Manuel Zapata Olivella plantea que los primeros acordeones que llegaron a Colombia entraron por Riohacha a mediados del siglo XIX. Desde entonces no se han ido de esa ciudad y, por el contario, se han constituido. El Festival Francisco El Hombre es un reflejo de eso, que el pasado fin de semana celebró su edición número 13 de manera virtual por la pandemia.
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Lleva el nombre de Francisco El Hombre por el mito más conocido de la música vallenata. Incluso, recogido por Gabriel García Márquez. Se trata de un hombre virtuoso en el manejo del acordeón que logró derrotar al diablo en un duelo. Algunos investigadores refieren que este hecho se dio justamente en La Guajira.
De eso no se tiene certeza. De lo que sí se tiene es que hace 13 años se celebra este festival, que esta vez se hace en homenaje a la recién fallecida, Ruth Berardinelli, quien fue presidenta de la Corporación Francisco el Hombre y alcaldesa de Riohacha. El otro homenajeado fue el también recién fallecido compositor Romualdo Brito, quien tiene éxitos grabados por Diomedes Díaz, Rafael Orozco, entre otros.
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Uno de los requisitos para los concursantes era cantar una canción de la autoría de Brito. El público tenía la opción de votar a través de la página web, lo que correspondía al 20% de la decisión final. El otro 80% era responsabilidad de los cuatro jurados.
Las votaciones del público se cerraron en la mañana del sábado y el jurado dio a conocer a los ganadores en la noche. Se premiaron las categorías Mejor cantante, Mejor acordeonero y Mejor agrupación en las modalidades juvenil y mayores.
El domingo continuó la programación con un conversatorio llamado “Así suena la integración” (entre colombianos y venezolanos), en el que participaron el periodista Juan Gossaín, el investigador Abel Medina Sierra y la cantante Adriana Lucía.
El lunes cerró el Festival con otro conversatorio que hacía alusión a la homenajeada Ruth Berardineli. Toda la programación fue virtual y trasmitida por el canal Telecaribe durante cuatro horas.
Los ganadores
Los participantes enviaron sus vídeos hasta el 4 de julio. De allí se seleccionaron los finalistas que concursaron por el primer lugar el sábado siete de agosto. Los cuatros jurados vieron los vídeos de los concursantes y escogieron en vivo a los ganadores de esta edición.
El premio mayor de la categoría Mejor acordeonero se lo llevó Junior Larios, nativo de Cantagallo (Bolívar), que ya se ha ganado más de una docena de festivales vallenatos y ha grabado con Silvestre Dangond.
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Larios afirma que “gracias a Dios, al esfuerzo y a la dedicación” se pudo llevar el primer puesto. Agrega que el próximo paso en su carrera es la producción de dos nuevos sencillos con su fórmula musical, Cristian Plata.
El otro ganador de la noche fue el cartagenero Yair Ortiz, que reside en Medellín. Ya se había presentado en otras oportunidades y en esta edición se llevó el primer puesto como Mejor cantante y Mejor agrupación. “Este era un sueño pensado desde hace muchos años”, aseguró Ortiz. Actualmente está recogiendo canciones para lanzar su primer disco completo.
En la modalidad juvenil la victoria le sonrió al riohachero Anthony Portillo, quien por primera vez se presentaba al certamen. Dice que “desde hace años quería participar, pero por las trabas no pude. Este año se dio la oportunidad y gracias a Dios salí victorioso”.
Descubrió el talento en el coro del colegio y hoy, a sus 19 años, está pensando en lanzar su primer sencillo antes de que se acabe el año.
Los otros ganadores de esta versión fueron Julián David Sánchez como Mejor acordeonero juvenil y el grupo Nuestra Tierra como mejor agrupación juvenil. En total fueron seis primeros lugares que se escogieron esa noche del siete de agosto.
Los responsables de la elección fueron el académico Roger Bermúdez, director de la Facultad de Música de la Universidad de La Guajira; el investigador de música vallenata, Osvaldo Sarmiento; el compositor Luis Eduardo ‘Lucho’ Alonso y el Rey vallenato Pangue Maestre.
*De la Fundación Color de Colombia.