Diana Burco: una pasión, una voz, un acordeón

La compositora, cantante y acordeonera habla de la pasión por su instrumento, cuenta lo importante que son los viajes para su inspiración, hace un paralelo entre la cumbia y el vallenato, y revela detalles de su próximo sencillo.

Giancarlo Calderón
03 de septiembre de 2019 - 11:15 a. m.
Diana Burco, quien tiene formación académica en la música, dice que uno de sus mayores logros ha sido haber tocado con la Orquesta Filarmónica de Bogotá.  / Diana Dulcey
Diana Burco, quien tiene formación académica en la música, dice que uno de sus mayores logros ha sido haber tocado con la Orquesta Filarmónica de Bogotá. / Diana Dulcey

La academia

Yo no tenia muy claro a qué me enfrentaba. Fue durísimo en un principio, porque la academia te pone a los pies de la música. Una disciplina impresionante. Conocer toda la historia de la música y su desarrollo, sus técnicas y lo más importante: aprender a escuchar. (Le puede interesar: Tribu Baharú y su "champeta champions bogotana" en Colombia al Parque 2019)

El acordeón

A pesar de haber entrado a la academia tenía claro que no podía olvidar la razón por la que había entrado, y ésta era mi acordeón. Al no ser costeña, el acordeón se convirtió no solo en mi compañero musical, sino que ha sido como un maestro que me ha enseñado a valorar y a amar otras culturas. (Lea también: No todo hace parte del plan: Monsieur Periné) 

 

 

Los viajes

Durante mi carrera musical no he parado de viajar a los lugares donde la música nace.  Esto me ha permitido darme cuenta de que Colombia tiene una riqueza musical impresionante, tanto que me atrevería a decir que ningún país cuenta con una diversidad semejante. Cada vez me vuelvo más disciplinada con mis viajes a los pueblos donde están los maestros y donde se encuentra esa pureza musical. Además, con mi formación en la academia me he dado cuenta de que a largo plazo esto puede ser parte de una investigación importante que no solo me servirá a mí, si no también a las siguientes generaciones. (Además: “Michi” Sarmiento, una leyenda musical en Colombia al Parque 2019)

La identidad

Para mí la identidad lo es todo, me esfuerzo mucho con eso. A pesar de que he estudiando con grandes maestros de la tradición, soy muy consciente de que estoy en una era diferente. Al final no me parece tan bueno catalogarme en un solo género, pero entiendo que el acordeón esté tan conectado con ciertas expresiones culturales. No quiero imitar a nadie, no quiero seguir rígidamente un legado, me quiero encontrar a mí misma y que mi música suene a Diana Burco. En esta nueva etapa quiero hacer música para la gente, quiero hacerlos sentir cosas, llevarlos y transportarlos a estos lugares a donde he viajado.

La cumbia y el vallenato

La cumbia definitivamente es mi foco en este momento, eso no significa que deje a un lado el vallenato, para nada, pero como compositora y creadora quiero seguir explorándome a mí misma a través de la música, que es tan infinita. ¡Y es que la cumbia colombiana es muy sabrosa!

Rita Fernández Padilla

Rita fue mi luz en el camino. Ella me motivó a entregarle mi vida a la música. La conocí en un momento muy frustrante para mí: tenía como 16 años, llevaba unos cuatro años junto a mi acordeón... Fue un momento en el que fui consciente de lo fuerte y grave que era el machismo en la música vallenata. Pero Rita me hizo entender que yo era más grande que ese machismo o esas ideas tan cerradas, y que al final mi música hablaría por sí sola, sin tener que decir mucho, mis acciones darían de qué hablar y, afortunadamente, así ha sido.

La composición

Yo descubrí que tenía una capacidad para la creación desde muy pequeña, pero la vengo perfeccionado y puliendo en la academia. Estudio música con énfasis en composición erudita, así que he aprendido todas las técnicas de composición europeas. Eso no quiere decir que me gusten todas necesariamente, pero sí que, al conocerlas, en términos creativos, me mantienen con la cabeza muy abierta.

Por otro lado están mis canciones, que fue algo que desarrollé por fuera de la academia, y básicamente por un gusto muy grande que tengo por los compositores de la música de acordeón: ellos eran unos verdaderos poetas... ¡impresionantes!. Canciones que nos acompañan diariamente y nunca mueren: esa mística, esa magia, es la que más me interesa. El secreto para mí es la verdad: la verdad con la que haces las canciones, la verdad de lo que cuentas, pero, también hay que decirlo, la verdad es difícil...

"Juan"

Describe una etapa muy linda donde apenas conocía el amor, entonces me pasó de todo y por eso tantos dolores detrás de esas canciones. Siempre he adorado la canciones que tienen nombre y apellido, a pesar de eso, hoy en día uno es muy cobarde para arriesgarse… así que Juan era como para generalizar la situación. Y pues la verdad (risas) sí me enamoré de un "Don Juan que iba diciéndole a todas te quiero, pero a mí no me decía nada".

 

 

"Cobarde"

Salir con algo nuevo después de tener mi primer álbum nominado al Grammy era todo un reto, entonces tenía claro que tenía que ser algo de igual o mejor calidad. Me demoré, me tomé mi tiempo para saber con qué sonidos iba a explorar. Cobarde es todo eso de lo que me estoy liberando… Me encanta estar llegando a nuevos corazones y que la gente se conecte tan rápido conmigo: quiero hacer música para que liberen todo eso que sienten mientras cantan.

 

Con la Orquesta Filarmónica de Bogotá

Eso fue una sincronización de muchas cosas. Rafael Bossio, mi productor, conoció a Chuky García, el curador de los Festivales al Parque. Rafael le habló de mí, luego Chuky, por otra coincidencia, vio mi show en Mapas, el mercado cultural en Tenerife, España, en junio, y entonces le apostaron: ¡me dieron la oportunidad!.  Lo cuento así porque estas son las casualidades de la vida y las oportunidades que se van dando de manera natural.

Yo era la más joven de los artistas invitados, entonces compartir con estos grandes que he admirado toda mi vida fue todo un sueño. Me sentí muy tranquila y segura esa noche: mi mundo académico y folclórico junto a la Filarmónica se unían, era como flotar en las nubes. Cantarle a Bogotá fue muy especial, pues es una ciudad a la que le debo mucho: me ha dado todas las oportunidades y yo he sabido valorarlas.

"Tarde lo conocí"

Tarde lo conocí fue una experiencia que marcó fuertemente mi camino. Confieso que tuve mucho miedo al enfrentarme con un arte tan exigente como es la actuación: le tengo mucho respeto. Me arriesgué y me metí en el cuento… Lo más lindo fue que a la gente le gustó mucho, y eso siempre es lo más importante.

La música

La música es muy linda, pero es muy difícil. Por un lado siento que me hace falta aprender muchísimo, entonces me emociona todo esto de componer, grabar, ir al estudio, ver que puedo ir creando a través del tiempo. Y definitivamente el cariño de la gente te da mucha vida, pero ¡muchísima!. Me alegra poder conectar a otros con mi música, y ver cómo ellos hacen suyas mis canciones. La música es mi manera de trascender en esta vida, siento que cada vez que hago una canción, puedo ser eterna. Mañana me puedo morir y seguiré viva en cada melodía mía que canten.

+ Música

¡Más música!. Se viene otro sencillo este año. Acabo de llegar de un viaje de la sabana, por lo Montes de María, en San Jacinto, Bolívar. Me llené de cumbia, chandé, guaracha, charanga campesina... No se alcanzan a imaginar toda la sabrosura que me encontré…  ¡Y que me muero por mostrarles!

Por Giancarlo Calderón

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