Si bien la dependencia a sustancias psicoactivas es la más reconocida de las adicciones, hay otro tipo de consumo problemático que también es común, aunque muy poco comentado en la opinión pública colombiana. La dependencia a los fármacos es la realidad de muchas personas alrededor del mundo y es también la de Beatriz Elena Cadavid, madre de la modelo y presentadora Sara Uribe.
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Por lo que relató la antioqueña, Beatriz ha generado dependencia al medicamento que un médico le recetó para combatir los dolores de la fibromialgia que padece. “Lastimosamente, estamos en un punto en el que yo ya no sé qué hacer. Si le quito esa droga a mi mamá, se desespera, no puede vivir, estamos hasta enfermos los hijos. Ojalá tú nunca tengas que pasar por eso”, explicó en su Instagram hace unos días. El jueves 16 de noviembre actualizó a sus seguidores sobre el proceso de su pariente.
Lo que dijo Sara Uribe
“Les cuento que mi mamá decidió ingresar a Pinares Mind & Health, ya que quisieron ayudarnos en este proceso nuevamente y hoy Dios escuchó sus oraciones y las mías. Ojalá para todos salga el sol”, se lee en una de sus historias de la red social perteneciente a Meta. La fotografía que acompaña el texto son dos manos entrelazadas, una de ella y otra de la señora Cadavid.
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La rehabilitación de la mamá de Sara Uribe
El médico toxicólogo que estará a cargo de la rehabilitación es Juan Carlos Sánchez Fernández, perteneciente al Centro Toxicológico de Antioquia. Por lo que relató el especialista a la revista Semana, la señora Cadavid llegó a consumir por día más de seis decenas de medicamentos diferentes: “En el caso de la mamá de Sara se fueron sumando muchos medicamentos, muchos tratamientos derivados de varias especialidades y llegó a tener más de 28 medicamentos diferentes con dosis, más o menos, de intervalos de dos o tres horas... Podíamos tener casi dosis hasta 60 tabletas diferentes en un día, puede ser el reflejo de lo que nosotros estamos tratando de controlar no solo en la familia de Sara, sino también en familias del resto del país”.
Este tipo de casos son alarmantes, pues no solo afecta la salud de la persona que padece la dependencia al fármaco, sino también conlleva implicaciones públicas, pues puede ser el reflejo de lo que causa la orden de medicamentos por parte de profesionales sin tener en cuenta otro tipo de implicaciones como las repercusiones a largo plazo y el mal uso de los pacientes. No en vano, la crisis de opioides es una preocupación urgente para la sociedad norteamericana, especialmente en Estados Unidos.
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