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La pandemia de COVID-19 tuvo el efecto de un tsunami global. Fue masiva, inesperada y, en muchos aspectos, devastadora. Recién ahora, que el agua está bajando, empezamos a ver las consecuencias, a evaluar los daños y, por qué no, a descubrir las oportunidades.
En el campo de la comunicación, el ecosistema, que registraba un flujo evolutivo constante, debió reconfigurarse de una manera radical y a una notable velocidad.
El paisaje que queda al descubierto es complejo. La excesiva producción de información nos pone frente a la dificultad para separar lo valioso de lo descartable y encontrar las perlas en el barro o, en otros términos, distinguir entre ruido y conversación.
Esto nos convoca a repensar todo el paradigma comunicacional: el sistema de medios, las plataformas, las voces de los periodistas, el rol de los creadores de contenidos, el flujo de circulación de la información, los temas que surgieron y los que fueron desplazados, las plataformas, la monetización.
Agenda 2030
La nueva configuración define una agenda cuyo horizonte es 2030. En esa agenda, se destacan cinco claves que, a mi modo de ver, serán –ya son– centrales en la conversación, en la manera de conversar y en la cantidad y calidad de actores involucrados. Ya se trate de temas que tomaron una significativa relevancia, como de herramientas, dispositivos y plataformas que pasaron a formar parte del ecosistema comunicacional, sin olvidar la nueva definición conceptual del flujo informativo:
• Salud y ciencia
• Clima y sustentabilidad
• Diversidad
• Innovación tecnológica
• Descentralización
Ciencia y Salud
La necesidad de informar de manera permanente sobre el estado de la pandemia, los cuidados a implementar y el desarrollo de nuevos medicamentos le dieron un rol protagónico a los temas científicos y de salud. Los grandes medios conformaron fuertes equipos multidisciplinarios para dar respuestas sólidas a esta problemática y el periodismo científico, que se vio impulsado a las portadas, tuvo que comenzar a perfeccionarse para entregar una comunicación rigurosa y sin sesgos. Los profesionales de la salud también se transformaron en voceros, referentes e influencers, por lo que su rol de comunicadores tomó un creciente protagonismo.
Además, la pospandemia mostró que la preocupación por la salud, tanto física como mental, y por muchas de las ramas de la ciencia, es una constante.
El futuro nos impulsa a trabajar para hacer aportes a este nuevo escenario. Cómo comunicar sobre ciencia y salud con rigurosidad y sin sesgos. Cuál es el papel de las audiencias para combatir la desinformación y las fake news..
Clima y sustentabilidad
Cada vez más, el cambio climático, los temas energéticos y la sustentabilidad en todos sus aspectos están instalados en el imaginario social. Estos tópicos ya están a diario en las portadas de los medios, tienen un lugar central en las plataformas, son frecuentes en la conversación digital en la que encontramos una pluralidad de voces que incluye a periodistas, influencers, empresas y organizaciones.
El desafío que nos plantea el futuro se centra en cómo producir una reflexión profunda y productiva que separe lo contingente de lo esencial, que genere conciencia y que esté lejos de los golpes de efecto.
Diversidad
La multiplicidad de perspectivas y el rol femenino en los medios siguen siendo temas sobre los cuales reflexionar y actuar. La agenda en este punto se orienta a enriquecer la actividad periodística con una mirada que integre diferentes perspectivas, detectar y atravesar los obstáculos que impiden el acceso de las mujeres a posiciones directivas en los medios de comunicación y encontrar un equilibrio en la producción de contenidos con perspectiva de género.
Tecnología
La reconfiguración acelerada del ecosistema comunicacional implicó una inclusión intensiva de la tecnología, el crecimiento de la incidencia de las plataformas, nuevos hábitos de consumo en las audiencias, el desplazamiento de los medios tradicionales y el reposicionamiento de los periodistas en un escenario en el que ganan espacio los creadores de contenidos.
Hoy es importante detectar cuáles serán las herramientas, plataformas y dispositivos que van a reinar en los próximos años, conocer dónde se gesta y se publica la información y cómo se expande, y prefigurar el rumbo del flujo informativo en el mundo 3.0.
Descentralización
La última de las cinco claves –pero no por eso menos importante– es la descentralización, un fenómeno que se manifiesta en los medios pero también se extiende a otros ámbitos, como el modelo cripto. La reconfiguración del ecosistema comunicacional implica que la información ya no corre por los carriles tradicionales. Está en plataformas y en medios, en soportes visuales o audibles, surge de manera impensada y en formatos diversos. Es patrimonio de periodistas pero también de creadores de contenidos. Cambia de dirección, cambia de forma. Se amplifica o se diluye. Es efímera o persistente. Es inmediata y condensada.
Con ese escenario, nuestros desafíos se enfocan en cómo producir y difundir información, cómo capturar audiencias, generar confianza y consolidar una identidad como medios, influencers o creadores de contenidos.
Congreso Iberoamericano Más mujeres, mejor periodismo.
A partir de estas cinco claves y considerando WINN como plataforma, organizamos el Congreso Iberoamericano Más Mujeres, Mejor Periodismo, que se realizará online el próximo 2 de noviembre entre las 7:30 y las 10:30 am, y contará con la participación de expositores internacionales como Pepa Bueno, Directora de El País; Virginia Pérez Alonso, Directora de Público; Claudia Palacios, columnista de El Tiempo; Camila Russo, Fundadora de The Defiant; Diego Arguedas, Coordinador de la red de Periodismo Climático de Oxford University y muchos otros.
Considero que es central contar un espacio donde converjan periodistas, medios y creadores de contenidos de toda iberoamérica para reflexionar juntos sobre los grandes temas de hoy y del futuro, siempre impulsados por el valor de la red y la colaboración.
La argentina Gabriela Oliván trabajó para grandes firmas como Accenture y Pan American Energy. Es becaria de Eisenhower Fellowships y de W50 de LSE. Autora del libro “Comunicación 5.0″. Ahora dedicada a pleno a WINN, la red iberoamericana de mujeres periodistas, comunicadoras y creadoras de contenido que fundó y a través de la cual busca robustecer el nuevo ecosistema comunicacional para combatir la infodemia y la desinformación.