Antes de que el pasado verano marcara un antes y un después en sus respectivas vidas, Selena Gómez y la actriz Francia Raisa ya eran amigas íntimas y compañeras de piso, pero el vínculo que une a las dos jóvenes se estrechó aún más después de que la segunda le donara un riñón a la estrella cuando los suyos comenzaron a fallarle a consecuencia de la enfermedad de Lupus que padece. (Lea: Selena Gomez tuvo complicaciones con su trasplante de riñón)
Ahora la intérprete -quien será conocida siempre como la 'salvadora de Selena'- no duda en asegurar que ambas mantienen una relación de hermanas desde que afrontaran juntas el largo proceso para someterse con éxito a un transplante como receptor y donante, respectivamente.
"Se trataba de una operación muy importante y ella se sentía mal por hacerme pasar por algo así, porque al fin y al cabo solo éramos amigas. No soy de su familia ni nada parecido. Bueno, ahora lo soy porque ella comparte mi sangre", ha explicado la intérprete en una entrevista al presentador Harry Connick Jr., durante la que ha justificado una vez más su decisión de mantener la intervención en el más estricto secreto durante meses. (Lea: Selena Gómez fue sometida a trasplante de riñón a causa del lupus que padece)
"Queríamos tener solo a nuestras respectivas familias alrededor y la verdad es que fue maravilloso porque ahora cuento con una gran familia. Yo perdí a mis abuelos cuando era pequeña y sus abuelos son como los míos ahora, he ganado una nueva familia por asociación; eso ha resultado increíble".
Pese a que la intervención resultó todo un éxito y, posteriormente, Selena se encargó de que ambas disfrutaran de todas las comodidades posibles en un lugar alejado de miradas indiscretas en el que pudieron afrontar el postoperatorio con calma, el de Francia resultó mucho más duro de lo que se esperaban.
"Resulta más complicado para el donante porque en el fondo estás perdiendo algo que tu cuerpo no necesitaba perder, así que a mí me tocaba recuperarme de eso, mientras que ella estaba ganando algo que su organismo necesitaba con urgencia. Ella pudo ponerse en pie y empezar a moverse en seguida, pero yo lo pasé peor", recuerda sobre los dos meses que pasó, en un primer momento, postrada en cama y más adelante sin poder realizar tareas cotidianas como sacar a pasear a su perro o beber café.
A pesar de todas las incomodidades e inconvenientes, Francia siempre ha sostenido que no se arrepiente de su decisión y que volvería a tomar la misma si volvieran a encontrarse en la misma situación.