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En Rusia, el despertar de la conciencia nacional coincidió con un extraordinario progreso en el campo de la música desde todos los puntos de vista. La música de cámara, incluso en este país que durante mucho tiempo había sido colonizada y frenada en sus expresiones más espontáneas por razones exclusivamente políticas, tuvo que medirse con las tradiciones más occidentales: ningún compositor, no importaba cuáles fueran sus ideas, estuvo exento de esta confrontación. Conservadores y progresistas se encontraron con la historia que miraban con admiración o con un desprecio racional y selectivo.
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Mijaíl Ivánovich Glinka, autor de Una vida para el zar, portador de un espíritu romántico y nacionalista, es presentado a menudo y con razón como el primer artista nuevo de la Rusia del siglo XIX. Después de él, a mediados de siglo, Rusia se encontró con su propia escuela “nacional”, animada por las fuertes personalidades de Milij Balakirev (1837-1910), Cesar Cui (1835-1918), Aleksandr Borodin (1833-1887), Modest Mussorgski (1839-1881) y Nikolaj Rimski Korsakov (1844-1908).
En Europa occidental fueron conocidos como el “Grupo de los Cinco”. Los miembros de lo que rápidamente se convirtió en una agrupación ideológicamente unida -aunque luego se viera empañada por malentendidos y diferencias- se dieron cuenta de que la solidaridad era la razón de su influencia perturbadora.
Algunos de los compositores más importantes que escribieron música de cámara en Rusia son: Mijaíl Ivánovich Glinka (1804-1857), Anton Rubinstein (1829-1894), Piotr Ilich Tchaikovski (1840-1893), Alexander Borodin (1833-1887) y Nikolai Rimsky Korsakov (1844-1908).
Obras a destacar
Mily Balakirev (1836-1910)
“Octeto para vientos, cuerdas y piano, op. 3″.
Mily Balakirev fue el líder del “Grupo de los Cinco”, al que también pertenecían Mussorgsky, Cui, Rimsky-Korsakov y Borodin. Por eso se considera hoy como el fundador de la escuela nacional rusa de composición. La mayor parte de la obra de Balakirev es para piano, que era su instrumento, y en el cual muestra una influencia de Chopin. Pero como alumno de Mikhail Glinka, la creación de un movimiento musical propiamente ruso, libre de las influencias occidentales, se convirtió en su objetivo principal. Una de sus pocas obras de cámara es este octeto, del que solo se conoce un movimiento y algunos fragmentos de un scherzo. Es una obra de juventud que muestra influencia de su profesor. La combinación de vientos y cuerdas permite una sonoridad sinfónica rica en melodías de carácter popular.
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Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893)
“Sexteto para cuerdas en re menor, op. 70 (Souvenir de Florencia)”.
Piotr Ilich Tchaikovsky no formó parte del “Grupo de los Cinco”. Aunque compartía la idea de rescatar la música popular rusa, en su obra confluyen la tradición de la música europea y la cultura de su patria. En 1890 Tchaikovsky pasó un tiempo en Florencia, Italia, donde terminó la composición de su ópera La reina de espadas. De regreso a San Petersburgo escribió un sexteto para dos violines, dos violas y dos violonchelos, pero no quedó satisfecho con el resultado. De acuerdo con la correspondencia del compositor, la dificultad en la composición de la obra tuvo que ver, no con la falta de ideas, sino con la concepción de la forma. Un año después lo revisó, hizo cambios sustanciales y la estrenó el 6 de diciembre de 1892 en la Sociedad de Música Rusa. Tchaikovsky le dio el título de Souvenir de Florencia, pues al parecer fue en la ciudad italiana donde escribió el dueto para violín y violonchelo del segundo movimiento, pero la obra no tiene en realidad un carácter italiano. Tchaikovsky recurre al arcaísmo de componer una fuga en el último movimiento. Esta sería también la última pieza de este género en toda su obra.
Alexander Borodin (1833-1887)
“Cuarteto de cuerdas no. 2 en re mayor”.
Uno de los miembros del “Grupo de los Cinco” fue Alexander Borodin. Reconocido médico y profesor de química de la Academia Imperial, Borodin amaba la música y gracias a Balakirev, su maestro, desarrolló la confianza en sí mismo para componer. Obras como En las estepas del Asia central y la ópera El príncipe Igor (famosa por sus Danzas polovtsianas) le dieron un reconocimiento que pronto traspasó las fronteras de Rusia.
A diferencia de los demás compositores del “Grupo de los Cinco”, Borodin creía firmemente en la sensibilidad y el entendimiento que el repertorio camerístico conlleva y lo cultivó a lo largo de toda su vida. Compuso dos cuartetos que marcaron el comienzo de una nueva etapa de la música de cámara rusa. Este cuarteto fue terminado en el verano de 1881, poco después de la muerte de Mussorgsky. Es una obra personal que evoca el inicio de su historia de amor con su esposa Ekaterina, a quien había conocido en Heidelberg, Alemania, a donde había sido enviado por la Academia de Medicina y Cirugía de Rusia para realizar investigaciones científicas. Ekaterina era pianista y fue quien le dio a conocer la obra de Chopin y Schumann. Uno de los pasajes más admirados del compositor lo encontramos en el tercer movimiento del cuarteto donde predomina el violonchelo, que era el instrumento principal de Borodin.
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ARTISTAS
Cuarteto Oistrakh
Cuarteto de cuerdas, Rusia
Andrey Baranov, violín I / Rodion Petrov, violín II / Fedor Belugin, viola / Alexey Zhilin, violonchelo.
El Cuarteto Oistrakh está compuesto por cuatro de los músicos rusos más sobresalientes de la actualidad, todos ellos solistas de su instrumento, que unieron su maestría y pasión por el arte de tocar en cuarteto. En 2012, la familia del legendario violinista del siglo XX honró al cuarteto concediéndole su nombre. El Cuarteo Oistrakh colabora con artistas célebres y se presenta con frecuencia en los escenarios más destacados del mundo y de su natal Rusia, incluidas todas los las famosas salas filarmónicas del país.
Andrey Baranov
Violín / Rusia
Ganador del primer premio en el Concurso de violín Reina Isabel (Bélgica) en 2012, Baranov ha obtenido distinciones en más de 20 competencias internacionales entre las que se incluyen Indianápolis, Seúl, Sendai, Liana Issakadze, David Oistrakh y el Concurso Paganini de Moscú, etc. Uno de los músicos más exitosos de su generación, el violinista actúa en los principales escenarios y festivales del mundo. Es primer violín y miembro fundador del Cuarteto de cuerdas David Oistrakh. Desde 2020, Andrey Baranov es profesor de la Academia del Ridotto en Italia y profesor invitado de Piccoli Virtuosi International Music Boarding School, en Suiza.
Georgy Tchaidze
Piano / Rusia
Nació en San Petersburgo y estudió en el Conservatorio Estatal Tchaikovsky de Moscú. Desde que ganó el primer premio del Concurso Internacional de Piano de Honens en 2009, Tchaidze ha sido aclamado en Europa, Norteamérica y Asia. El diario The Telegraph ha dicho que posee “una sensibilidad delicada combinada con una técnica perfecta”. Tchaidze tiene tres grabaciones en el sello Honens: una grabación en vivo con el Cuarteto Cecilia, un disco de Schubert y un disco con obras de Medtner, Mussorgsky y Prokofiev.
Maria Baranova
Piano / Rusia
Comenzó sus estudios de piano a los cinco años. A los diez comenzó a tocar el piano con su hermano Andrey Baranov. Desde el año 2000 actúa por toda Europa como solista y con diferentes orquestas. En 2007 se graduó del Conservatorio Rimsky-Korsakov de San Petersburgo. Más tarde obtuvo dos maestrías en el Conservatorio de Lausana. Desde 2015 amplía su formación en la Hochschule der Künste de Berna.