Andrés Cano: “Aquí lo que se ofrece es una solución”

Andrés Cano y todo su equipo de trabajo transforman las comidas congeladas. / Daniela Suárez

Andrés Cano Busquets y José Acevedo son los dos chefs que, con sus técnicas y sabiduría en el campo de la gastronomía, le dan sabor a este proyecto que día a día crece más. Y es que pocas personas ajenas a este campo conocen el significado y las ventajas del “ultracongelado”, que es la tecnología que Pic Sabores implementa en sus productos.

“Nuestra gran lucha es que la gente cambie el concepto que tiene sobre las comidas congeladas. Cuando se habla de este tipo de alimentos, las personas se imaginan un producto lleno de aditivos y conservantes; nosotros no somos eso ni pretendemos serlo”, cuenta Andrés, quien además explica que lo que busca la empresa es facilitarles la vida a todos aquellos que utilizan una gran parte de su tiempo y dinero cocinando de manera común y tradicional.

Pero, ¿en qué consiste el ultracongelado? Es un congelado rápido, que baja la temperatura a -18 grados en una hora aproximadamente, a comparación del convencional, que se demora de siete a ocho. Este proceso evita que el producto se contamine y además conserva todas sus propiedades y características.

Cuando el producto está ultracongelado se empaca al vacío, con el objetivo de darle más vida útil, porque se saca el aire; y donde no hay aire, no hay contaminación. Todo lo anterior permite ofrecer productos naturales y sanos.

“Lo que hacemos son comidas caseras y balanceadas listas para calentar. Son elaboradas completamente a mano. Somos una alternativa para la alimentación de las familias y las personas que quieren comer bien aprovechando más el tiempo”, agrega.

Uno de los aspectos más novedosos de este proyecto es la manera en la que cocinar pasa de ser un sacrificio a una experiencia en todo el sentido de la palabra, sobre todo por sus grandes ventajas en cuanto a contaminación.

“Somos responsables con el medio ambiente por varias razones: en primer lugar, no hay desperdicios y hay menos emisión de gases con efecto invernadero, porque el consumo de agua y energía es mínimo. Más del 30 % de la producción de alimentos se desperdicia; en Bogotá específicamente es superior al 45 %”, comenta Andrés, resaltando que la idea de Pic es brindar porciones justas para que no sobre comida y esta no sea desechada.

El mecanismo que se utiliza es sencillo y rápido, además de tener bastante variedad. “Actualmente contamos con más de cincuenta referencias en todo lo que ofrecemos y lo que hacemos es darle a la gente la posibilidad de decidir qué quiere comer, cuándo quiere comerlo y con quién quiere compartirlo. El proceso para servir es muy fácil: la persona solo tiene que poner a calentar una olla con agua y meter los alimentos en la misma bolsa en la que vienen empacados al vacío. Después de diez o quince minutos, se retira la bolsa, se abre, y se pone el alimento completamente descongelado en el plato”, explica.

Un factor importante a la hora de consumir estos productos es que las comidas son gourmet, y los alimentos no pierden nunca su sabor, porque al momento de hacerlos siempre conservan sus propiedades y esencias. Es una alternativa práctica que reduce en un alto porcentaje el tiempo en la cocina.

“Aquí lo que se ofrece es una solución, es darle calidad de vida a la gente y entender que ustedes tienen un producto que les dura seis meses en el congelador y en el momento que decidan pueden simplemente sacarlo, meterlo en agua caliente y servirlo”, concluye Andrés.

Una opción útil para personas que viven solas y también para pequeños lugares que necesitan comidas variadas para sus clientes, como algunos hoteles y restaurantes.

En su menú tienen desde desayunos hasta postres de distintos estilos, comida vegetariana, carnes, pescados y sopas, que estarán listas para comer al instante. Un plato gourmet en la mesa en menos de quince minutos.