Carolina Acevedo: “La fama dura mientras estás al aire”

La actriz hace parte del elenco de la obra “La verdad”, en el Teatro Nacional Fanny Mikey, una tragicomedia que aborda algunos hechos comunes en una relación de pareja.

El Espectador
20 de septiembre de 2019 - 02:00 a. m.
Carolina Acevedo lleva 25 años actuando en televisión; y apenas lleva seis en el teatro. / Cortesía
Carolina Acevedo lleva 25 años actuando en televisión; y apenas lleva seis en el teatro. / Cortesía

¿Cómo llega a la obra de teatro La verdad?

Víctor Mallarino me llamó, me mandó el texto y me dijo que quería tenerme en la obra. Le dije que sí, que confiaba plenamente en su criterio y me quedé con un personaje.

¿Qué tanto cambió su personaje desde la primera lectura hasta lo que el público ve en las tablas?

El primer día de la lectura pensé que iba a interpretar a Alicia y me llevé una gran sorpresa, porque Víctor (Mallarino) me dice que seré Lorenza. El proceso es una delicia, ya que encontrar un personaje que simplemente está escrito, te lleva a plasmarlo y crear ese personaje; es como adaptarlo a mí y volverlo parte de mí. Al principio no lo encontraba, pero en el segundo ensayo lo encontré.

¿Cómo ha sido la aceptación del público de Lorenza?

En la primera función la gente se reía, eso me sorprendió, ya que realmente no se trata de una comedia sino de una tragicomedia. Y hacer reír a la gente es difícil, pero estamos muy bien dirigidos.

¿Qué tanto insumo encontró en el libreto de la historia para la creación de su personaje?

En el papel está la idea y dónde está escrito o cómo será el personaje; es decir, más de la mitad y la otra parte me toca a mí, a mi proceso.

¿Cuál es el límite entre la realidad y la mentira en su profesión?

Para mí todo es real y cuando estoy montada en un escenario o frente a una cámara esa es la verdad de mi personaje y no puedo mentir, porque entonces si yo no me lo creo, quién va a creer en el personaje que interpreto. Además, para mí, mi cuerpo, mi vida, mi alma están a disposición del personaje, le presto todo.

¿Logra despojarse de los personajes muy fácilmente?

Hay cosas que se le pegan a uno. Con este personaje siempre termino llorando en todas las funciones, porque he tenido momentos muy raros en mi vida; entonces mi trabajo es el desfogue y es donde saco todo lo que tengo adentro.

¿Qué ha encontrado en el teatro que no le da la televisión?

El teatro es tener adrenalina todos los días de la vida y tener contacto con el público; además es la escuela para el actor y estás en tu 100 %, porque no la puedes embarrar. El teatro es como la vida, la embarras, asúmelo. A mí me llegó tarde el teatro, llevo seis años haciéndolo y 25 años haciendo lo que hago. Hacer teatro es la mejor escuela.

¿Cómo ha percibido la fama a lo largo de su carrera actoral?

La fama dura mientras estás al aire con un proyecto, lo he comprobado. El reconocimiento es diferente a la fama, todavía me recuerdan por algunos personajes.

¿Relacionó su personaje en Un bandido honrado con algún animal?

No uso esa técnica de actuación. Construyo mis personajes con un referente real. Me voy a buscar personajes que se parezcan. Me encanta la astrología, por eso busco los rasgos que tienen los signos zodiacales para construir los personajes; además me gusta encontrar mujeres reales.

¿Busca referentes de personajes similares a los que interpreta en sus proyectos?

Sí, pero esa es otra cosa que tampoco hago. Lo que hago es simplemente leer lo que está escrito y voy con mi director armando el personaje. Eso de estar buscando y viviendo al personaje que hacen otros no me sirve.

¿Ha tenido personajes basados en historias reales?

No me ha tocado hacer la vida de alguien. Todos mis personajes son creados, pero me gustaría, sería interesante.

¿Cómo construye personajes malvados?

La primera vez que fui mala al final me volvieron loca. Antagónicos solo he realizado dos. Considero que si me tocara, sería muy mala. Me encantaría hacer un personaje de mala.

¿Cuál ha sido el mayor reto actoral que ha tenido en su trayectoria?

En Narcos era una prostituta; entonces me dice el director que tenemos que hacer una escena de sexo en la que tenía que ponerme en cuatro, desnuda. Era muy fuerte y temblaba mucho cuando estábamos grabándola; sufrí un poco haciendo la escena y me tomé dos tequilas. Eso ha sido lo más difícil que me ha tocado hacer en mi carrera.

¿Qué tanto ha cambiado la industria desde que inició su carrera hasta la actualidad?

Ha cambiado un montón. Antes las novelas las dirigía una sola persona y duraba dos años; en cambió ahora los proyectos son más rápidos y duran seis meses. La llegada de Netflix a Colombia para nosotros como actores es importantísimo, porque tenemos mayor exposición; pero con respecto a la televisión siento que vamos a llegar a hacer producciones cortas y hay menos tiempo, eso me parece terrible. Por eso el teatro es una delicia.

Por El Espectador

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