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Este viernes el director colombiano Simón Mesa Soto recibió el Premio especial del jurado Un Certain Regard (Una cierta mirada) en el Festival Internacional de Cine de Cannes por su última película Un Poeta. Este es el segundo reconocimiento más importante de esta categoría.
El jurado que le otorgó el premio estuvo presidido por la directora británica Molly Manning-Walker e incluyó a la guionista y directora Louise Courvoisier (Francia), la programadora Vanja Kaludjercic (Croacia), el cineasta Roberto Minervini (Italia) y el actor Nahuel Pérez Biscayart (Argentina).
Esta es la segunda vez que este realizador se hace con un galardón en este evento. La primera ocurrió en 2014 cuando recibió una Palma de Oro por su cortometraje Leidi.
“Esto es un sueño para todos, no solo para mí. Quiero dedicar este premio a todos los que están aquí presentes y que hacen películas, que hacen arte, porque es algo muy difícil de hacer”, expresó el director durante la ceremonia de premiación.
La cinta, que se estrenó el pasado 19 de mayo en el Festival, ha recibido elogios de la crítica internacional. Gabriela Bravo Chiappe, crítica del medio chileno Culturizarte, por ejemplo, afirmó que había sido la mejor película que había visto en todo el Festival.
¿De qué trata “Un poeta” la producción que recibió el Premio especial del jurado “Un certain regard”?
Mesa Soto ha dicho en otras ocasiones que se trata la historia de él mismo, pero “en su peor versión”. “Es la película más personal que he hecho. Nació de preguntarme qué pasaría si fracasara en el arte y de querer hablar de la creación desde adentro, sin idealizarla”, le contó en una entrevista al diario El Tiempo.
La historia sigue a Óscar Restrepo, interpretado por Ubeimar Ríos, un viejo poeta que reconoce que su talento ya no lo llevará a ser parte del canon literario de su época. Sin embargo, en medio de su resignación, conoce a Yurlady (Rebeca Andrade), una joven que demuestra talento en su arte y él se propone ser su mentor.
Nace entonces una historia en la que esta pareja, insegura sobre lo que significa realmente dedicarse a su poesía —él, desde la experiencia; ella, desde la ignorancia—, empieza a cultivar la poesía. Todo esto está atravesado, como usualmente sucede en las producciones de Mesa Soto, por el contexto colombiano.
