocupó el segundo puesto; ganó una colegiala que tuvo la osadía de escribir poesía erótica, su nombre es un agujero en mi memoria conmocionada. Una integrante del jurado fue la filósofa experta en Ciorán, poeta y traductora, Liliana Herrera Alzate.

Todo lo demás ya se sabe. Por uno de esos desencuentros inducido por consejos erráticos de adultos, el joven apasionado por las letras se matriculó en Ingeniería eléctrica. Resistió con denuedo siete semestres y luego solicitó la transferencia a la Licenciatura en Español y Literatura. Cuando era estudiante universitario fundó en 1998 Luna de locos. Primero fue un espacio para hacer lectura de poesía y presentar las voces de varias generaciones de poetas, que encienden luces en los días y noches de nuestra vida en penumbra, en el planetario de la Universidad Tecnológica de Pereira. Después, en abril de 1999 se convirtió en revista impresa. En el editorial del no. 1 se lee: “Con el fuego para transgredir e inmortalizarnos, Luna de locos presenta una serie de doce (12) programas de poesía bajo las estrellas. Para este testimonio es difícil definir como memoria estas páginas de poesía, sin extrañar el universo entero girando sobre nuestras cabezas […]”.

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En los números sucesivos Giovanny Gómez y un equipo del que hacía parte el diseñador Gussie Valencia, consiguió ubicarla en todas las latitudes. En ella han publicado poetas importantes y/o anónimos del mundo entero, contando con el trabajo de traductores-intérpretes que construyen el puente lingüístico.

Para obtener esa cosecha abundante, también aportó su solidaridad y buenos oficios el escritor y poeta William Ospina, quien desde un primer momento lo apoyó y continúo.

Unos años después, aquel sueño colectivo de papel y tinta se transformó en el Festival Internacional de Poesía Luna de Locos, que hizo de Pereira un destino de los nómadas que van y vienen para sanar la palabra.

El cine arte contó con la tenacidad de Giovanny y la comprensión de la Cámara de Comercio de Pereira, para fundar y mantener el programa Cine con alma y las actividades complementarias como la Óptica del sueño, Eurocine para promover las novedades del séptimo arte de Europa.

Ya trabajaba como director del área cultural de esa entidad privada y desde allí concibió «Paisaje, café y libro. Feria del libro del Paisaje Cultural Cafetero», que lleva la impronta de su visión y compromiso. Gracias a un equipo de colaboradores mantiene la intención de incrementar la lectura y los espacios de encuentro entre la industria editorial, autores y el público lector.

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Entre los reconocimientos que alcanzó en su oficio de artesano de la palabra están: Premio de Poesía María Mercedes Carranza en 2006, por el libro Casa de humo; Premio Letras del Mundo 2012 de la Editorial mexicana Ediciones Sin Nombre, que dirige la escritora Ana María Jaramillo. Su segundo libro, Lo Invisible, se publicó en Colombia en 2014 y fue traducido al italiano, griego e inglés.

En septiembre de 2016 lo invité al programa Cantando historias del cual soy realizador en la Emisora Cultural Remigio Antonio Cañarte.

El viernes 13 de agosto a las 7:00 pm se volverá a emitir aquella entrevista-perfil, como tributo a su vida y legado cultural. La primera pregunta dice: –¿La poesía lo encontró a usted o se topó con ella por accidente?

Como un poeta está hecho de silencio y palabras comparto uno de sus poemas, ahora que definitivamente nos quedan las segundas, tras emprender su viaje definitivo Giovanny Gómez Gil.

TIEMPOS

Hablo de los días y las noches

del trepidar de calles

del sol que perjura en sus navajas

Hablo de una llaga en mi espalda

donde el peso del mundo duele

de lo único que no dejan ver los cristales

del rencor y su transparencia en la sangre

Hablo de un animal dormido

y compases de vals con mariposas en mi alberca

Hablo de no poder ignorar

las auroras con sus muertos

de mis manos sudorosas

de las paredes donde se oculta el amor

del dios que canta en esas orillas

donde se rompen las olas.

*Periodista, escritor y profesor del Departamento de Humanidades de la UTP.

Por Édison Marulanda Peña*

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Magdalena(45338)12 de agosto de 2021 - 12:19 p. m.
Que hermosa semblanza del poeta "Giovanny Gómez".Gracias
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