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Fundado en 1998, el Ballet Nacional de Rusia es una de las compañías más importantes de ballet clásico en el mundo, con una amplia trayectoria y un recorrido mundial, en el que han presentado shows con unas coreografías que encantan a sus espectadores.
Luego de su exitoso paso en México, la obra de ballet clásico "Romeo y Julieta" se pondrá en escena el 21 y 22 de mayo en en Teatro Jorge Eliécer Gaitán, donde el público podrá disfrutar de pasajes del clásico Shakespeare con la actuación de Anna Pigalkina, primera bailarina, y Maskim Tkachenko, solista principal. Actuarán 26 bailarines en tres actos, mezclando música, coreografía y actuación.
Esta combinación ha sido aclamada por personas de distintas generaciones gracias a la atmósfera de pasión, teatralidad y amor que se genera en la función. En esta ocasión, su presentación estará estructurada en tres actos con una duración de dos horas, tiempo en el que los amantes de la danza podrán disfutar de un relato simple con personajes profundos que, unidos a la música original de Sergei Prokofiev, les permitirá seguir el drama de la historia, incluso a quienes nunca se han acercado a la obra de Shakespeare.
Tatiana Panteleeva, directora de la obra y quien además ha trabajado con el Teatro de Ballet Nacional de rusia desde 2006, le contó a El Espectador un poco a cerca del proceso creativo de este gran show.
¿Por qué considera importante que el público se interese por ver esta obra?
Considero que las personas que van a ver este tipo de obras, que además tienen un trasfondo histórico importantísimo, son gente educada y culta, ellos conocen la importancia que tiene, en este caso Shakespeare, para el mundo de la literatura, y siempre es maravilloso poder llevar sus grandes obras a los escenarios, esta ves por medio del ballet y el teatro.
¿Cómo fue el proceso creativo de “Romeo y Julieta”?
Muy duro, pero a la vez muy divertido, la música es excelente, los bailarines son excelentes… hicimos todo nuestro mayor esfuerzo para que quedara perfecta, también en cuanto a la ambientación, el vestuario y el maquillaje.
¿Qué fue lo más complicado de llevar al escenario una obra como esta, y más por medio de la danza?
La preparación no es fácil, pero esta es una obra en la que el teatro y la danza se convierten en un solo ingrediente, y estoy segura de que el resultado le va a encantar a los que vengan a ver la obra.