La revolución de Green Day

El punk no ha muerto. Esta es la historia del trío californiano que, tras cumplir 30 años, sigue haciendo de los conflictos sociales buena parte de la banda sonora de este siglo.

Liliana Gómez Montoya - @lilianagomon
16 de noviembre de 2017 - 03:10 a. m.
La banda Green Day, liderada por el carismático vocalista Billie Joe, ha publicado doce álbumes de estudio. / EFE
La banda Green Day, liderada por el carismático vocalista Billie Joe, ha publicado doce álbumes de estudio. / EFE
Foto: EFE - FERDY DAMMAN

La agrupación estadounidense vuelve a Colombia el 17 de noviembre, después de siete años de su primera visita. Con la gira Revolution Radio Tour, sus integrantes presentarán el álbum que lleva el mismo nombre. En esta ocasión con material que regresa en el tiempo a los oyentes conocedores de sus inicios y los lleva a preguntarse qué tanto ha cambiado el mundo desde la segunda mital del siglo XX, si hablamos de temas raciales, neoliberales y existenciales.

Este álbum consolida un trabajo sentido desde su etapa de composición. Fiel muestra de ello es la primera estrofa de la canción que da inicio al álbum, Armstrong. El cantante, guitarrista y torrencial compositor de Green Day canta “I’m running late to somewhere now that I don’t want to be” (“Voy tarde a un lugar donde no quiero estar”), una frase que enmarca el agobio del hombre inmerso en un sistema capitalista, esclavo del dinero y la industrialización, cumpliendo horarios y sueños ajenos, catalogando esta como la mejor forma, para él, de comenzar algo.

Green Day es pura anarquía, como el punk. Su música no obedece a reglas o manuales. Aunque críticos y público en general se han encargado de opinar acerca de su trabajo, la banda continúa con el compromiso y la vocación que han mantenido juntos a sus integrantes durante toda su carrera, entregando al público parte de su esencia en cada gira. Desde 1988 han materializado su historia produciendo 12 álbumes de estudio, dos en directo y seis recopilados (la fecha de lanzamiento del sexto coincide con la del concierto de la banda en Bogotá). Todos tienen el sello inconfundible de la voz de Billie Joe, el icónico sonido dirt del bajo de Mike y la resonante batería de Tré Cool.

Este colectivo fue catalogado por la revista británica musical Kerrang! como el grupo más influyente de los últimos 30 años, detrás de Metallica. Su éxito condujo al nacimiento de nuevas agrupaciones de neopunk y punk metal. Sin embargo, estas iniciativas no consiguieron la fama ni las ventas esperadas, a diferencia de sus precursores, quienes hasta hoy siguen a la vanguardia, sorprendiendo gratamente a públicos de antes y de ahora.

Revolution Radio fue una producción propia, tarea que no había sido retomada por la banda en los últimos 26 años, y en esta ocasión se estableció así, considerando que “no era necesaria otra opinión en la sala”, no se requería de las sugerencias de un tercero para plasmar lo que sus componentes esperaban. Debutó en el número uno de la US Billboard 200 con 95.000 copias vendidas, y en el número uno de las listas en el Reino Unido, Irlanda, Italia y Nueva Zelanda. En su primera semana vendió 30.880 copias en el Reino Unido. Ocupó el número 10 en Estado Unidos durante su segunda semana, con 21.000 unidades.

En este disco, composiciones como Somewhere Now y Bang Bang recogen la identidad de cada integrante y, por ende, el alma de la banda, con ritmos cambiantes sin perder su estilo propio. Parte de la intención del álbum se ve plasmada en el video Revolution Radio, que fue grabado en Gillman 924, uno de los escenarios más icónicos en la escena punk de California. Allí iniciaron su carrera bandas como The Offspring, Rancid y, por supuesto, los Sweet Children, el primer nombre adoptado por el grupo en 1986, recordado y plasmado en la toma del minuto 2:01 de este clip. Aquí representan musicalmente las problemáticas sociales actuales y lo banal de ser joven en una época colmada de individualismo. “Si un chico agarra un disco de Green Day, hay una buena probabilidad de que agarre un disco de Ramones también. Es bueno ser el bicho raro en el éter de la música pop”, dijo Billie Joe en una entrevista para la revista Rolling Stone en 2013.

Los californianos se caracterizan por ofrecer un show 100 % rock n’ roll, establecer una conexión con la audiencia entregando todo en el escenario para que los asistentes canten en coro, salten y sientan sus canciones, ya que prometen una setlist que representa toda la discografía, tocando canciones de sus álbumes más antiguos hasta los más recientes, y un espectáculo sin precedentes. Incluso son recordados por invitar al escenario a algunos de sus fans. Quienes tuvieron la oportunidad de presenciar la primera visita de la banda en el festival Nem Catacoa de 2010, recordarán al niño que Billie Joe sacó del público para acompañarlo durante la canción Know Your Enemy, o cuando escogió a uno de los fanáticos para cantar Longview y regalarle su guitarra. Asistir a un concierto de la banda permite recordar lo que significó ser un adolescente de los 90 o el sueño de uno.

La grandeza de la música de este siglo está, entonces, en que nos ofrece la forma pura del sentimiento en un espectáculo más allá de lo comercial. Un concierto es un viaje que conecta el sonido de instrumentos con miles de personas en un mismo espacio, les eriza la piel y les permite conectarse entre sí sintiendo la euforia colectiva de los cantos por una misma causa. Es una forma de afianzar las creencias de cada uno por medio de algo más allá de la razón.

Green Day se presentará en Bogotá el viernes 17 de noviembre, 8:00 p.m., Parque Simón Bolívar. Información y boletería: www.primerafila.com.co.

Por Liliana Gómez Montoya - @lilianagomon

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