Publicidad

Eduardo Durán-Cousin, un analista de la historia

En su libro “Colombia, el país de los extremos” parte de ¿por qué Colombia no puede superar su reiterada problemática? para estudiar la naturaleza del país como Estado y sociedad.

17 de diciembre de 2020 - 12:33 a. m.
Eduardo Durán-Cousin es doctor en Ciencias Internacionales. / Cortesía
Eduardo Durán-Cousin es doctor en Ciencias Internacionales. / Cortesía

El título de su libro es “Colombia, el país de los extremos” ¿a qué extremos se refiere?

En el libro se estudian las constantes que se han dado en la historia de Colombia, es decir los fenómenos que por la fuerza de la repetición o de su permanencia se han convertido en características de la sociedad colombiana. Así tenemos la violencia política y común, el narcotráfico, los índices altos de criminalidad y el clientelismo y, por otro lado, el civilismo, la creatividad, el carácter emprendedor del colombiano, su amabilidad. A eso me refiero, a que se trata de un pueblo extremo en lo bueno y en lo malo. Como diría García Márquez refiriéndose a los colombianos: “Nuestra insignia es la desmesura. Somos capaces de los actos más nobles y de los más abyectos. De poemas sublimes y asesinatos dementes”.

¿En qué se diferencia su libro de otros sobre historia de Colombia?

La diferencia es el método utilizado. La compleja historia de Colombia es analizada bajo el método sistémico de análisis científico. Se estudia la evolución histórica colombiana desde hace 600 años como una realidad social global, comprendiendo que ha sido en su evolución la interacción continua y equivalente de los factores políticos, económicos, sociales, culturales y sicológicos –comprometidos en el proceso histórico–, lo que ha determinado en el tiempo la naturaleza de esta nación.

¿Por qué un ecuatoriano se interesó en investigar tan en profundidad la historia de Colombia?

Por la trascendencia histórica que tiene Colombia para el Ecuador. Ecuador se vio involucrado en cuatro de las ocho guerras civiles dadas en Colombia en el siglo XIX. Y en tiempos más recientes los coletazos de la violencia han golpeado frecuentemente al Ecuador, comenzando con las incursiones del M19, la reiterada presencia guerrillera de las FARC dentro del territorio ecuatoriano, incluyendo a Reyes -quien fue ultimado en territorio ecuatoriano-, las fumigaciones con glifosato. Los graves problemas de Colombia, sus conflictos, y desde hace un buen tiempo el narcotráfico, han afectado al Ecuador, entonces la pregunta en Quito, cada vez que esto llega a los grandes titulares de la prensa, es por qué Colombia no puede superar su reiterada problemática. Yo busqué responder esa pregunta.

¿Y qué respuesta encontró a esa pregunta?

Que Colombia tiene una tendencia histórica a reconvertir los fenómenos de violencia, en tanto en cuanto no acaba de superar la condición sine qua non que facilita estas explosiones de violencia, me refiero a la insuficiencia del Estado que sirve como telón de fondo tanto para la sucesión de conflictos desde 1810, como para dejar el camino abierto a fenómenos negativos como el narcotráfico y los negocios ilegales en la vasta zona rural.

Pero en su libro anota causas que cambian en el tiempo y que desatan el conflicto…

Así es, el telón de fondo que acompaña la sucesión de violencias es la debilidad del Estado. Sin embargo, esta es solo la condición, las causas para el desate de estas están vinculadas a razones más complejas. Por ejemplo. durante el siglo XIX y buena parte del XX: el carácter excluyente de las élites liberales y conservadoras devino en una alta pugnacidad por el control del poder en el fragmentado país y ello dio paso a las guerras civiles y a La Violencia. Mientras en una segunda instancia, en el siglo XX, al decaer el enfrentamiento sectario liberal-conservador, pero no el carácter excluyente de las élites políticas, al no dar cabida el Frente Nacional dentro del sistema a las fuerzas políticas contestatarias surgidas como reacción a las graves condiciones de inequidad socioeconómica del país, dio lugar a la efervescencia de grupos guerrilleros que acabaron desatando el conflicto armado.

¿Cree que el colombiano es violento?

La sociedad colombiana a fuerza de la repetición de conflictos que se resuelven por la vía de la violencia ha adquirido en su seno fuertes tendencias a la violencia, las salidas violentas son indudablemente más comunes que en otros países. Es una situación concéntrica, la violencia política repetida ha llevado a que la delincuencia se caracterice por ser violenta y a que inclusive los problemas interpersonales se resuelvan a menudo por la vía violenta. Estos hechos se observaban ya en el siglo XIX. Indudablemente, en Colombia, son más altas las posibilidades de una salida violenta en cualquier situación de confrontación. Mauricio Rubio observa que en Colombia el 40% de los delitos económicos se cometen con violencia, en tanto en países como Francia esto llega solo al 3%.

¿Cuál fue el período histórico que le resultó más difícil de afrontar?

Sin lugar a duda, el final de la década de los setenta y la década de los ochenta del siglo XX. Tuve que hacer como cuatro borradores de este período. Me encontré que, en esos años, por efecto de la modernidad, cambiaron los sujetos e incluso la lógica de los acontecimientos que venía manejando en la redacción. Cesan los factores antiguos y aparecen nuevos. Ya no prevalece la Iglesia católica ni el enfrentamiento liberal-conservador y aparecen datos diferentes: la trascendencia del clientelismo, el mayor peso de las ciudades y de la problemática urbana, además me encontré con una mayor información sobre todo determinada por la creciente complejidad socioeconómica del país y las complejidades de Gobiernos que fueron superados por las circunstancias.

¿Cuáles son los rasgos que más diferencian a Colombia del resto de países latinoamericanos?

Colombia mantiene una excepcionalidad en muchos aspectos, su apego histórico al civilismo le ha llevado a tener una prevaleciente democracia formal -la más larga del continente- que le ha librado de precipitarse en dictaduras militares y de tener golpes de Estado, tan frecuentes en América Latina. Mientras, por otro lado, el Estado, carente de grandes recursos fiscales, el predominio del clientelismo, la resistencia del colombiano medio a verse representado por el Estado y su mentalidad liberal, ha llevado a que en Colombia no se desarrollen populismos, como en buena parte de los países latinoamericanos. Sin embargo, existe una sucesión de violencias reconvertidas, que no existen, al menos con esa constancia, en los demás países del continente.

¿Qué trascendencia tiene el período de la Colonia en la formación de la Colombia moderna?

La trascendencia es muy grande, muchas situaciones que se advierten en la actualidad tuvieron origen en el periodo colonial. Por ejemplo, el Estado colonial que gobernó la Nueva Granada fue ya un Estado débil, sin presencia mínima en el territorio, salvando en las grandes ciudades; dicho Estado, también, carecía de una fuerza militar suficiente en el interior, obviamente, las clases dirigentes se acostumbraron a este hecho como si fuese normal. La profunda regionalización del país es un hecho también devenido de la colonización española que, por las dificultades de la geografía, se realizó a partir de cinco exploraciones de conquista, las cuales generaron desde un principio cinco élites diferentes. Los rasgos principales de la mentalidad de las élites, su exclusivismo y prepotencia, su escasa consideración hacia las clases subalternas que habrían de caracterizarlas en la República surgió ya en aquellos años. El civilismo que habría de definirse como nuclear en la cultura política del país nació durante los últimos años de la Colonia.

¿Su libro sobrepasa las 700 páginas y muchos de libros conforman su extensa bibliografía, cuánto tiempo le llevo preparar este extenso libro?

La idea de realizar un estudio que permitiese a los ecuatorianos conocer la realidad de Colombia, la razón de la recurrencia de la violencia política y de factores negativos como la delincuencia, la tuve hacia el 2005 y comencé la investigación. Sin embargo, al profundizarla me di cuenta de su extraordinaria complejidad y unos meses después tomé la opción de escribir un libro que afrontase la historia colombiana a fondo y que podría servir incluso al lector colombiano interesado en su profundización. Fueron quince años no continuos, pues se presentaron a veces problemas en mi trabajo diplomático que paralizaron la investigación.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar