Narenjestán, un barrio de casas viejas y desocupadas, se ubica en la ciudad sureña de Shiraz, conocida por su arquitectura, sus frondosos jardines y sus célebres poetas. Se trataba de un barrio viejo y olvidado, hasta que el artista Adel Yazdi decidió transformarlo en un colorido tapiz.
“La mayoría de los muros dilapidados en el antiguo Shiraz no tienen valor histórico”, comentó Yazdi, quien asumió la tarea de revitalizar Narenjestán. Para ello, Yazdi transformó los muros del barrio en un lienzo en el “que cuenta las historias de la gente” que vive allí, según explicó.
Motivos arabescos y rostros en relieve tallados con detalles minuciosos y pintados de tonos vivos de verde, rosado, azul y morado adornan ahora los muros. Los diseños y colores del arte de Yazdi, cuyo arte tiene una fuerte influencia del surrealismo, muestran un lado diferente de la herencia artística de Irán, uno que va más allá del enfoque tradicional de la arquitectura persa o islámica.
Furor en las redes sociales
El arte incluye el rostro de Sherazade, dice Yazdi, en alusión a la legendaria contadora de cuentos de “Las mil y una noches”.
La obra de Yazdi sobresale en Shiraz, donde son escasos los grafitis y murales, y se ha convertido en una atracción turística que triunfa en las redes sociales. Una de sus visitantes fue Mahdieh, una mujer de 40 años —que prefirió no revelar su apellido—, que descubrió los murales de Yazdi en Instagram. “Llegué ayer a Shiraz (...) y fue el primer sitio que quise visitar”, comentó.
Yazdi vive en el mismo lugar en el que instaló su taller, un edificio centenario de estilo arquitectónico tradicional persa, que está ubicado al final de un callejón. En su interior, hay pequeñas habitaciones organizadas alrededor de un jardín. Es un lugar repleto de artefactos y esculturas, como la bodega de un museo en donde abundan las réplicas de las puertas de las mezquitas chiitas.
Maedah, un ingeniero de 30 años, afirmó que la casa de Yazdi recuerda a “otros sitios históricos de la ciudad como el jardín Eram y el mausoleo del poeta Hafez.
Yazdi dijo inspirarse en el Centro Pompidou, un museo que transformó el corazón de París en los años 1970. El artista espera que sus esfuerzos puedan convertir los callejones de Shiraz en un lugar igualmente vibrante.
A los visitantes de su casa les llama especialmente la atención lo que Yazdi describe como “la habitación de los dedos”, que es un lugar en el que instaló unas 14.000 esculturas de dedos en techo, todos apuntando hacia abajo.
“La habitación se inspira en la leyenda de un ángel que cuenta las gotas de lluvia con miles de dedos”, dice en referencia a una fábula islámica. “Esos dedos están allí para recordar que el momento presente es precioso y que debemos aprovecharlo”, concluyó.