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Billie Eilish y Finneas, hermanos y frecuentes colaboradores, triunfaron en la categoría que honra la autoría de una canción frente a fuertes contendoras como Taylor Swift, Lana Del Rey y la favorita de la noche SZA.
“Esa fue una lista salvaje de gente increíble”, dijo conmovida Eilish al recibir el gramófono, su segundo de la noche, por la balada reflexiva que forma parte de la banda sonora de “Barbie”, la súpertaquillera película de Greta Gerwig.
“Gracias a Greta Gerwig por hacer la mejor película del año”, agregó Eilish vistiendo una chaqueta de Barbie. La canción competía además con el éxito “Dance The Night”, de Dua Lipa, que también musicaliza la cinta.
“Continuamos siendo personas muy, pero muy privilegiadas y sortudas. Es difícil sentir que uno merece, pero definitivamente no lo sentimos ahora. Somos humildes y estamos agradecidos”, dijo Finneas.
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Eilish ha dicho que la inspiración de la balada reflexiva vino de algunas escenas de “Barbie”, cuando la película de Greta Gerwig aún estaba en producción.
La melodía que ahonda en sus letras sobre el valor propio, se llevó varias nominaciones en la categoría pop, así como en las de efectos visuales gracias a su video con influencias retro.
El sencillo tiene aún más camino por recorrer en esta temporada de premios, puesto que disputa además el Óscar a la Mejor canción de una película en la venidera ceremonia de marzo.
Es uno más en la larga lista de reconocimientos de Eilish, la superestrella de 22 años quien llegó a esta gala con siete premios Grammy en su haber.
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Una vieja conocida ya para la Academia de la Grabación que en 2020, en su año de estreno, la consagró vencedora en las tres categorías más importantes de la noche.
Eilish se hizo con una sólida base de fans en su adolescencia, con su audaz sonido pop, a menudo inquietante, con bajo pesado y toques de trap y música electrónica de baile.