Isabel Junca: "La voz es una herramienta muy poderosa"

Del 20 al 23 de junio en Bogotá se reunirán, en la primera edición del Viva Voz, locutores provenientes de quince países diferentes. El evento se realizará en el Hotel Movich Buró Calle 26.

Nataly Garzón
19 de junio de 2019 - 02:59 a. m.
Isabel Junca. / Cortesía
Isabel Junca. / Cortesía

¿Quién es Isabel Junca?

Soy una vallecaucana amante de la voz, la comunicación, la salsa (bailable)  y el periodismo. Desde que llegué a Bogotá en el año 2005, fruto de una especie de ‘exilio emocional y familiar’, el universo me ha dado la oportunidad de conocer mi voz, mi comunicación, de confrontarla, explorarla. Llegué, casi por accidente, a una Academia en Teusaquillo que daba clases de locución (Academia Colombiana de Comunicación e Imagen ECCI). Y, sabiendo ellos que no tenía muchos recursos para pagar las clases, pues con mi familia tuvimos que empezar de cero, me dieron la oportunidad de ser monitora de grupos, al tiempo que recibía todas las clases. Esto constituyó las bases e inspiración de la Academia A voz que fundé en el año 2015, especilizada en el arte del doblaje de voz y la locución. Transité por medios como la radio, la prensa escrita y los periódicos corporativos que me permitieron conocer esa faceta que tanto amo y respeto y es el periodismo. Luego, con mucho esfuerzo logré pagarme la carrera de comunicación y periodismo en Uni Inpahu. Allí obtuve una beca para estudiar en México y estas fueron las bases para conocer más de cerca el mundo del doblaje. Desde que regresé al país en el 2012 no he parado de interpretar cientos de personajes. Es la especialidad que más manejo, además de la locución comercial corporativa y los audiolibros. Y la que más disfruto y me reta.

¿Qué la motivó para hacer este Festival de Voces?

Lo que más me motivó a realizar este festival fue trazarme un objetivo, resumido en una palabra: unión. La idiosincracia latina en general nos ha enseñado a ir siempre por nuestro lado, a no trabajar en equipo, a darle el “codo al otro” si es posible, a sacar ventaja. No obstante, Colombia ha vivido un gran florecimiento de la industria en los últimos años. Se está volviendo un referente por su calidad del talento, por su fuerza y pujanza. El hecho de que la Asociación Colombiana de Locutores haya renovado hace apenas unos meses a su junta directiva, dando oportunidad a una generación líder que ya empezó a sacudir las dinámicas del medio, es un buen motivo para pensar que en Colombia debía hacerse un encuentro de este tamaño para re-pensarnos, re-construirnos y unirnos.

La voz es una herramienta muy poderosa a la que “pocas bolas le hemos prestado”. Debería ser una materia de estudio escolar, no solo por el análisis de su aspecto estético, es decir, el lograr emitir una voz agradable, clara, bonita; sino por todo lo que ella comunica de nuestro estado de ánimo, de nuestra energía vital.

Creo que es imperativo generar espacios de encuentro, debate e investigación como estos para darle más importancia a esta poderosa arma. No solo para la industria de locutores, comunicadores, actores de doblaje y profesionales de la voz en general, sino para que todos seamos más conscientes de lo que ella refleja y cómo usarla a nuestro favor. Ese es un objetivo que anima a crear y a continuar este espacio.

¿Cada cuánto se realiza este Festival y por qué con esa frecuencia?

Cada dos años. La próxima edición es en el 2021 y la sede será Medellín. Básicamente el equipo de trabajo que tengo es muy pequeño y las tareas son demasiadas. Además que tengo que combinarlas con mi trabajo como directora, profesora de una Academia y actuación!

Sería un ejercicio muy agotador hacerlo anual, no solo para la organización, sino para los espectadores, porque si bien es una industria que tiene muchos temas que tratar y analizar, tampoco es tan grande. Necesitamos curvas de descanso para investigar, medir, proponer. Me parece prudente y suficiente este tiempo.

¿qué es lo más arduo de realizar en este Festival?

Lo más arduo es lograr que crean en el proyecto, que crean en ti y que te apoyen. Se necesita tener muy buenas amistades, relaciones, visión, credibilidad y muchos más elementos para que, sin muchos recursos, puedas armar un encuentro y paguen por él. Practicamente la misma gente es la que patrocina este Festival al adquirir su entrada. También los patrocinadores, que en un principio son de intercambio de servicios por participación. Vas a tientas sin saber si funcionará o no o si empeñarás tu patrimonio y saldrás victorioso. Hay una altísima dosis de riesgo (que a lo mejor me emociona e impulsa). Pero siempre he tenido la convicción de que, pase lo que pase, lo que sea que haga, lo saco adelante. Hay una altísima dosis de riesgo y hasta de exceso de confianza en mí.

¿Por qué hacer este festival, si el gremio se encuentra un poco separado?

Justamente necesitamos unirnos para enfrentar los retos y recibir las oportunidades que se avecinan.

Hay un trasfondo social en este festival ¿de qué se trata esto de trabajar con fundaciones e impulsar a los más pequeños? Háblenos de la Beca Carolina Soto.

Yo creo que es difícil olvidar la raíz en donde germinaste y lo que hizo posible ese florecer. Para mí fue categórico que un día llegara al colegio de mi pueblo, Ginebra Valle -la tierra del Mono Núñez, la uva, la caña, el sancocho y la salsa- un profesor de teatro y que me mostrara el mundo de la actuación. Agradezco profundamente a Andrés Holguín, del Teatro Cazamáscaras del Cerrito, mi profesor y entonces líder del proyecto de Esquina Latina en Cali, por esa labor tan hermosa de sembrar vida e ilusión. Tener esa oportunidad creo que ha sido un pilar fundamental para que hoy surja este festival y para que tengamos el ánimo de crear espacios como la beca Carolina Soto de Junca en honor a mi abuela paterna, una mujer con una voz de ángel, pianista y cantante caleña que, con su dulzura, comunicaba la voz de su alma y generaba paz, sosiego y alegría. Ella es la inspiración de esta beca, auspiciada por miembros de la familia, para llegar a municipios que no tienen la oportunidad de acceder a la formación del Festival Viva voz.

En esta oportunidad nos fuimos hasta la vereda Tausaquira en Suesca Cundinamarca. Allí se encuentra el proyecto de educación en casa, Sito, un referente incansable de apoyo social y construcción de tejido. Inicialmente pensamos en realizar la entrega de la beca (que consta de la formación y acompañamiento a la comunidad en temas de voz, comunicación, actuación y la donación de un kit de grabación para realizar podcasts) en el valle del Cauca. No obstante, el tiempo nos permitió, para esta primera edición, llegar a Suesca. Convocamos a la comunidad y al son de cantos, vibraciones, charlas y actuaciones, logramos crear varios programas radiales que buscan rescatar el ejercicio de radio comunitaria (esta vez podcast comunitario).

¿qué actividades son las imperdibles de esta primera versión?

Las charlas, conferencias y talleres magistrales de personas que, más allá de ser locutores o tener bonitas voces, son profesionales intachables. Que entienden la profesión no como un mero ejercicio de vanidad (yo soy la voz de Coca Coca, yo soy la Voz de bla, bla)  sino que en realidad están muy bien informados de lo que sucede en la industria.

No hay que perderse los salones del casting, la oportunidad para registrar nuestra voz y que esto sea compartido con las principales agencias del medio.

No hay que perderse los Workshops Platinum en los mejores estudios de la ciudad.

No hay ue perderse el día de entrada libre en el Hotel City Express y por supuesto, la Primera Entrega de los Premios de la Academia A voz.

Con relación a los premios ¿Qué nos puede contar respecto a esta premiación de voces?

Es la primera vez que en Colombia y otros sitios de América Latina se realizan unos premios de esta índole. Lo que se presente es destacar el trabajo de locutores, narradores, actores de doblaje y en general de todas aquellas personas que usan su voz como instrumento fundamental de trabajo.

¿Este Festival recibe apoyo de alguna entidad gubernamental? Si no, ¿le gustaría recibirla y específicamente de cuales entidades?

Por el momento no tenemos un apoyo gubernamental, pero sí queremos llegar al Min Tic, al Min Trabajo, al Min Cultura, Min Educación y Min Comunicación, para que nuestra profesión se empiece a tener en cuenta bajo unos estándares de equidad, respeto y reconocimiento. Hay muchos actores de doblaje o locutores que llegan a su vejez con pésimas condiciones de salud, de apoyo, de calidad de vida. Mueren solos, desamparados, desprotegidos, después de ser casi estrellas (así sea anónimas, detrás de un mic). Nuestra profesión debe ser dignificada. Las industrias de la publicidad, el cine, la comunicación dejan cuantías enormes a sus corporaciones. Sin embargo, el trabajo artístico no es valorado. Un actor de doblaje o locutor no tiene horarios dignos de trabajo porque sus clientes le demandan cambios o solicitudes a velocidades extremas. Mientras tanto los pagos se demoran hasta 120 días. Así que necesitamos proyectos de ley que nos protejan.

Con todo el cambio en los medios, especialmente la radio, ¿es viable convertirse en locutor?

Es totalmente viable y la palabra clave se encuentra en reinventarnos. Hay que evolucionar junto con las nuevas dinámicas de la industria. En Colombia muchos desconocen que ser locutor no solo es trabajar en una emisora o grabar comerciales para un cliente corporativo o agencia. En el doblaje, en los audiolibros, en el e-learnig, en las narraciones de videos explicativos, en el podcast y en general en la cantidad de piezas de video que se están creando constantemente para llegar a nuevos públicos, está un nicho de mercado gigante. Eso es lo que hay que explorar.

Para los que quieren ser locutores, actores de doblaje ¿qué consejo puede darles? ¿importa la edad, o en cualquier momento se puede empezar?

No importa la edad. Yo he tenido estudiantes como Gabriel Huertas que a sus 60 años se decidió a estudiar doblaje. Conozco niños que desde el año de edad ya están haciendo facturar a sus padres por voces en comerciales. ¡Este universo es inmenso! Necesitamos creatividad, innovación, creer en nosotros o desarrollar la confianza suficiente para hacerlo. Algo muy bonito que permite esta profesión o estudiarla, es que, así no vayas a ejercer como narrador de documentales, comerciales, etc, el enfrentarte a un micrófono, escuchar tu voz y sentir de manera tan clara y amplificada tus emociones, hace que tengamos una nueva perspectiva sobre nosotros mismos. Hace que ganemos confianza. Hace que enfrentemos miedos.

Así que lo primero es creer.  Creer para crear.

 

 

Por Nataly Garzón

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