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A pocos días de las elecciones, ¿cuál es el panorama que ha visto en el país?
Creo que vamos a pasar a una etapa superior de la corrupción en Colombia porque estas elecciones se han convertido en una piñata electoral de un montón de grupos que se juntan alrededor de un candidato, que hacen negocios e invierten, y si ese candidato gana, significará que no va a alcanzar la plata para pagarles a todos los inversionistas. Esa es la expresión más cruda de la corrupción.
¿Cuál es la diferencia de eso frente a lo que siempre ha pasado?
Una de esa diferencia es que hemos visto una feria de avales y coavales, diversos y contradictorios, asociado a un deterioro de la política asociada con los partidos políticos. No hay propuestas y es difícil decir que un partido determinado representa algunas. En Atlántico, alrededor de Elsa Noguera están todos los partidos políticos, en Antioquia también alrededor de Aníbal Gaviria hay un buen número. En Meta hay un señor que se llama Juan Guillermo Zuluaga que tiene nueve avales. Eso es una perversión de la política.
Es como una reconfirmación de la crisis de los partidos políticos...
Es la expresión más tangible y profunda. Y esto va a asociado a una cantidad de plata que no se sabe de dónde viene y, según leí al procurador en una entrevista, no hay capacidad de las autoridades para enfrentar esa situación. En todos los pueblos hay especulaciones sobre las especulaciones. Hablando de Aida Merlano y el informe de El Espectador el domingo sobre Gerlein, uno podría pensar que en Colombia la única que compra votos es Aida Merlano, pero no. Eso es un chiste y son unos maestros para disfrazarse. Siempre he dicho que de la forma cómo se llega al poder, así se gobierna. Si negocian, roban. No le ponga matices a eso.
Pero de todas formas ganan candidatos, a pesar de sus compañías y sus formas de hacer política...
Yo veo creciendo un malestar ciudadano, que es profundo. Hay una sensación en la ciudadanía de que nos están robando. y eso genera una desconfianza en las instituciones, y no son accidentes las encuestas que dicen que las personas no creen. Eso es muy costoso para una sociedad.
Ante todo eso que dice, el Congreso no fue capaz de tramitar una reforma política que le diera dientes a las autoridades electorales para controlar la financiación.
El Congreso no se ha dado por enterado, y todas las elecciones locales tienen como protagonistas a los congresistas. Hablan de que tiene alcaldes, concejales, ediles, y ellos son el puente para negociar desde la parte territorial con el Gobierno Nacional, con las excepciones, sin embargo, no han sido capaces de reformarse. Imagínese que hoy una cantidad de partidos repartiendo avales, y nosotros que tenemos 20 años participando, con todos los votos que hemos sacado, y no tenemos personería jurídica, pero vemos un montón de partidos con unos nombres "extraordinarios", con rumores sobre venta de avales, con personerías.
¿A qué le está apostando Compromiso Ciudadano, su movimiento, para las elecciones del domingo?
Tenemos muchos candidatos en el país, algunos con firmas y otros que tiene avales del Verde o del Polo. Y la insistencia es que hay que participar, porque la única forma de enfrentar la corrupción es participando y votando. El camino es largo y nos enfrentamos a pie a unas maquinarias potentes y descomunales. Los candidatos lo están haciendo con ganas, con decisión y con principios.
¿En Medellín por qué fue tan difícil lograr el apoyo de la Alianza Verde a Beatriz Rave, que es la candidata de Compromiso Ciudadano?
Con el verde, en algunas partes, tenemos unas discrepancias políticas profundas de principios. En Antioquia la tenemos. Por ejemplo, los verdes apoyan a Aníbal Gaviria a la Gobernación, junto con el Liberal, Cambio Radical, la U, con los que han sido nuestros rivales políticos durante 20 años, y no tuvieron ningún problema. Eso se vio reflejado en esa situación.
Usted intentó, muy tarde, una alianza con Humberto de la Calle en las presidenciales. En Medellín, Rave no pudo lograr un acuerdo a tiempo con Juan David Valderrama, que son candidatos que comparten propuestas. ¿Por qué no se pudo?
Cada grupo tiene su visión y sus condiciones y cada líder debe tomar sus decisiones. Lo intentamos, pero no fue posible. En toda Colombia hemos propuesto que personas que tuvieran espacios mínimos en común pudieran juntarse, eso funcionó en algunas partes y en otras no. En Medellín no funcionó y nuestra candidata es Beatriz Rave, que ha hecho una campaña valiente, porque es una mujer que tuvo muchos obstáculos de la Alianza Verde, que ha sido maltratada políticamente. Pero ha sido una mujer digna, inteligente y se ha destacado.
:::¿No sabe por quién votar? Juegue y descúbralo:::
Pero ustedes presentan candidatos que pueden tener buena hoja de vida, principios, pero desconocidos. ¿No se pueden encontrar candidatos que reúnan esas características, pero que tengan mayor reconocimiento?
Eso es parte del trabajo y el reconocimiento se construye. Son personas que se han destacado en la administración, que tienen condiciones excelsas para lo público, empezando por la honestidad y la transparencia. Nuestros recursos son escasos, no tenemos cuartos oscuros para transacciones ni para plata que nadie sabe de dónde llega. Esa es nuestra forma de hacer política, registrando cada peso que utilizamos.
¿Cómo explicar que Claudia López arranca barriendo en las encuestas y hoy, según las mediciones, está voto a voto con Carlos Fernando Galán?
No tengo la explicación, además porque yo no participo en la campaña de Claudia, no estoy en un comité ni nada. Estoy en los eventos y lo hago con todo el gusto, pero no miro las encuestas internas. Lo que sí sé es que en estas últimas semanas, después de la forma en que Galán subió en las encuestas, Claudia ha reaccionado y la campaña lo ha hecho muy bien. Sobre todo porque esa situación es muy complicada, es difícil enfrentarla en términos políticos. Ella particularmente está tranquila, no está desesperada, y tuvo la inteligencia para entender lo que estaba pasando y construir una respuesta. Creo que Claudia va a ganar.
En las presidenciales, usted ganó en Bogotá, con un discurso de no polarización y no contestando agresiones. Claudia se enfrenta, se agarra con Gustavo Petro, mientras que Galán tiene un discurso más parecido al suyo. ¿Cree que Galán leyó mejor a Bogotá electoralmente?
Solo le he puesto atención a la forma en que Claudia ha manejado la campaña. Supo entenderlo que estaba ocurriendo, pero no soy analista político, soy político activo y tengo interés personal alrededor de Claudia y nuestros candidatos. El análisis lo tienen que hacer los periodistas y a mí me toca convencer a personas que Claudia es la persona indicada.
En la campaña de Cali, Alejandro Éder es su candidato y sobre él hay cuestionamientos por temas de tierras. ¿Cómo lo defiende?
Pues, yo no entiendo esos cuestionamientos. Alejandro Éder tiene un origen, tiene una familia que tiene una posición en la sociedad y que es conocida por todos. Ahí no hay nada oculto en su procedencia. Lo que veo es un candidato que tiene un sentido del bien común, del servicio de lo público, es una persona honesta que hace la política con convicción. Él tiene derecho de participar y el hecho de que su familia sea rica, no lo descalifica a él. Todo el mundo sabe de dónde viene y eso no lo hace un candidato cuestionable. Uno puede estar en desacuerdo con él y su familia, pero en un candidato con todas las credenciales.
Vea: ¿Qué pasa si soy jurado de votación y no asisto?
Pensamos que íbamos a tener unas elecciones pacíficas, después de que las Farc armadas salieran del escenario, pero ha habido candidatos asesinatos, atentados. ¿Qué pasa?
Pasa lo que todos sabemos: el Acuerdo de Paz no se ha desarrollado completamente y una de las condiciones centrales para el avance de este es que el Estado ocupe los territorios en donde estuvieron esos grupos armados. Eso no ha pasado aquí y lo que ocurre es que los líderes en esas regiones quedan expuestos a muchas violencias.
Hay sensación de inseguridad, protestas estudiantiles, se cae la Ley de Financiamiento. ¿Cree que al presidente se le ha salido un poco de las manos el país?
Creo que el Gobierno Nacional, como lo he dicho antes, no tiene rumbo, y cuando uno no tiene un propósito no hay cómo mostrarle a la ciudadanía cómo nos estamos moviendo. No hay un lugar a donde llegar. Hay una sensación de intrascendencia. Si uno pregunta a la gente en dónde estuvo el presidente la semana pasada, seguramente nadie es capaz de responder. Lo que pasó en la ONU, la fuga de Aida Merlano, se cae la Ley de Financiamiento, entonces, uno ve una cantidad de fallas y de acciones mediocres. no saber para dónde ir es lo peor que puede ocurrirle a un líder.
¿Cree que puede tener un coletazo en Colombia lo que sucede en la región, en Ecuador, en Chile...?
Es un llamado de atención y no es despreciable porque en Colombia hay un malestar profundo en la ciudadanía. Cuando hay desconfianza, no se cree en nada y en nadie, cualquier cosa puede pasar. Si a eso le añadimos elementos colombianos, las confrontaciones que vienen desde el plebiscito y el Acuerdo de Paz, el esquema de polarización, son condiciones peligrosas. Colombia no se puede considerar por fuera de lo que está ocurriendo en el mundo.
¿Dónde van a ganar sus candidatos?
Nosotros ya ganamos con una cantidad de gente que está participando en política, ese es un paso muy grande en muchas partes. Para ganar hay que participar y ya lo estamos haciendo. Hace cuatro años, prácticamente no teníamos a nadie en la política. Y yo, como líder de Compromiso Ciudadano, anuncio que apenas terminen estas elecciones empezamos de una vez con miras a 2022, y el año entrante vamos a recorrer toda Colombia buscando liderazgos en todo el país.