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“Marimbea”: una experiencia profunda por el Pacífico

Este proyecto cultural y académico, que ya se conoce en siete países, contrata a maestros de la región para que compartan sus saberes ancestrales.

Adrián Sabogal*
21 de agosto de 2021 - 02:00 a. m.
Marimbea incluye formatos en Masterclass y dio origen a Vibra Pacífico.   / José Varón García
Marimbea incluye formatos en Masterclass y dio origen a Vibra Pacífico. / José Varón García

La primera vez que escuché algo sobre la cultura del Pacífico colombiano fue en la Universidad Javeriana de Bogotá. A pesar de ser caleño de nacimiento y haber visitado durante años a mi familia materna en Cali, nunca me enteré de la tradición de esta región.

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Estudiaba mi carrera de Música en 2004 cuando el sonido de la marimba de chonta llegó a mis oídos, generando una combinación entre encanto místico y curiosidad enorme. Me pareció fascinante el hecho de intuir el viaje que había recorrido ese mensaje musical hasta llegar a mí.

Esta simple pero poderosa experiencia me impulsó a viajar por primera vez al Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez. Allí la emoción se multiplicó exponencialmente al darme cuenta de que detrás de este instrumento había un tesoro que yo ignoraba, una comunidad que vibraba al son de la música y la danza, que volcaba sus penas y alegrías en expresiones artísticas que no pretendían ser aplaudidas, sino vivenciadas con la mayor intensidad posible.

En ese momento aprendí que la música del Pacífico estaba muy lejos de lo que me enseñaban en la academia, era algo mucho más profundo, lleno de vida, humanidad, anécdotas, mística, ancestralidad y resistencia.

Seguí asistiendo sin falta al Festival, embebido en cada una de las maratónicas faenas de música y baile durante la programación oficial y después, en los míticos remates en el hotel Los Reyes, acompañando siempre la fiesta con viche, esa bebida espirituosa presente en todas las celebraciones en el Pacífico, que alienta los ánimos y pone a todo el mundo en tono de alegría y empatía.

En diciembre de 2008 tuve la oportunidad de pisar por primera vez el Pacífico colombiano, invitado por Guillermo Rentería, un talentoso amigo guapireño, y experimentar la calidez de este pueblo que me recibía como si me conociera de toda la vida.

Me abrazaban con una sonrisa amplia, me sentaban en la mesa y me brindaban su mejor plato de comida. Me sorprendí con su inmensa capacidad para compartir. Viví ese diciembre intensamente, sin perderme ningún arrullo y visitando a los maestros veteranos, escuchando sus historias y tratando de retener aunque fuera una micra de su profundo conocimiento.

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Mi exploración continuó a lo largo de trece años visitando varios municipios del Pacífico, conociendo innumerables talentos de la música y el baile, disfrutando de recetas exquisitas y, claro, bebiendo viche y sus derivados. Recorrí la región manteniendo las ganas de aprender y contagiarme de la alegría, la espiritualidad, el sabor y su infinita resiliencia.

Con este entusiasmo dentro, en 2015 me lancé a la aventura de acercar lo que había aprendido y experimentado en la región a amigos y conocidos en Bogotá por medio de talleres de música del sur del Pacífico.

Durante uno de estos talleres, aprendimos una canción a ritmo de juga que mencionaba el viche, lo que motivó a uno de los participantes a preguntar: y ¿qué tal si probamos un viche en la próxima sesión?, y así comenzó una serie sin fin de ¿qué tal si…? que motivaron la curiosidad y enriquecieron la experiencia.

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¿Qué tal si traemos a los maestros y maestras directamente de los municipios para que nos cuenten sus historias y nos enseñen de primera mano todos sus saberes? ¿Qué tal si incluimos degustación de cocina tradicional y algo de baile? ¿Qué tal si nos vamos para el Pacífico y hacemos el taller allá? En fin… lo que comenzó como un taller se transformó en algo más poderoso y, fiel a mi emoción original, lo bautizamos ¡La Experiencia Marimbea!

Algunos de esos participantes se asociaron al proyecto. Al poco tiempo logramos llevar las experiencias Marimbea de tur fuera del país a Estados Unidos, Brasil, Chile y España.

La Experiencia Marimbea ha permitido además retribuir a la comunidad del Pacífico. Los aportes de los participantes se destinan a contratar a maestros y maestras con pagos justos, se da mayor visibilidad a quienes no han sido reconocidos por su trabajo o conocimiento y se ha creado una red de talentos de diversas disciplinas que donan su trabajo y recursos para fortalecer los proyectos culturales en los pueblos del sur del Pacífico.

Marimbea crecía a un ritmo acelerado, ofreciendo experiencias para grupos familiares y de amigos, turistas, equipos de trabajo y organizaciones educativas.

Llegó el COVID, y este panorama de crecimiento se fue al suelo. Nos vimos forzados a hacer lo que muchos: virtualizar.

El gran reto era ¿cómo hacer para producir la emoción de una experiencia tan sensorial de manera virtual? La exploración nos llevó hasta los cursos en línea con formato Masterclass, cursos con expertos y famosos en diversos campos enseñándole a cualquier persona a cantar, diseñar, cocinar, etc.

Y dijimos, esa es la forma ¡crear el Masterclass del Pacífico colombiano! Contamos con todos los elementos, locaciones exuberantes, historias emotivas y principalmente personas con profunda experiencia y conocimiento ancestral de la música, la danza, la cocina, la pesca, la décima cimarrona y las artesanías tradicionales. Este sueño se materializa con la financiación del programa Territorios de Oportunidad, apoyo a través del cual vimos nacer Vibra Pacífico, nuestro curso y viaje virtual al sur del Pacífico colombiano.

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Para crear Vibra Pacífico trabajamos con un equipo de producción de cine y nos enfocamos en cuatro municipios: Timbiquí, Barbacoas, Tumaco y Guapi. En cada uno de estos lugares reunimos un grupo de cinco conocedores de la tradición que invitamos para compartirnos las historias y los saberes ancestrales más característicos de su pueblo.

Hicimos un proceso de preparación para que se sintieran cómodos frente a la cámara, no perdieran su espontaneidad y no se frustraran con el rigor de las repeticiones.

Durante un mes viajamos por estos municipios bajo el sol y la lluvia, mientras otra parte del equipo creó el material pedagógico, textos explicativos, traducciones al inglés, pistas para practicar la música y el paso a paso para recetas.

El resultado es un curso y viaje virtual de la más alta calidad, que se puede disfrutar en cualquier parte del mundo mientras se llevan beneficios a la región, pues el 100 % de los recursos obtenidos por su venta regresan al territorio. A solo diez días del lanzamiento de la primera temporada, Vibra Pacífico ya ha conquistado personas de siete países.

*Director de Marimbea.

Por Adrián Sabogal*

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