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“La risa como indignación”. Esa es la premisa con la que trabaja el humorista mexicano José Manuel Torres, más conocido como Chumel. Para él, no hay manera más efectiva de desarticular a un político tirano que por medio del humor, pues así es como se le quita “el poder que cree que tiene”, como pasaba en el colegio cuando todos se burlaban del que siempre trataba mal a la gente. (Le recomendamos leer: HBO presenta el elenco de su serie colombiana "Mil colmillos").
“Es el talón de Aquiles de la gente”, dice sin pensarlo dos veces. Eso lo ha corroborado a lo largo de los últimos años gracias al programa Chumel con Chume Torres, el cual estrenó en 2016 con el fin de hacer análisis político inspirado en los comediantes estadounidenses John Oliver y Jon Stewart.
“En la primera temporada dije ‘México apesta porque…’, así que ahora siguen ustedes”, explica el humorista que estuvo en Bogotá grabando un capítulo especial dedicado a Colombia, específicamente a la imagen pública que tiene el país.
“(La violencia) es un estigma que se minimizó durante mucho tiempo y hoy regresa en forma de narco series. Entonces, no sólo regresa ese fantasma de los 80 que fue Pablo Escobar, sino que regresa moderado y romantizado”, explica Chumel.
Esto puede interpretarse como un guiño al canal con el que trabaja, que ahora mismo graba su primera serie colombiana, una apuesta por el género de suspenso y el terror. De hecho, el mexicano criticó fuertemente a su compatriota Kate del Castillo, quien estuvo involucrada en un escándalo con el narcotraficante Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán, y protagoniza “no una, dos series”.
Para realizar el especial tuvo diversos invitados y cambió el set. El programa se grabó en el Teatro Cádiz y lógicamente a la espalda del presentador no se aprecia el Ángel de la Independencia de Ciudad de México, sino la Torre Colpatria. El excandidato presidencial Humberto de la Calle, Andrea Echeverri de Aterciopelados, Daniel Samper Ospina y La Pulla fueron algunos de los personajes que ayudaron a tejer las diversas “caras y artistas que tiene la imagen colombiana”. Así mismo, su equipo de producción entrevistó a Adriana Ocampo, geóloga planetaria y directora del Programa de la Ciencia de la NASA.
Por el que más expresa admiración es por De la Calle, por lo que los televidentes no verán al político sino al personaje que durante años se sentó a negociar con “gente que mató gente” y tuvo la misión para llevar el proceso de paz con las Farc hasta el final “a pesar de las dificultades” y sin “querer tirarse de un balcón”. Con él conversa sobre anécdotas que dejó el diálogo en La Habana y el sentimiento que le dejó el país cuando votó por el no durante el plebiscito por la paz.
Por su parte, Andrea Echeverri, a quien no considera una cantante colombiana sino latinoamericana, habla sobre la misoginia en la música. Con Daniel Samper Ospina realizó el reto de definir qué país es más ridículo y María Paulina Baena -de La Pulla- fue copresentadora del especial y además tuvo la misión de ofrecer una corta clase sobre la historia política colombiana del siglo XX, desde el nacimiento de los movimientos guerrilleros hasta la última elección presidencial. (Le puede interesar: HBO aprueba primer proyecto basado en "Game of Thrones").
Jugando con la idea central del programa, la imagen pública del país, los presentadores satirizan que Colombia exporta series de narcos y México exporta malos comediantes. La Pulla justamente se enfocó en demostrar por qué los capos y narcos han “creado un estereotipo falso que se tiene que desmontar ya porque de eso no estamos hechos”, dice por su parte Baena.
Chumel comenzó a darse a conocer en Twitter, luego creó un canal de video y finalmente llegó a la pantalla de un canal internacional, pero su trabajo en redes sociales sigue vigente, pues las ve como un espacio atractivo en donde se puede ejercer la libertad de expresión, un “amplificador de la voz, puedes usarlo para decir pendejadas o puedes usarlo para decir cosas interesantes”.
Para él el humor político es necesario, aunque está consiente que no cambia en nada el escenario político. Asegura que se esfuerza para que en sus videos no sean su opinión, sino sobre lo que dicen los actores políticos, y se rodea de un equipo conformado por politólogos y periodistas para tener el rigor necesario del análisis político y no caer en el chiste.
De hacer análisis político ha aprendido que la corrupción es un concepto que se entiende en toda Latinoamérica. “Somos hermanitos de cicatrices. Todos somos huerfanitos, a todos nos pega el papá, descubres que tienes más cosas en común”.
La temporada pasada realizó el programa Latinos enemigos, en el que trató el tema de cómo los mexicanos, argentinos, colombianos o bolivianos no se caen bien entre sí, a no ser que sean atacados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la tercera entrega la quiere cerrar con un video distinto, que tal vez llevará el nombre de Primavera latinoamericana, en el que resaltará los personajes que están triunfando en el campo de la educación, medicina, salud y justicia. Su idea generar una réplica de ese “mix latinoamericano de lo que ha funcionado” e invitar al televidente a que se una a su lema “los buenos somos más”.
Otro interés que tiene y que fortaleció con su trabajo en Colombia es el de tratar de unir a los pocos agentes que hacen humor y crítica política en Latinoamérica, quienes están trabajando por separado, a diferencia de los youtubers -que se conocen entre sí-. Por medio de colaboraciones -Chumel aparecerá en un video de Samper Ospina- intentarán ganar espacio entre las audiencias de la región fusionando el cinismo, la ironía y la acidez de cada uno con el objetivo de ofrecer una voz distinta y un dinamismo especial a cada programa.