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¿Quién es Rita Cienfuegos?
Es alguien muy contradictoria, cazadora, que ha crecido y sobrevivido en un mundo permeado de hombres. Es una mujer con muchas agallas que ha logrado un puesto importante en la DEA con su esfuerzo y dedicación. Es muy competitiva y tiene una personalidad enigmática, muy seductora, sabe lo que tiene y lo usa a su favor. Es alguien que sabe mover sus hilos para conseguir sus cosas.
¿Cuál fue el principal reto de interpretar a este personaje?
Hubo varios retos. Hicimos algunas cosas con armas, que para mí no son agradables, no me gusta lidiar con este tipo de objetos. También ella habla en inglés en algunos capítulos y, bueno, no soy una experta en ese idioma, así que me costó bastante. Creo que todos los personajes son un reto y lo importante es darles vida para que se sientan reales. Con Rita, como es alguien contradictoria, tuve un poco más de imaginación a la hora de defender su actitud con el mundo.
Cienfuegos es una agente cubana al servicio de la DEA. Creció en un mundo permeado por hombres y supo encontrar su lugar en la institución. ¿Fue fácil este proceso para ella?
De alguna forma, quiere tenerlo todo, pero también tiene una inteligencia. Cuando le coquetea a Naranjo, le dice: “Yo no quiero casarme contigo, tranquilo”. Tiene una forma de pensar muy masculina en ese sentido. Ella luchó mucho para llegar a ese lugar y sabe que puede ir más lejos, así que lo intenta cada día.
¿Hay alguna similitud entre su personaje y usted?
Uno siempre le pone algo al personaje, pero la verdad es que ella es muy diferente. Hace unas cosas que yo jamás haría en la vida, en cuestiones éticas, morales y sociales.
¿Cuál es la relación de Cienfuegos con el general Naranjo?
De poder. A ella le atrae Naranjo y se convierte en un reto, porque él es un hombre tan íntegro que no va a caer rendido a sus pies. Esta situación le genera a ella un cierto tipo de arrogancia, porque lo empieza a ver como un reto.
¿Qué fue lo que más le atrajo de “El general Naranjo”?
Fue que la historia iba a ser contada desde el lugar de los buenos, o desde la parte de los que defendieron de alguna manera al país, aunque eso de bueno y malo es muy relativo, como todo en la vida, ¿no? Todos los seres humanos somos muy contradictorios; entonces, sería iluso pensar que un personaje es absolutamente bueno o malo. Todos cometemos errores, miedos y reaccionamos de maneras distintas. Hemos visto mucho a Escobar y esos narcos en los que uno termina apasionándose por estos personajes, que es bien bonito apasionarse desde el otro lado.
¿Cómo cree que se deberían contar este tipo de historias que marcaron a un país?
Decir qué es lo correcto o incorrecto no creo que me corresponda. Cada uno cuenta la historia que quiere y para eso está el libre albedrío. Cada artista, actor y escritor puede contar su historia. No creo que haya una forma correcta o incorrecta, habrá cosas que se acercan más a la realidad, otras que sean de ficción, así que no sabría decir. La narconovela se ha vendido mucho porque es algo lucrativo, a las personas les gusta ver a estos criminales.
Antes de participar en la serie, ¿conocía al general Óscar Naranjo?
Sabía que había sido vicepresidente de Colombia, pero no conocía su historia. Me pareció que es un hombre de admirar por todo lo que hizo. Luchó tanto contra los narcos y siempre estuve al frente en el campo de batalla. Por medio de las series, he ido conociendo un poco de la historia colombiana. Al principio me costó trabajo.
¿Cómo le ha ido en esta cuarentena?
Me ha ido muy bien. Me agarró en La Habana (Cuba), y gracias a eso estoy con toda mi familia. Lo importante es que todo esto pase y todos podamos salir adelante.
¿Cuál es el valor del arte en estos momentos?
No podemos vivir sin él. Es algo fundamental, es nuestra forma de expresarnos; a través de él podemos encontrar tantas cosas fundamentales.